Capitulo 22

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Connan.

acaricio el cabbelo azabeche de la única persona que me ofrece tranquilidad en estos momentos.

me siento tan rui, una cosa es asesinar a personas mierdas de mentes podridas a dañar a una pobre niña con sueños, una niña inocente y tierna, tan amorosa, eso es lo que es mi dulce Cassidy, desearía mil veces que fuera ella la madre de mi hijo a que esa mujer fuera Laini Coffman, ella que ni siquiera ama al bbe, solo le importa amarrarme a ella.

Cassidy ronca suavemente, y solo sonrio, incluso eso es tierno de ella,la abrazo con fuerza es mia aunque tenga que soltarla, no quier ni puedo soltarla.

Me levanto y me visto, salgo de la habitación, camino por el pasillo.

-La estás cagando Connan.
Reconozco la voz y sonrió.

-¿Tu crees?

Petrov niega con la cabeza.
-Estas jugando con fuego tratándose de Laini y te vas a quemar, y esa pobre creatura no merece las mierdas que le estás haciendo déjala ir.

-No puedo, ni quiero hacerlo, Cassie es mía hasta que uno de los dos muera.

Petrov me mira mal, es un gran amigo pero es más que obvio que no está de acuerdo con lo que hago.

Tocó su brazo.
-Dejame esto a mi.

-Jürgen quiere verte.

Sonrió, hace bastante que no veo a ese hombre.

Mi sorpresa es mayor cuando veo al hombre caminar hacia nosotros, su andar arrogante y despreocupado es lo que siempre noto en el, su cabello rubio está perfectamente peinado hacia atrás.

-Demonios te dije que esperarás Jürgen. Petrov dice molesto. -ustedes dos son un grano en mi trasero.

-puedes estar tranquilo no asesinare a Connan. Dice un despreocupado Jürgen.

Y para mí sorpresa me suelta un golpe que impacta en mi mejilla.

-No embarazas a una mujer que no sabe ser madre idiota.

Sonrió mientras me levanto, ya que el golpe me derribo.

-El bebé que espera tu hermana no es mío, hace meses que no he estado con ella, y tú mejor que nadie sabe cómo es.

-Lo pensé, pero también te conozco a ti.

-Pueden discutir esto en otro lado. Nos dice Petrov. -La creatura duerme.

-¿Habla de tu puta? Me preguntó Jürgen.

Asiento, no me gusta que la llamé así.

-Cassidy su nombre es Cassidy.

El me mira sorprendido.

-Vamos no vayamos a despertar a la niña.

Caminamos por los pasillos de la fortaleza que es esta casa, hasta el despacho donde Petrov nos deja solos.

-Lo va a abortar, sea tuyo o no, ese bebé no puede nacer.
Dice Jürgen después de tomar un trago de alcohol. -Laini no sabe ser madre, es egoista y calculadora.

-Ella insiste en que es mi hijo.
Digo yo harto de toda esta situación absurda. -Solo quiere amarrarme, no ha encontrado la forma efectiva de que le dé todo mi poder, ya te lo he dicho ella solo quiere poder.

-No se lo daremos, ella no tiene cabida en nuestros asunto y negocios.

Me levanto para rellenar mi vaso con más alcohol.

—deberias ponerle un alto tu hermana te va a tomar de los huevos algún día, y te aseguro que plenea quitarte del camino.

Jürgen sonríe.
—Ya me tiene harto con sus juegos, pero no vengo por el tema de mi hermana solamente, tengo un problema con un amigo tuyo.

Me río. —Tu eres mi único amigo, Petrov figura en la ecuación como nuestro padre.

Los dos asentimos.

—Te necesito en Alemania unos días, en lo que Laini aborta y resolvemos mi problema.

—por supuesto, aunque es raro que estés aquí y dejes a tu niñita sola.

—Paulette ni notará que no estoy.

La puerta se abre y vemos la figura de Laini, lleva los ojos con lágrimas y está tan pálida que parece un papel.

—Sabia que esa era la voz de mi hermanito.

Entra a paso rápido para lanzarse a los brazos de Jürgen.
—Ya te enteraste de que vas a ser tío.

—No voy a ser nada, porque ese bebé no va nacer.

El rostro de Laini se descompone mientras pone sus mano en su vientre todavía plano.

—Tu no vas a tocar a mi bebé.

—No lo puedes impedir hermanita, tu no amas a nadie le haré un favor a ese niño.

Laini comienza a darle puñetazos a Jürgen. —Eres un maldito ¡No puedes hacerme esto! ¡Siempre tuviste lo que quisiste! ¡No puedes quitarme a a mi hijo!

Jürgen responde dándole una cachetada que la manda al piso.

—¡Basta! Desde que murieron nuestros padres he tenido que soportar tus berrinches y caprichos, y un bebé no es uno. Laini levanta el rostro la sangre escurre de su nariz y labio. —Tu no sabes ni cuidarte, sabrá Dios cuántas drogas te metas, con cuánto tipo te revuelques, no me importa, tu estás jodida de la cabeza, eres una loca y no tendrás a un ser inocente para dañarlo.

La mirada de odio de Laini me encuentra.
—Es tu hijo ¿Dejaras que lo mate?

—Es bebé no es mío y lo sabes, además no dejaría que una mujer como tu llevará un hijo mío, tu no tienes sangre en las venas tienes veneno.

—No tienes ni voz ni voto en este asunto. Dice Jürgen mientras entra Petrov. —Ese bebé no nace y está decidido.

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Jeff se mantiene tranquilo mirando a los tipos frente a nosotros.

—Estan muy lejos de sus tierras. Me reta el rubio.

Tiene el cuerpo de un mole y cicatrices en todo el rostro.
—este es mi territorio y lo sabes muy bien cabron.

—Era tu territorio, pero me has dejado el camino, si no fuera por ese amiguito tuyo ni siquiera sabrías que estoy aquí.

Doy un puñetazo en la mesa.

—¿Te crees que no lo sabía? Estaba dejándote tocar un poco de lo mío, para que probarlas un poco del poder que tengo, para luego quitartelo.

El tipo se ríe.
—Tu no puedes Quitarme nada, no te conviene.

Ahora el que se ríe soy.
—¿Que no te puedo quitar nada?
Sabes dónde está tu hermana en este momento.

Su cara se transforma.
—Dejate de tonterías y regresa a tu lugar o destruyó lo que más amas, y para que veas que no juego toma un pequeño obsequio .

Le entrego una caja de cristal con el dedo de su hermana.

—¡Maldito! El rubio saca su arma y me apunta, Jeff es más rápido y le mete una bala en el cráneo.

—Que nuestros hombres se ocupen de los suyos y entregarles la zorra, que se diviertan come ella.

Estoy cansado, y solo quiero volver a ver a mi pequeña, que me quite este mal sabor de boca, que me alga olvidar lo maldito que estoy.

Cautivada Por Sus MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora