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☁️ Capítulo 12 ☁️

Louis tranquilamente terminaba de acomodar aquellos antiguos libros que había conseguido traer consigo, los restantes venían viajando junto con el resto de sus cosas todavía, sin embargo, el hombre de mudanzas les dijo que finalmente mañana por la tarde iban a llegar los camiones al edificio de departamentos en donde habían llegado a vivir para que comiencen a acomodar los demás pequeños objetos que no pudieron traer. Tenía que decir que estaba emocionado y nervioso al mismo tiempo, irse a vivir a otro continente y país era algo surrealista para el de ojos azules, Australia fue su hogar toda la vida o, bueno, gran parte de ella, pero recordaba Londres con un profundo cariño y por más tiempo que pasó jamás pudo quitarse la idea de volver algún día.

Podía sentir las mariposas romper cada fibra de su cuerpo con el hormigueante cosquilleo que lo barrió de arriba abajo, suspiró contento mientras se movía por la desnuda habitación, el que Harry haya ganado una beca para venir a estudiar a Londres fue una oportunidad increíble, y aunque costó convencer a su madre para dejarlo acompañar a su novio, prometió llamarla a diario y mantenerla informada sobre todo lo que sucediera. Cuando le dijo sobre su idea de buscar a cierto castaño de ojos marrones, la mujer no pudo ponerse más nostálgica, ella podía recordar al par de niños jugando en su patio, podía verlos como si ayer se hubiese tratado la escena, sabía que, para Louis, Liam significaba demasiado y no podía oponerse ante la idea pues le destrozaría el corazón al muchacho, por lo que después de abrazarlo bastante y recordarle llamar, lo dejó partir, confiando en que Harry y él se cuidarían y todo estaría bien.

Quería besar muchas veces el cerebro de su novio, porque la beca que el rizado había conseguido era la más prestigiosa y fabulosa de todas las que su universidad facilitaba, básicamente, se le otorgaba a quien obtuviera el mayor puntaje en una prueba que englobaba las cuatro materias centrales la oportunidad que continuar su estudio universitario totalmente gratuito en la sede principal ubicada en la ciudad británica, además de eso, la beca otorgaba un departamento completamente nuevo con los gastos totalmente cubiertos hasta que durara su carrera y una inyección de dinero mensual para gastos básicos como ropa, comida, entre otros.

Louis aún creía que estaba soñando, que nada de lo que estaba pasando era real, no era posible que tanta coincidencia rondara por allí y que el destino le haya dado tal oportunidad, aún recuerda como Harry se puso a llorar al ser llamado de la universidad para darle las noticias que debería empezar a empacar, jamás pensó ver llorar a su suegra, pero hasta a ella que parecía de piedra se le saltaron las lágrimas, aquel día, fue un momento especial cuando los tres se abrazaron con fuerza entre lágrimas de felicidad, orgullo y amor en la sala de la casa de la mamá de Harry. Sonrió al pensar como aquella misma tarde habían ido a su piso de residencia de la Universidad para empacar las cosas que habían acumulado en los últimos meses.

Recorrió el departamento con pasos lentos apreciando con la mirada cada pequeño detalle de aquella prolija construcción, encontrando rápidamente a Harry en la cocina, quien se estaba lavando las manos de espaldas a él, totalmente ignorante de su presencia en el lugar, por lo que llegó por detrás en silencio y le rodeó sorpresivamente la cintura con sus brazos con fuerza, pegando su cabeza en la firme espalda del contrario y quedándose ahí con los ojos cerrados.

— Te amo mucho, Harry, de verdad te amo mucho. — Le susurró con tranquilidad el de cabello plumoso, sintiendo que la espalda de Harry era tan misteriosamente cómoda que le dieron ganas de quedarse allí para siempre, solo rodeándolo con sus brazos y sintiéndolo relajarse contra su cuerpo de una manera que le parecía tan hermosa e inexplicable, pero que lo mantenía sintiendo mariposas constantemente en su estómago.

— Yo también te amo mucho, Lou. — Escuchó que le susurró tambien Harry, y no pudo no sonreír. Sintió como Harry con un cuidado y una delicadeza que lo mantuvo sonriendo aún más se daba vuelta entre sus brazos y ahora Louis estaba con la cabeza sobre su amplio pecho y parte del hombro, con los brazos de Styles cómodamente a su alrededor, solo manteniéndose ahí, escuchando como el corazón de Harry palpitaba con tranquilidad en su oreja, a un ritmo que le pareció dormirlo.