- ¿Qué haces aquí? ¡T dije que no salieras!
Grité al verla aparecer por la puerta de mi habitación.
- Y yo te dije que no me alejaría de ti. No puedo arruinar mi existencia asustada.
- No es asustada, es no tentando las malos sucesos.
- Basta, quiero estar aquí y ya. Si me voy a morir tengo que verte antes.
- Lluvia esto es enserio, no sabemos quién anda detrás de esos asesinatos.
Ella por fin se acerca lanzando su bolsa hacia mi cama.
- Necesito que pares de hablar sobre eso, eres el único que logra tranquilizarme, por favor intenta olvidar la horrorosa situación en la que está la ciudad.
Medio sonreí al escucharla.
- Está bien, cada día me recuerdas más a Karla, tan mandona y tan convincente.
La alegría abandonó su rostro inmediatamente.
- No debí decir eso.
- ¿Te gusto porque me parezco a Karla?
- No, yo no he dicho eso, me gustas tú, como eres cuando estás conmigo, que te parezcas o no es otra cosa.
Toma asiento a mi lado cruzando las piernas.
- No sé, a veces creo que gustarte es demasiado bueno para ser real, es decir, nunca me había sentido tan feliz en toda mi vida.
- No tienes que pensar así, solo disfruta de lo que sentimos, olvida el resto.
- ¿Como era ella?
- ¿Estás segura de que quieres tener esta conversación?
- Por favor.
Suspiré rendido y pensé en Karla
- Ya sabes, muy espiritual y pacifista, le encontraba siempre el lado bueno a las cosas, como tú.
- ¿Eso te gustaba?
- Claro, era parte de ella y toda ella me gustaba.
- Cuéntame más.
Suspiré y dejé caer la espalda sobre el colchón.
- Con ella conocí el amor, Lluvia y aprendí q nada es para siempre por mucho q se quiera, q el amor duele y a veces terminas enterrándolo para nunca más sentirlo.
- Hablas casi como yo.
- Puede ser, aunque tú sí crees que el amor feliz existe.
Se lanzó a mi lado, abrazándome para decir:
- Por supuesto que existe, tú mismo lo experimentaste
- No, Lluvia, si verdaderamente existiera hoy Karla estaría aquí, conmigo.
- ¿Y q pasaría con mi amor? Estaría sola ahora mismo.
- Aún no entiendes esa palabra. ¿Cómo puedes decir sentirla?
- ¿Qué te hace estar tan seguro? Yo conozco lo q siento y sé lo fuerte que es.
La aparté volviendo a sentarme.
- Se llama ilusión y normalmente acaba pronto.
Ella hizo lo mismo tomando mi rostro.
- ¿Por qué eres tan negativo?
- No lo soy, me niego a pensar que sufrirás como yo, estoy pensando en positivo Lluvia, no te enamores.
- ¿Y q pasa si ya lo hice? ¿Qué pasa si esta es nuestra historia d amor? ¿por qué tiene q pasar lo mismo q con Karla?
- No lo sé, no lo se, he perdido la fe y una vez en el olvido es casi imposible q vuelva.
Me levanté esperando que olvidara el tema.
- ¿Casi? O sea q hay una posibilidad.
Río y me acerco hacia ella.
- Eres tan linda.
La tomo del mentón y le doy un pequeño beso.
- ¿No crees q puedas volver a enamorarte?
- No es q no lo crea, es q no quiero.
- Pero David...
- Pero nada, así es y así debe seguir siendo.
- Debiste sufrir mucho.
- No tienes idea.
- ¿Como fue?
- Hace casi tres años tuvo un accidente y gracias a él le detectaron el cáncer, sin embargo estaba muy avanzado, no pudimos hacer nada, en unos meses, dejó d existir.
- Lo siento.
- No te preocupes.
- Sé q nunca la olvidaras.
- Seria imposible.
- Yo también tuve un accidente ¿sabes?
Uní mis cejas tomando asiento para escucharle.
- ¿Enserio?
- Sí... Mas o menos en ese tiempo. Regresábamos del aeropuerto, habíamos visitado a mis abuelos en Australia y terminaban las vacaciones. Mi padre desafortunadamente chocó el auto y estuve unos meses en el hospital con un par de costillas rotas.
- ¿Me lo dices enserio?
- Es verdad, no lo había contado nunca, pero así es.
- ¿Y qué paso?
- Bueno después d eso mis recuerdos se tornaron borrosos, hasta día d hoy sólo recuerdo situaciones aleatorias d mi infancia. Creo que por eso grababa todo lo que hacía, no quiero olvidar nada más.
- No tenia ni idea, lo siento mucho.
- Aunque… pensándolo bien, ojalá no recordara nada de aquella época.
- ¿Por qué lo dices?
- Digamos q no son muy gratos.
- ¿Es sobre tu padre?
- Sí.
- Lo siento.
- Deja d disculparte, después d todo quizá m pasó para bien.
Arrugo la frente sin entender.
- Mi madre dice q siempre busqué la aprobación d mi padre y q cumplía con cada una d sus peticiones, pero q después d ese accidente me volví rebelde. Fue cuando conocí a Lucas, el debió cambiarme.
- Quizás t diste cuenta d lo q querías hacer realmente en vez d vivir a la sombra de los deseos d tu padre.
- Puede ser.
- Me dijiste que tu padre era psiquiatra ¿no?
- Sí ¿Por qué?
- No, por nada, sólo me parece extraño que un hombre de ciencia que conoce perfectamente la mente humana y sus traumas tenga uno tan horrible como disfrutar de tus castigos.
- Nunca lo había pensado pero... tienes razón, algo debió pasarle, no puede ser así sólo porque sí.

ESTÁS LEYENDO
Lluvia [FINALIZADA]
RomanceNunca sabes lo que la lluvia puede traer, como puede comportarse, si calmada y agradable o agresiva y tormentosa. Nunca sabes lo que puede pasar mañana, la muerte, la vida, la felicidad o quizás con un poco de suerte, te encuentre la lluvia.