☁️ Capítulo 16 ☁️

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La mañana llegaba perezosamente en la ciudad de Londres, los finos rayos del sol se filtraban cuidadosamente entre las entreabiertas cortinas color crema, mientras en la íntima habitación ambos jóvenes permanecían dormidos tranquilamente sobre aquel colchón inflable; suaves respiraciones, piel fusionándose, extremidades enredadas y corazones latiendo a la par. Luego de aquella feroz tormenta que había caído sobre la ciudad, el sol se comenzaba a alzar en toda su gloria sobre el anaranjado cielo, su leve resplandor convertía las gotas de rocío que adornaban el paisaje en pequeñas gemas, y el aire húmedo que la lluvia había dejado era, en cierto modo, refrescante.

Zayn se medio despertó al escuchar como un sonido estridente provenía de un lugar cercano a la habitación, entre la neblina e inconsciencia que el sueño aún mantenía sobre su cuerpo, solo percibió como unas voces decían cosas entre ellas, demasiado desmayado para entender de qué hablaban, sin embargo, no se preocupó de aquello, quizá porque su cerebro aún no comenzaba a funcionar del todo nuevamente. Cerró los ojos suavemente, abrazó al chico más cerca de él, si es que eso era aún posible y se dispuso a dormir nuevamente, pero algo le interrumpió, las voces que había escuchado se trasformaron en un rechinante motor de auto que hizo tanto ruido para despertarlo aún más, quiso gruñir, molesto, pero solo se mantuvo quieto, pasaron unos cuantos segundos y el sonido del motor se comenzó a alejar rápidamente, por lo que se volvió a acomodar y esta vez se dispuso a seguir con su sueño.

Unas dos horas más tarde fue Liam quien se despertó entre parpadeos adormilados, el sueño le cubrió la mente por unos segundos en los que trató de pensar qué había pasado la noche anterior, normalmente no se despertaría tan confundido, pero había algo especial en la de ayer que quizá tenía que ver con el dormido chico pelinegro que dormía junto a él, bueno, decir "junto" no era muy verídico, ya que, el castaño estaba literalmente, sobre el otro chico. Al darse cuenta, enrojeció de una forma espeluznante, estaban en una posición tan íntima que se sintió la cabeza darle vueltas y su corazón saltó feliz en su pecho.

Se separó lentamente del pecho del pelinegro, intentando no despertarlo bruscamente e inmediatamente fue consciente de los cálidos brazos que le rodeaban la cintura con algo de tensión, impidiendo su huida, suspiró algo nervioso y solo se quedó allí, Zayn podría aflojar el agarre en algún momento. Se permitió apreciar el rostro relajado del otro chico con escrutinio, todos sus rasgos faciales le parecían excepcionales, pero tenía que decir que había algo que mantenía con especial aprecio en su corazón, sus ojos. Aquellos orbes que lucían tan suaves y fuertes al mismo tiempo, que se aclaraban u oscurecían dependiendo del sentimiento que dominara al chico, brillantes con aquel color ámbar miel que lo hacía querer apreciarlos para siempre, a través de ellos podía entender un sinfín de emociones y acciones, eran una limpia escotilla hacía el corazón del chico que, con pocos momentos compartidos, había ganado su total amor y cariño.

Solo pudo quitarse la nube de corazones de su cabeza, cuando Zayn se movió ligeramente entre sus intrigantes sueños y el movimiento aflojó un poco el firme agarre que había mantenido en la cintura de Liam, por lo que, con minuciosos movimientos el castaño se logró quitar del abrazo en que había estado, logrando pararse de la cama con algo de esfuerzo para no mover demasiado al durmiente chico sobre aquel inquieto colchón. Parecía una locura que, teniendo una cama en la que ambos podrían haber dormido sin problema, solo se quedaron en el colchón del suelo, durmiendo abrazados con un montón de mantas para combatir el frío de la noche, pero no se quejaba, nunca había dormido más cómodamente en su vida. Otorgándole una sonrisa al dormido pelinegro, procedió a entrar al baño.

Pasó una media hora, y él castaño estaba tranquilamente en la cocina preparando algo de café, el sol se colaba por la ventana con timidez, mientras guardaba la nota que sus padres le había dejado sobre la encimera en su bolsillo trasero, se habían ido a ver a una amiga de su madre por un tema de una reunión o algo así, no le especificaron tanto. Había dado el primer sorbo de café, cuando percibió los suaves pasos medios arrastrados de Zayn venir lentamente por el pasillo, no tardó mucho para que la figura del pelinegro apareciera en su visión y le desconfigurara completamente el sistema operativo.

☁️ «SHY» | Ziam © ☁️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora