☁️ Capítulo 20 ☁️

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Liam tragó con cierta dificultad el gran sorbo de agua, inmediatamente sintió la lisa textura de la blanquecina pastilla chocar con su garganta y cerró con fuerza los ojos cuando sintió ganas de vomitar su desayuno.

Su estómago se revolvió inquieto, amenazando con expulsar su contenido, pero se obligó a contener las náuseas con respiraciones lentas y pausadas, nunca le habían gustado las pastillas, odiaba esas pequeñas cosas de colores tenues, eran un recordatorio constante de que no podía mantener su cerebro callado y eso le molestaba, pero no tenía otra opción.

Apoyó la espalda contra la pared del baño cuando sintió que una ola de cansancio arrasó su cuerpo, lentamente se deslizó hacia abajo hasta llegar al polvoriento piso, sus piernas quedaron cómodamente recogidas contra su pecho y apoyó sus brazos sobre las rodillas, antes de mirar la puerta con ojos caídos. En su mente, miles de pensamientos lo atormentaban con cada segundo que pasaba, palabras que su propia consciencia creaba y que sin importar cuando intentara, lo terminaban obligando a alejarse de los demás, envuelto en una manta de soledad.

Tomó una suave bocanada de aire cuando sintió como sus manos dejaban paulatinamente de temblar, aliviado, se intentó concentrar en los objetos del baño, enumerando cuántas cosas podía observar en el espacio, sus hirientes pensamientos pronto comenzaron a morir antes de que él los pudiera escuchar y el feroz incendio en su pecho comenzó a extinguirse con cada segundo que pasaba.

El medicamente estaba haciendo su efecto y Liam solo se sentía cansado por la repentina tranquilización de su organismo.

De repente, la puerta del baño se abrió de manera estrepitosa, sobresaltándolo y logrando que su corazón casi saliera de su pecho por el repentino movimiento, al enfocar nuevamente la mirada, se encontró con unos grandes ojos azules que lo miraban totalmente sorprendidos, aunque, segundos después dos grandes signos de interrogación parecieron destellar en ellos, Liam realmente quería meter su cabeza en algún agujero y no salir nunca más de ahí, sintió la vergüenza explotar rápidamente sobre su rostro y solo miró apenado al extraño chico que seguía congelado bajo el marco de la puerta.

— ¿Todo bien, compañero? — El muchacho se movió lentamente hacia adentro y cerró la puerta tras su espalda siendo cuidadoso de no hacer mucho ruido, algo de curiosidad destilaba de su afinada y clara voz, el castaño logró distinguir brevemente un lindo acento en su dulce hablar, pero no sabría decir de dónde provenía.

— Si, todo e-está bien. — Liam respondió con voz bajita y pequeña, para luego comenzar a mordisquear su labio inferior con nerviosismo, se intentó encoger más en sí mismo al ver como el chico extraño se acerca a él con pasos cautelosos y lentos, abrazó sus piernas con más fuerza y se preparó para lo que sea que estuviera a punto de pasar.

Para su total sorpresa y desconcierto, el chico no hizo nada malo en contra de su persona, solamente llegó tranquilamente a su lado y se sentó sobre el piso del baño, manteniendo la distancia con él solamente por unos pocos centímetros, no parecía para nada enojado o molesto, simplemente contemplaba al castaño con ojos risueños.

Liam se permitió bajar un poco sus defensas al ver los ojos tan trasparentes del muchacho, no reflejaban algún sentimiento maligno, simplemente era pureza lo que sus ojos cielo le mostraban y eso le relajó por un momento.

— Eres Liam Payne, ¿no? — La voz del chico nuevamente bailó en el silencio del baño y el castaño parpadeó varias veces en su dirección con una expresión de confusión fundida en sus lindas facciones, el rubio a su lado solo le sonreía ligeramente, era una sonrisa perezosa y agradable.

— ¿Có-cómo sabes eso? — Liam preguntó con un leve, y casi imperceptible, temblor en sus manos, sentía punzadas dolorosas por cada latido que retumbaba en su pecho, así que, volvió a abrazar sus piernas con la esperanza de calmarse un poco y no dejarse caer en algo que complicaría la situación.

☁️ «SHY» | Ziam © ☁️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora