╰ 𝑽𝒊𝒏𝒅𝒊𝒄𝒂𝒕𝒆𝒅 :｡ ~ 𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯 - 𝘏𝘖𝘋 [+18]

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 24

¿Ella realmente sabía que era lo que se sentía que te arrebatarán un hijo?

¿Alicent conocía auténticamente ese dolor?

Daemony no le había arrebatado a su hijo mayor, Daemony lo había tomado como un alto precio por pagar, y Aegon ni siquiera restó la mitad, pero la princesa con benevolencia se dio por bien servida.

Ahora la princesa se encontraba en el lugar  más alto en la fortaleza de Harrenhal, sus pies estaban bien puestos sobre el suelo de la torre de homenaje, él aire chocaba con su rostro y la luz de la luna iluminaba su piel lechosa y suave.

Su rostro no tenía ni un solo abismo de expresión y sus ojos observaban el aro oscuro que rodeaba toda la circunferencia del castillo, era la marca del fuego de hace unos días.

Los cuerpos empalados de algunos hombres relevantes de los Hightower yacían en la entrada principal y la cabeza decapitada de aquel maestre traicionero, se encontraba a unos metros atravesada por un palo mucho más largo logrando destacar.

El ambiente pacifico del castillo se había desbordado tanto que logro perderse, ahora la fortaleza estaba envuelta en humo, y la única emoción que se percibía era la ira.

Parecía que todos los de ahí dentro compartían el sentimiento de la joven en busca de venganza o por lo menos era lo que sus caras serias querían demostrar.

Los pasos suaves subiendo las últimas escaleras para llegar a él lugar ahora predilecto de la princesa, le avisaron a esta que la única persona que toleraba por el momento, se estaba acercando.

— Mi princesa. — Mysaria llegó finalmente ofreciéndole la reverencia ya común.

Fue ahí cuando la joven dejó de mirar el horizonte oscurecido para plantar sus ojos en el gusano blanco.

— Mysaria. — No dijo nada más.

Su cuerpo era cubierto por un conjunto rojo de cuero grueso y ceñido al cuerpo, las hombreras anchas y no tan delicadas eran de metal brillante con textura similar a las escamas de dragón, en su cadera había un cinturón de cadenas a combinación de la pieza de sus hombros con el dragón de tres cabezas como evilla, su cabello era tan lacio como fuese posible y caía ahora más largo ya rozando con sus hombros.

— Han llegado más cartas para usted—.

— ¿Qué es lo que dicen? —.

La mujer mayor se cruzo de brazos comenzando a hablar. — Se requiere su presencia en el castillo de Rocadragón, habrá un consejo en donde se discutirá las acciones a tomar como ataque por la muerte de su hermano—.

Daemony levantó el rostro.

— Envíales una de vuelta.— Ordenó. — Y explícales que ello no sera necesario, yo tomaré la responsabilidad por esas acciones —.

Mysaria asintió obediente para darse media vuelta.

— Mysaria. — La llamo antes de que esta llegara a las escaleras. La mujer volteó al llamado. — No les digas que es lo que voy a hacer —.

— Porsupuesto mi princesa—.

Y el gusano blanco, así lo hizo.

Con calma y cuidado redacto la carta con su propia letra escribiendo lo que la princesa había indicado.

Parte por parte le indicó a la reina que la presencia de la princesa no estaría en su dichos consejo. No se relató más en la carta, se firmo como palabras de Daemony con su sello personal, y se ató a la pata de un cuervo.

Para la noche siguiente, la hija mayor de Rhaenyra de manera calmada emprendió su viaje a la capital en el lomo de un caballo.

Por mucho que Mysaria la ex amante de su padre le informó que su viaje no era necesario, que ella misma podría mandar a traer a los individuos que solicitaba.