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La noche anterior…

-Entonces… q eres de David?
-En realidad no lo tengo muy claro.
Ella ríe y pide al barman dos cervezas.
-Me alegra verlos juntos. Me recuerdas a alguien.
-A Karla?
Me adelanto a decir
-Sí, a ella.
Aprieta los labios con pesar
-Lo siento, sé que era tu amiga.
-No te preocupes. Olvidemos todo lo triste y bebamos.
Reí por su alegría y tomé un sorbo. Era la primera vez desde aquella fatídica noche del vídeo q bebía alcohol.
-Como siguió el señor Haddad?
-Cómo?
-Su tío, cómo está?
-Bien, por qué lo mencionas?
-No sabes?
-Qué debería saber?
-Desde aquel nombramiento no es el mismo. Dicen q estuvo internado en un hospital psiquiátrico.
-Perdón? No estoy entendiendo.
Nila abre los ojos como si hubiese hablado de más.
-Tranquila, no es momento de hablar eso.
-Nila no t conozco pero sí conocí a Lucas y cuando él decía algo no era por gusto. Qué pasa con Haddad?
-Quién es Lucas?
-Nila…
La presioné esperando una explicación.
- A ver, Lluvia, yo no debería contarte pero lo haré porque me has caído muy bien… Ambos hermanos Haddad impartían clases en nuestro colegio, y ambos eran muy buenos, sin embargo cuando el ministerio decidió nombrar a un nuevo ministro el tío de David salió perdiendo. El pobre casi pierde la cabeza, siempre quiso el puesto y enojado por el resultado se fue a Lindau. Después de eso se comentaron varias cosas sobre él, pero el padre de David nos aseguró que estaba bien y que un amigo psiquiatra suyo le estaba ayudando a asimilar la situación.
- Vaya… nunca lo habría imaginado.
- Entonces asumo que lo ha superado.
- Eso creo.

David

Me aparté de Lluvia en la mañana. Mi tío necesitaba hablar conmigo de algo urgente en el jardín sobre el señor Sampson  y no quería preocuparla.
- ¿Qué tenías que decirme?
- Vaya, son justo las nueve…
Confirmó consultando su reloj de pulsera.
- Tan diligente como tu padre.
Me extrañó escucharle hablar de mi padre.
- Debiste haber ido en aquel auto cuando tuvieron el accidente.
Arrugué las cejas
- ¿Por qué dices eso? ¿Qué te pasa?
- Bueno… accidente es una forma de hablar ¿verdad? Fue meticulosamente planeado.
Las ideas comenzaron a rondar mi mente.
- ¿Qué estás queriendo decirme? ¿Acaso fuiste tú?
Sacó un cuchillo de cocina del bolsillo de su suéter para apuntarme.
- ¡Tú padre no se merecía aquel título! ¡Era mío! Fui yo quien perdió su juventud estudiando para enorgullecer a nuestros padres ¡Yo debía tenerlo! Siempre lo tuvo todo, siempre…
- Tío, por favor, baja ese cuchillo, no soy mi padre, podemos hablar con calma.
- Tú también piensas que estoy loco, pero no, yo no estoy loco, no, no ,no, noo.
Repitió hasta que se cansó.
- Tú debes morir, ha llegado tu turno.
- ¿Mi turno? Claro, Eras tú el asesino. Siempre fuiste tú.
Rió desequilibrado.
- Por supuesto que era yo, yo, yo, siempre fui yo, necesitaba librarme de ellos, de todos ellos, ellos, ellos me atormentaban, se reían a mis espaldas, ellos, ellos, merecían morir, sí, merecían morir, morir, morir, morir…
- ¿Y yo? Yo no me he reído de ti.
Volvió a reír sin sentido.
- Tú crees que estoy loco, yo lo sé, pero no lo estoy, yo no estoy loco, yo no estoy loco, ¡yo no estoy loco!
No vi venir el cuchillo en dirección a mi pecho… Mi mente viajaba tan rápido que ni siquiera podía entender qué estaba sucediendo.
Mi tío había sido víctima de la esquizofrenia, pensé que se había recuperado pero fue un error confiar en él. Sus métodos de psicopatía lograron engañarnos a todos… y hoy estaba sintiendo mi error, por mis padres, por mis compañeros, por Lluvia que no estaría a salvo… jamás debí sacarle de aquel hospital, jamás debí confiar en sus intenciones.
Mi último atisbo fue la figura paralizada de Lluvia a unos pasos de allí. Alguna fuerza exterior, mayor a mí me impedía moverme, pelear con mi tío.
Las puñaladas eran incesables… sin embargo ya no sentía dolor, solo amor, no podía sentir algo más que amor al ver a Lluvia, no después de aceptarlo…
Te amo Lluvia, te amo tanto que seré capaz de volver a ti…

Lluvia [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora