Un Ghoul fue aniquilado en su mundo, cuando d repente se encuentra a un ser en un espacio extra dimensional que le da la oportunidad de renacer en dxd.
Cabe aclarar que no es el mismo mundo ya que cambiaran algunas cosas.
Esta historia tendrá 2 pro...
Yami: Ya es de mañana . . .?- pregunte al aire adormilado.
La noche anterior fui a la fiesta de bienvenida de Kirino y estuvimos varias horas viendo películas, cuando volví me dieron ganas de tomar una siesta y~~
Yami: Es cierto deshacer los clones. -dije despertándome de golpe.
Acto seguido procedo a hacerlo, en un instante la información de los 1500 clones que había dejado entrenando volvieron a mi.
Rápidamente pude notar los cambios en mi control de energía natural y como mi [Touki] se había fortalecido.
Muchas otras cosas se habían vuelto más fuertes o se habían perfeccionado pero no voy a entrar en detalle, ahora bien, que debería de hacer?
Luego de meditar un par de minutos decidí hacer lo de siempre, ir a ver a Ravel.
Iría a entrenar con Kiba pero al parecer según escuché de Ravel hace unos días que hoy saldría con Riria a desayunar. . . otra vez.
Últimamente esos 2 están demasiado juntos... voy a tener que hablar seriamente con Kiba de esto más tarde, bueno por ahora solo sigamos con lo nuestro.
Sin mucho esfuerzo llame a la [Yamato] para teletransportarse a la mansión Phoenix, no había nada fuera de lo normal, poco a poco comencé a avanzar por los pasillos donde me teletransporte y de camino me encontré a varios sirvientes que me saludaban al pasar, se podía ver el terror en sus rostros cuando les dirigía la mirada, temblaban y se tensaban por los pocos segundos que les volteaba a ver.
Ignorando la actitud normal que tienen los sirvientes con alguien que los llega a las caderas termine llegando a la habitación que comparto con Ravel, conociéndola probablemente aún no se ha despertado, realmente no se si es buena idea verla dormir hoy, últimamente la he encontrado bastante decaída y no parece ser que sea el único que lo ha notado, Ruri ayer me dijo lo mismo.
Dudando un poco extendí la mano a la perilla de la puerta y procedí a abrirla para entrar a la habitación.
Como me lo esperaba Ravel estaba durmiendo en la gran cama que parecía exageradamente adornada para una niña de 10 años, más que parecer. . .lo estaba.
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En medio de esa lujosa cama la joven princesa de los Phoenix dormía tranquila sin ninguna preocupación aparente.
Yami se tentó de quedarse a mirarla, aunque intento detenerse, luego de unos instantes se encontraba recostado a su lado observándola.
Yami: Como termine así...?
Sin cuestionarme nada más observe su hermoso rostro por 5 minutos hasta que despertó.
Yami: Buenos días mi princesa, dormiste bien?- dije con un tono de princesa encantadora.
Ahora que lo pienso, siempre le digo princesa cuando la despierto.
