╰ 𝑽𝒊𝒏𝒅𝒊𝒄𝒂𝒕𝒆𝒅 :｡ ~ 𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯 - 𝘏𝘖𝘋 [+18]

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 10

La princesa y su tío dormían plácidamente sobre la cama del segundo mencionado enredados entre las sábanas de la habitación en el castillo de King's Landing.

Pocas horas faltaban por amanecer, y cuando el sol saliera, antes del atardecer, la fiesta previa para anunciar el compromiso entre ambos empezaría, eso significaba que Vhagar y Bloodmoon se verían sobrevolando el cielo tan seguido que los pobladores de Westeros se acostumbrarían nuevamente a los rugidos de dragón constantes.

La puerta de la habitación fue tocada con urgencia.

Daemony sobre el colchón se inmutó mínimamente removiéndose en este para tratar de alertar a Aemond con la mano que fuese, y así lo logró. El chico se despertó, tomó el parche de su mesa de noche y con zancadas largas llegó hasta la puerta.

La princesa curiosa levantó la cabeza aun adormilada cuando escuchó los murmullos suaves que ni con esfuerzo logró descifrar.

Aemond tosió recomponiendo su voz.

— Manifiéstele a la reina que estoy en camino. — Cerró la puerta, miro a la chica sobre su cama y sin decir nada camino hacia su ropa tirada en el suelo.

— ¿Qué ha sucedido? — Daemony ató su cabello en una cola tratando de organizarlo con rapidez.

El príncipe levanta la cabeza. — Nada tan preocupante. — Se sube los pantalones amarrándolos en sus caderas con facilidad. — Aegon se ha metido en problemas nuevamente, y mi madre está harta de lidiar con ello.

— ¿Quieres compañía? — La joven activó sus alarmas cuando Aemond no fue capaz de mirarle directamente a los ojos.

El hijo del rey niega con la cabeza para inclinarse sobre el colchón y dejar un beso suave en la frente de su sobrina, segundos despues toma algo de sus cajones dirigiéndose a las puertas con camino firme.

— Aem-..— Daemony trata de hablar cuando el avienta la puerta tras salir con rapidez y el sonido del seguro que está siendo puesto en la cerradura, le hace entender todo.

La chica se levanta corriendo a la mayor velocidad que se le es posible golpeando la madera con las palmas de su mano.

— ¡Maldito mentiroso de mierda! — El rugido de la chica sale con furia de su garganta. —¡Aemond, abre ya! — Trata de todo golpeando la puerta una y otra vez.

— No se va a abrir por mucho que golpetees, así que no sigas haciéndolo o vas a lastimarte—.

— ¡Como si te importara! — Esta llevó la contraria empujando con fuerza mientras gritaba el nombre del menor repetidas veces. Su ira emperó cuando escuchó sus pasos alejándose del lugar sin antes haber hecho lo que la chica ordeno y era abrir la dichosa puerta.

***

Las horas continuaron fluyendo.

Las teorías sobre su encierro recorrían su mente, y la principal era la que más le retorcía en el pecho.

Si la habían encerrado en ese lugar solo había una razón, Viserys había muerto.

Daemony parada en el centro de la habitación con una copa llena de vino en una de sus manos, descansaba harta del asunto mirando hacia la entrada cerrada cuando los pasos descoordinados y somnolientos aparecieron.

— Entonces esos que dicen que el karma es lento pero efectivo, están en lo cierto. — Aegon soltó la frase seguida de una risa ronca.

La princesa quedó en silencio por segundos largos viendo las sombras de los pies del príncipe mayor reflejadas por debajo de la puerta.