ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 4

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La niña se encuentra en la orilla del mar junto a sus abuelos paternos y su padre con ojeras marcadas por el cansancio y la notable tristeza que acompaña a los Velaryon.

Los jóvenes príncipes siguen en sus habitación, y la madre de la princesa se encuentra en una de las varias terrazas del castillo viendo la despedida del rey desde lo lejos con la compañía del príncipe Daemon.

Su extraño apego es cada vez más notorio para la niña que está atenta a todo lo que se le es posible.

— Su majestad, ha sido una visita con trágico final, lamento decir. — Él dragón marino habla. — Pero, aun así, espero que usted y su familia tengan un viaje próspero y seguro.

El rey asiente agradeciendo antes de que ambos estrechen sus manos.

— Apreciamos el recibimiento. — Sus manos se separan y ahora se despide de la esposa del amo de Marcaderiva. — Daemony. —Se acerca a su nieta y esta imita su acción. —Ven a visitarnos pronto, ¿sí? — La palma de su mano izquierda acaricia la mejilla de esta como ya es costumbre logrando que la niña asienta con una sonrisa.

Daemony sabe que no va a pasar en mucho, pero nada le cuesta regalarle el ideal a Viserys.

El hijo menor del rey mira atento ya sobre el barco. La herida de su ojo consigue ponerle la piel de gallina a Damy, sabiendo a la perfección que ahora mismo el dolor que debe estar aguantando, no es fácil de lidiar y mucho menos para él.

El rey se da media vuelta y el padre de Daemony pone una mano sobre su hombro. — ¿Segura que no quieres decir adiós? — La niña levanta la mirada hacia el con delicadeza.

— Segura. — Esta afirma con un suspiro cansado caminando lejos del lugar con calma.

Al concluir esa despedida, la vida de Daemony Targaryen se descarrilo con fuerza.

Semanas despues, días antes de partir de Driftmark, Laenor Velaryon fue asesinado siendo arrojado a la chimenea ardiente en el salón del trono marino.

O eso era lo que Rhaenyra había querido contar a su hija cuando tuvo que informarle de la partida.

Y como coloquialmente era llamado, su madre no espero que el cuerpo de su padre se enfriara porque horas despues del discreto funeral, a la niña se le otorgó la información de que la boda de su madre con su tío Daemon, seria a cabo bajo el juramento de nupcias Valyrias.

Así que el regreso esperado a Rocadragón fue con la compañía del príncipe Canalla y las gemelas de este. No es que a la princesa le incomodara la presencia de ellos, al contrario, la disfrutaba, pero la forma en la que todo estaba cambiando tan repentinamente le lograba revolver el estómago.

***

Daemony estaba en uno de los patios viendo a sus hermanos jugar con Bhaela y Rhaena. El grupo no se había pasado haciendo más que eso, porque para pocos era un secreto lo bien que habían congeniado los niños de Rhaenyra con las pequeñas de Daemon y la ya difunta Laena.

Damy miró hacia varios lados apreciando el cielo o mirando como reían sus hermanos, pero la presión esa en el pecho y ese sentimiento incomodo que tiene no se lo ha logrado quitar ni con el pasos de todos esos días, la persigue.

Su mente perdida comienza a viajar a sus días en King's landing y los recuerdos en donde siempre tenía algo que hacer o alguien con quien estar, le siguen haciéndola sentirse sola a pesar de estar rodeada de gente.

La princesa suelta un suspiro cansado levantándose con la propuesta en mente que la ha estado sobre pensando, así que ahora va segura a plantearla frente a su madre.

╰ 𝑽𝒊𝒏𝒅𝒊𝒄𝒂𝒕𝒆𝒅 :。 ~ 𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯 - 𝘏𝘖𝘋  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora