Meses han pasado no se cómo he sobrevivido, cada noche las pesadillas me ahogan. El tiempo que ha pasado solo me ha hecho crear sentimientos en mi, fuertes y profundos, cuando veo a Connan solo siento dolor, tristeza y ganas de terminar con el.
¿Que puede hacer una niña como yo? Nada, solo quedarse en silencio, soportar las constantes profanaciones a su cuerpo, y tratar de ya no llorar, ya no le regalaré ni una lágrima a ese hombre.
Trata de penetrarme más duro, duele, claro que lo hace, pero no sé lo demuestro.
—¡Carajo! Pareces una puta muñeca. Se queja, eso era lo que quería ¿No?
He dejado de sentir, me siento como un ser seco carente de vida.
Sale bruscamente de mi, y empieza a vestir, me quedo tumbada en la cama, y sin decir una palabra me cubro con la sábana la cara.
—Más tarde vendrán a arreglarte, te traerán ropa, báñate.
Me descubre el rostro y me besa en los labios.
Sonrío cuando cierra la puerta, y me levanto con dificultad, entro al baño, me miró al espejo, mi rostro es pálido, sin golpes, hacerme la muñeca al menos me ha salvado de los golpes, aunque llevo mis manos a mis muñecas, moradas y luego reviso mi cintura amorarada también. Niego con la cabeza, esto nunca estará bien, no mientras siga aquí.
Sin más me ducho, hace tiempo que me he acostumbrado a esta vida, si se le puede llamar vida, a veces me pregunto si me seguirán buscando, si ya se rindieron, a veces pierdo la fe, las ganas de seguir, pero luego recuerdo a mis padre a mi hermana y se que debo seguir luchando, tengo que salir de aquí de una manera o otra, también he Sido conciente que tal vez nunca vuelva a verlos, incluso si escapó de aquí.
Después de la ducha me visto con algo de la poca ropa que tengo, suspiro mientras se abre la puerta, ante mi aparece una chica, más grande que yo, la cual trae una pequeña maleta y lo que parece un vestido dentro de una funda, alcanzó a ver qué es de un tono rosa muy suave, muy lindo.
Atrás de ella aparece Connan quien solo me lanza una mirada de advertencia.
—Deja a mi chica hermosa Lauren.
La chica asiente, y me dice que me dejara como la digna novia de Connan.
Yo solo asiento, pensando en mil insultos, para mí sorpresa lo que hace, es trabajar con mis moretones los cubre con cremas, me arreglas las manos, me hace manicure y pedicure, me hace un facial, y después de esto me hace poner unos pans de un color rosa, guarda sus herramientas y sale de la habitación.
Minutos después entra Connan y sonríe en cuanto me ve.
—Es hora de irnos. No digo nada, mientras me conduce fuera del cuarto, fuera de la casa, conduce una camioneta con escoltas siguiéndonos el paso.
—Iremos a la boda de un amigo, te portaras bien, como una señora, no quiero tus estupideces oíste.
Asiento, quizás pueda escapar, quizá pueda salir de aquí.Para mí sorpresa llegamos a aeropuerto, dónde abordamos un jet, Lauren viene con nosotros, pero obviamente apartada.
Cierro los ojos y duermo, necesito estar descansada para huir de Connan.
**************************
Miro mi reflejo en el espejo, Lauren me ha hecho un maquillaje muy simple, pero a la vez precioso, ha remarcado mis faciones y ha hecho que me vea hermosa, mis ojos resaltan.
—Es una diosa Señora. Me alaga, le regaló una media sonrisa.
Me ayuda a vestirme con un vestido que es de manga larga con un escote en la espalda, largo, tan largo que aún con tacones se arrastra.
Connan entra, usa un traje color gris, con la corbata del mismo tono rosa de mi vestido, vamos combinados como una pareja.
—wow mi amor estás hermosa, perfecta como la muñeca que eres.
Se acerca y me besa en los labios, mira a Lauren.
—Te haré llegar tu cheque.
La chica agradece y se retira.
—Vamos trata de sonreír, te vez como una muñeca amargada.
Finjo una sonrisa y el solo niega con la cabeza, se acerca a uno de los closets y saca un abrigo el cual es de un tono negro, me lo pone, y el saca otro abrigo el cual se pone el.
Salimos del lugar y nos dirigimos a la boda supongo, ahora entiendo el tema de los abrigos, hace bastante frío, hay nieve en el paisaje y es algo hermoso de ver, y se que estamos en Alemania.
Al llegar miro una gran reja custodiada por hombres armados, dejan entrar a Connan a quien parece ya conocen a la perfección, la propiedad es hermosa y veo con asombro que en el jardín hay una gran carpa.
Connan apaga el motor del auto y antes de que pueda parpadear dice.
—Esos hombres trabajan para mí amigo, que sin duda como te darás cuenta comparte el mismo gusto que yo por tener mujeres como tú, así que no intentes escapar porque no lo lograras y me harás enfadar tanto que sabes cómo te follo después.
Con la mirada perdida asiento, el sale del auto para rodearlo y abrír la puerta.
Me ayuda a bajar, y caminamos a la entrada donde veo a un hombre bastante imponente quien al parecer es el novio.
—¿Listo para casarte? Este asiente y se abrazan en modo de amistad.
El tipo fija su mirada en mi.
—Esta es tu muñeca.
—Si, Jürgen, te presento a Cassidy, mi mujer.
El tipo toma mi mano, y la besa.
—espero que sepas lo afortunada que eres por estar con Connan. Su mirada es hielo y el hielo que asfixia, el sabe lo que vivo, y no hará nada lo leo en su semblante.
Minutos despues se pone en su lugar en el altar donde la veo llegar.
Es una niña, ¿nadie lo ha notado acaso? Sus faciones delicadas son hermosas pero es joven, lleva un vestido blanco y se nota su vientre abultado, está embarazada, y aunque sonríe, en sus ojos noto la misma miseria que hay en los míos cuando me miro en el espejo.
Sin darme cuenta una lágrima rueda por miejilla.
Connan me sonríe para susurrarme.
—ella es igual que tú.
Una víctima pienso.
La chica me mira, nuestras miradas se encuentran y siento una tristeza invadirme, no quiero ser ella, no quiero ser obligada a casarme con alguien que me violenta, y aparte tener que parirle un hijo fruto de violaciones y abusos.
Necesito salir de aquí ¡ya!
ESTÁS LEYENDO
Cautivada Por Sus Mentiras
RandomEn los cuentos de hadas te cuentan como una princesa se enamora del príncipe sin conocerlo. ¿Y si te digo que el príncipe no es tan bueno como lo pintan? Esta es mi historia, yo seguí los consejos de las princesas de cuentos baratos y tan azucarados...