—¿Por qué? — Daemony se quejaba mientras subía cierto baúl extraño a su habitación ubicada en roca dragón al lado de su madre, ella no comprendía aun el porqué de marcharse de Kinglanding, pero madre y padre le obligaron, y ella seguía ordenes la mayoría de tiempo, además su tío Daemon había dicho que Roca dragón estaba más cerca de su hogar y eso era un punto a favor para ella, podría verlo más seguido.
— Es lo mejor, no pienso lidiar con más asuntos innecesarios. Necesitan una vida más calmada, tu y tus hermanos, lejos de miradas dudosas y bullicio barato detrás de sus pasos. — La primera hija de la heredera se quedó en silencio mientras su humor cambiaba. — Más por ellos que por ti. — Señalo con la mirada a sus ya no tan pequeños hermanos que peleaban con espadas de madera al terminar las escaleras.
— ¡Princesa, princesa! — Los gritos de una de las mujeres de servicio se acercaban al igual que sus pasos, subió las escaleras alcanzando el lugar de ambas. — Un cuervo ha llegado.
Rhaenyra tomo la carta sellada agradeciendo con un asentimiento de cabeza antes de dirigirse al cuarto de su hija para abrir la carta allí.
—¿Qué es? — Damy pregunto mientras dejaba el baúl que no había querido que nadie tocara desde hace unas semanas a su llegada a roca dragón, su madre tenía las leves sospechas de algo, pero no iba a abrir la boca porque ser la mayor cómplice de Daemony era su pasatiempo favorito. — Ahora que lo recuerdo. — La niña hablo —¿dónde está papá? — .
Su madre se mantuvo en silencio releyendo la carta una y otra, y otra vez.
—¿Mamá? — Alzo un poco más la voz y así consiguió una respuesta.
— Prepara tus cosas, debemos ir a Marcaderiva. —Rhaenyra soltó sin aviso anterior. — Laena ha muerto. — La niña quedo paralizada, ya había sido suficientes muertes en estos días, los relatos del encuentro con la oscuridad de Sir Harwin todavía no se esfumaban de su cabeza, su prematura muerte logro que el corazón de la niña se arrugara, ella había crecido con el Strong, él era el que le había enseñado la mayoría de lo que ella sabía sobre batalla, él era el que había tomado gran parte en paternidad sobre la crianza de la princesa cuando Laenor estaba demasiado ocupado desapareciendo por semanas enteras.
Y ahora, repentinamente la muerte de su tía la abordaba nuevamente, no podía imaginarse como su tío Daemon debía estar sintiéndose.
— iré a hablar con tu padre, avisa a tus hermanos. — Su madre salio de la habitación con el paso acelerado.
***
La niña se encontraba al lado de Daemon firme con la mirada centrada e imitando inconscientemente la posición del hombre alto de su lado, su parecido era alarmante, y en vez de estar en luto, varios de los nobles que acompañaban en el funeral de Laena, le miraban expectantes a cada movimiento.
Su belleza no se detenía, crecía con ella, y muchos ya lo tenían en claro, así como Aemond, que la mirada desde el otro lado, a la izquierda del rey, su padre.
El jueguito de miradas que los niños se llevaban corría desde que Daemony había llegado a la isla y había encontrado a Aegon Y Aemond jugueteando por las orillas del mar, Daemony esta emocionada por mostrarle que había traído para el en ese baúl que llevaba a casi todos lados.
— No te gustan los vestidos, verdad. — La niña incomoda comenzó a acomodarse las mangas del traje que traía puesto cada que podía. La recepción estaba en pie, y todos los invitados se encontraban en ese pequeño lugar al aire libre con vista abierta hacia el mar.
Como era costumbre cada que se veían, Damy no se había separado de Daemon.
— Pensé que era obvio ya. — El príncipe rio sin discreción, a él poco le importaba que hablaran los que le rodeaban. — ¿Como golpeas a alguien con esta cosa incomoda? Deberían ser ilegales, cuando sea la mano de Jacaerys, presentare una ley que los vuelva ilegales.
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╰ 𝑽𝒊𝒏𝒅𝒊𝒄𝒂𝒕𝒆𝒅 :。 ~ 𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯 - 𝘏𝘖𝘋 [+18]
Fanfic-¿Hueles eso? - Suspiró levantando el rostro con esa mirada infame que hace años no era visible en una con su apellido. El fuego vigorosos con llamas inmensas roía todo detrás del cuerpo femenino lleno de sangre y cenizas. - Esto es el comienzo de...