╰ 𝑽𝒊𝒏𝒅𝒊𝒄𝒂𝒕𝒆𝒅 :｡ ~ 𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯 - 𝘏𝘖𝘋 [+18]

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 5

— ¿Uno más? — La ya joven cuestiona hastiada mientras limpia con habilidad sus espadas sobre una mesa. La mujer a su lado con la carta en mano asiente. — Estoy considerando el hecho de ser una maldición, es el cuarto desde que tengo catorce años, han pasado casi seis años y ninguno de mis compromisos se ha concertado porque todos mueren mágicamente. — La chica suspira con gracia. —Soy un amuleto de mala suerte al parecer...

La princesa niega de mal humor, y es que no ansiaba casarse, si no que sabe a la perfección quien es el que está detrás de todas las muertes de forma casi religiosa.

Deja el trapo sobre la mesa sacudiendo sus manos, se dirige hacia la puerta y cruza el umbral de esta dejando que la servidumbre en sus aposentos termine las actividades que ella realizaba.

Baja las escaleras con cuidado encontrándose a su hermano Jacaerys en medio de la sala practicando Alto Valyrio junto a su maestre.

— No, no madre. Solo unos minutos más. — Rhaenyra con un nuevo embarazo ríe mirándole antes de asentir.

— Damy. — La heredera al trono sonríe caminando hacia su hija mayor. — He estado buscándote, tal parece que Bloodmoon ha puesto nuevos huevos. — Levanta las cejas antes de robar el tazón lleno de galletas que Joffrey tiene sobre sus manos.

— Enhorabuena. — La princesa sonríe con suavidad. Si hay un dragón más fértil y optimo en cuanto a reproducción de la raza después de Syrax, es el dragón de la primera hija de Rhaenyra y Daemon.

La sala queda en silencio después de unos segundos de ambas mujeres mirándose...

—¿Ya lo sabes verdad? — Su madre pregunta tomando una galleta del mismo tazón.

— Claro que lo sé, deberías rendirte madre, no va a pasar... — Daemony niega dándole un golpecito suave en el hombre a su progenitora, porque ella es la que se está cansando de todo este bucle casi imposible de romper. — Sabes que no va a dejar que suceda, lo conoces lo suficiente para deducirlo...

— Han pasado años, no te ve desde los trece o catorce. — Daemony asiente tratando de llevar la mentira. — No comprendo cual es el afán interminable con el que continua—.

— Ya lo ves. — La chica alza las cejas con gracia. — Soy imposible de superar, madre —.

Los pasos de las botas pesadas logran que la princesa voltee.

— Daemony. — Su padre.

— Daemon. — La chica asiente con la cabeza antes de darse media vuelta saliendo de la sala. Si algo se ha perdido desde hace años, ha sido esa conexión que Daemon presumía tanto con su hija mayor, porque de lo que más se sabe de la princesa, es que ella nunca logra perdonar, no importa quien seas, ni cuanto poder tengas, si logras lastimarle, su perdón es más difícil de conseguir que un Targaryen pelirrojo.

El lugar se queda en completo silencio por segunda vez, y es que medio reino sabe que lo peor que el príncipe canalla pudo haber hecho era esconder reverenda mentira por más años de lo debido.

— Lo dichoso que me haría escuchar un "Padre" salir de su boca. —El hermano del rey sonríe con sarcasmo mientras juguetea con la nota en su mano. —Necesitamos hablar—.

— Niños. — No se dice más y ambos príncipes salen de la sala al igual que el maestre del mayor y la cuidadora del menor.

El príncipe pone la carta sobre la mano de su esposa.

El susp+1iro cansado de Rhaenyra escapa de sus labios mientras Daemon aspirando su estrés acaricia su abdomen abultado con el próximo bebe de ambos.

Intercambian un par de miradas cómplices al igual que la discusión que tienen viendo la situación.