Lluvia no hizo más que llorar hasta quedar dormida sobre mi cama. Lucía hermosa hasta dormida.
Me tomé mi tiempo observándola. Intentando ajustar las piezas que su personalidad me había brindado.
No entiendo cómo Aiden logró acercársele.
De sólo imaginarlos a punto de cometer una locura, la irascibilidad se apodera de mí.
Tan despreciable...
El maldito piensa que aún tiene oportunidad, que aún puede aprovecharse y acostarse con ella... Pero Lluvia es mía, a partir de este instante será mía porque no puedo tolerar que nadie más, como yo, lo crea.
...
- ¿Ya estás despierta?
Comenté sin girarme aun leyendo en mi escritorio.
- Sí ¿Cuánto he dormido?
- Unas 4 horas.
- ¿Tanto? ¡por dios qué vergüenza!
Sonrío y me giro hacia ella
- No tienes por qué sentirla.
- ¿Y tú qué has hecho?
- poco más que mirarte dormir.
- ¡David!
- ¿Que?
- ¡Ay no! Que horrible.
Río acercándome hasta obligarla a acostarse sobre su espalda mientras intenta mantener la distancia.
- ¡Déjame! No puedo besarte ahora.
- ¿Por qué no?
- Porque llevo 4 horas babeando. ¡David para!
- ¿Y eso qué importa?
- Por supuesto que importa. ¡Quítate de encima!
La tomo de las manos estirándolas a ambos lados de su cabeza y beso su frente.
- ¿Así está bien?
- ¿Puedes bajarte ya?
- Esta bien, está bien. No haré algo q tu no quieras.
La puerta que lleva a mi baño personal es abierta por ella y se demora unos minutos.
- ¿Ya estás lista para besarme o tienes otra escusa?
- Acabo de usar tu cepillo de dientes y la que supongo es tu toalla.
- ¡pero qué valor!
La risa se apodera de mí.
- ¿Cómo puedes utilizar una toalla sucia?
- Bueno, si es tuya no me importa usarla. Además, sólo sequé mi rostro.
- ¿no te importa? ¿Sabes acaso que fue lo último que sequé con esa toalla?
- No necesito imaginarlo.
Reímos y la abrazo fuerte levantándola del suelo para besarla.
- ¿Estás mejor?
Su semblante cambia
- Sí, contigo logro olvidarlo todo.
La bajo y tomándola de ambos lados de su cara le miro a los ojos.
- Siempre que necesites de mí, estaré aquí, esperándote.
- ¿No te parece que vamos demasiado rápido?
Sonrío
- Rápida es la vida ¿Qué sentido tiene esperar para hacer algo que deseas hacer? ¿qué me has hecho lluvia? ¿Qué me has hecho que ya no puedo apartarme de ti?
- No tengo idea de qué es lo que está pasando entre nosotros, sólo sé que se siente… real, y que es hermoso, muy hermoso.
- ¿Tu también lo sientes? Tengo la sensación de haberte conocido hace años. Confío en ti sin conocerte... Es... Raro... Pero me gusta.
- Tenías razón.
- Lo sé pero ¿sobre qué?
Lluvia medio sonrió ante mi muestra de autosuficiencia y tomó mis manos para decir:
-No es hermoso.
Sabía que se refería a la muerte. El sentimiento me abrazó por un instante, compartía su dolor y a pesar de que tener razón siempre me pareció excitante, esta vez hubiese preferido que no la tuviese.
La abracé lo más consolador que pude, como si intentara extraer su sufrimiento y depositarlo en mí, como si su bienestar importara mucho más que el mío.
Lluvia
Según la policía el cuerpo fue encontrado en pedazos... Como si un carnicero hubiera cortado los trozos de un cerdo...
La sangrienta imagen comenzó a crearse en mi mente una y otra vez hasta que comprendí q jamás volvería a verle d nuevo.
Pobre lucas
Asesinado como un animal en mitad d la calle.
Por suerte David supo tranquilizarme.
Él sabía como calmar mi ira, mi tristeza, estaba segura de que lo único que era incapaz de calmar eran mis deseos sobre él.
Era extraño sentirme así a unas semanas de conocerle.
Era casi mágico... Quizás obra del destino... Nunca creí en cosas como esas pero esta vez me estaba planteando la existencia de su fuerza.
Regresé a casa en mediodía, esperé disfrutar un poco del sol al menos, sin embargo, comenzó a llover incontrolablemente a penas entrar por la puerta.
- ¿Estás bien?
Comentó angustiada mi madre por octava vez desde que llegué.
- Te he dicho q si, solo me apetece descansar.
- Tu padre aún no llega para almorzar... Si quieres adelántate, yo le esperaré.
En mi casa se almorzaba y cenaba a la misma hora siempre y cuando todos estuviesen sentados a la mesa, sin embargo, papá se estaba demorando.
- Tranquila, no tengo hambre.
Subí a mi cuarto buscando estar sola. A penas había salido de casa de David y ya le extrañaba.
Me dejé caer sobre el colchón y permanecí así durante unas horas.
No sabía cómo seguir sin Lucas.
Era mi amigo... Mi mejor amigo.
Lo había perdido... Para siempre.
Decidí bajar buscando algo de comer, mi madre se había dormido en el sillón del salón esperando por mi padre y me pareció absurdo que dejase de comer solo porque él no vino.
El sonido insoportable de un motor de auto se escuchó debajo de mis pies. Mi padre había llegado.
Me acerqué a la ventana que da a la calle bebiendo la soda que había tomado hacía un instante. Mi padre no estaba solo, el señor Haddad bajó del auto y cruzaron breves palabras hasta que se marchó, mi padre guardó el auto y subió a casa.
-¿Desde cuándo eres tan amigo del señor Haddad?
-No lo soy, simplemente nos relacionan cosas de trabajo, y le ofrecí un aventón.
Su respuesta me pareció rara, sin embargo, decidí no preguntar más.
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Lluvia [FINALIZADA]
RomanceNunca sabes lo que la lluvia puede traer, como puede comportarse, si calmada y agradable o agresiva y tormentosa. Nunca sabes lo que puede pasar mañana, la muerte, la vida, la felicidad o quizás con un poco de suerte, te encuentre la lluvia.