Lluvia [FINALIZADA]

7

-¿Y…?
Preguntó acuciante esperando por más.
-Y… nada, ¡no pasó nada, Lucas!
-¡Por fin! ¡Qué martirio!
-Lo sé, lo sé, sólo bailamos, seguimos bebiendo y por alguna extraña razón nos deshicimos de la ropa para dormir como troncos el resto de la noche.
Ríe y toma mis manos.
-Ya puedes estar tranquila. Olvida a ese estúpido de Aiden y sonríe que eres muy linda para estar con ese mal rostro por cosas insignificantes.
-La verdad es… no estoy así por Aiden, sino por David.
-¿David?
-Ya sabes, el idiota de la biblioteca.
-Ah, y ¿qué pasó con él? ¿Otra vez insultos?
-Sí y no. Nos escuchó hablando en el auditorio y me dijo un montón de cosas horribles porque piensa que me gusta Aiden.
-¿Hablas enserio?
Asiento
-¿Estará celoso?
-Lucas, por dios, no digas tonterías.
-Eso creo, es lo que parece, Vi. ¿Por qué todos los chicos te persiguen? ¡Deja algo para los demás! ¿Qué tienes tú que no tenga yo? ¡¿Qué?!
Río exagerada ante su drama y le lanzo una de mis almohadas a la cara.
Lucas puede ser algo loco e imprudente pero es un buen amigo.
- ¿Sabes? Estoy algo preocupado.
- ¿Y eso?
- Haddad me atrapó hablando con Chantal mal de él y pues…
- ¿Te castigó?
- No, al contrario, en el instante pensé que se pondría loco de ira, ya sabes lo obstinado que es, pero sólo sonrió sin articular palabra.
- Que raro.
- Lo sé, por eso me preocupa ¿le pasará algo?
- Bueno no es grave, quizás ni te escuchó, tranquilo, todo estará bien.
- Pues sí ¿verdad?¿para qué preocuparme por nada?

…

El Oberreitnau era casi tan acogedor como una casa, adoraba sentarme a su orilla, admirar los árboles y hermosas flores que llenaban el lugar y pensar en paz.
-Sabía que estarías aquí.
- Y ¿cómo es que sabes tanto de mí?
Me giro a su encuentro.
- Oh, ya sé. Me has escuchado decirle a mi madre a donde iba. Te encanta escuchar lo que no es para ti.
David se sienta a mi lado con una media sonrisa sin expresión alguna.
- Lo siento, sé que no fue mi mejor acción.
- Ya son muchas las veces que he escuchado una disculpa de tu boca. No sé si deba perdonarte una vez más.
- Entiendo que estés enfadada, en algún momento yo también lo estuve y significó el porqué de mi actitud ante su conversación… tuve una perspectiva diferente de ti al enterarme pero no fue escuchándolos que supe sobre Aiden…
Le miro algo confundida.
- … Suelo caminar en las noches cuando el sueño no me visita, lo vi subir por tu ventana… y demorarse lo suficiente como para pensar lo que pensé.
- Y ¿por eso supusiste que era diferente? Creo que te apuras demasiado en crear perfiles de las personas por cada cosa que hacen.
- puede que tengas razón. Por eso estoy aquí, disculpándome.
- Dolió mucho como me hablaste, pero el sentirme así me dio fuerzas para hacer algo que debí hacer hace mucho tiempo. Te perdono.
Sonríe débilmente
- Gracias. Espero no volver a equivocarme. Creo que no me perdonaría ni yo.
- ¿Qué quieres decir?
- No me equivoco con mis perfiles, nunca lo he hecho y tú me has confundido tantas veces que comienzo a dudar de mi capacidad para ver más allá. No me perdonaría otro error como este.
Su respuesta a pesar de ser la más acertada no fue la que esperaba. Por alguna razón quería escucharle decir que no se perdonaría volver hacerme daño… sin embargo la idea se esfumó de inmediato… ¿acaso pensé que David mostraría algo de sensibilidad? Supongo que algo en mi cabeza hizo corto circuito.
- ¿Te pasa algo, Lluvia?
Le miro
- En absoluto.
Pequeñas gotas de agua aterrizan sobre mi piel expuesta anunciando la eminente lluvia.
David se levanta y me tiende la mano.
- ¡Ven! Sé de un lugar donde podemos esperar.

…

- ¡¿Un establo?!
Le grito al ver donde me lleva.
- ¿Tienes una mejor opción?
Empuja la puerta y entra agitándose el cabello húmedo con las manos.
- Pues sí, ¡mojarme! ¡Odio los caballos!
Él ríe ante mi respuesta.
- Entra, no seas tonta, te vas a enfermar.
- La lluvia no le puede hacer daño a la lluvia.
Sonríe y se acerca hasta quedar a unos centímetros de mi rostro. La lluvia había tomado fuerza y eran casi imperceptibles las palabras que emitía su boca. No podía escucharle muy bien así que miré sus labios buscando entenderle pero no funcionó.