Cuando abro los ojos me encuentro con la luz de la mañana.
Connan mueve ligeramente mi hombro.
—Mi niña hemos llegando.
Me dice mientras el mismo me desabrocha el cinturon de seguridad.
Lanzo un pequeño bostezo.
—¿Que hora es? Pregunto, el sonríe.
—las once y tantos de la mañana.
—wow. Sorprendida miro por la ventanilla antes de que connan se ponga en pie y me ayude a levantarme.
Salimos del jet tomados de la mano, las azafatas susurran cosas entre ellas, mientras ríen.
No les hago caso, mi cabeza solo piensa en mis padres y en lo que he hecho, se que no lo entenderan por ahora, pero solo me fui a perseguir mi felicidad.
Connan sostiene fuertemente mi mano, connan es mi sosten ahora.
El sol cae sobre nosotros.
—¿En que tanto piensas mi niña?Sonrio triste.
—En mi familia. Digo con una mueca triste.—no quiero que estes triste mi niña, dejame a mi hacerte olvidar todas tus tristezas.
Asiento mientras caminamos.
Una hora despues recorremos tiendas donde Connan me compra mucha ropa de todo tipo, y aunque al principio no quiero despues sedo pues me recuersa que no traje nada de casa.
Cuando toca comprar ropa intima me dice que tiene que atender una llamada importante.
Me quedo sola en la tienda, la dependienta es una joven que habla un perfecto Inglés.
—Necesito ropa no tan atrevida. Digo. —Ropa que no sea de monja, pero que tampoca sea tan reveladora.
La chica me mira con curiosidad y asiente, la siguiente media hora me la paso escogiendo ropa que pienso que a connan le agradara.
El ultimo conjunto es el mas bonito, las bragas y el sosten son de encaje Rosa palido, me encanta, me miro en el espejo y me encanta la forma en la que se ve en mi cuerpo, decido que este es mi favorito.
Cuando termino de vestirme me encuentro a Connan esperandome, mientras mira algunos conjustos provocativos y sonríe en cuanto me mira.
—¿Terminaste Princesa? Me pregunta cariñoso.
—si, Gracias cariño. Digo
La chica nos mira sin mucho interes, de hecho parece un poco fastidiada desde que llego Connan.
Connan paga y salimos de esa tienda. Connan carga muchas bolsa, y eso que muchas otras ya estan en el auto que alquilo.
—¿Cariño no crees que esto es algo excesivo? Cuestiono un poco contrariada por la cantidad de dinero que gasto en mi en menos de un día.
Esto sin contar claro el vuele desde estados unidos hasta aqui, París, que debio salir caro.
Connan me mira serio, pone las bolsas en el asiento de atras y me abre la puerta del capiloto y me pide que suba, lo hago y el rodea el auto para subir del lado del conductor.—Ahora que decidiste vivir conmigo tienes que acostimbrarte a esto, que para mi es poco, yo tengo el dinero de sobra para mimarte y consentirte.
Lo miro con ternura.
—Yo solo te quiero a ti Connan.El sonrie enormemente.
—Lo se. Responde con una hermosa sonrisa, me da un rapido beso y pone en marcha en auto hacia el hotel donde nos hospedaremos.
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Cautivada Por Sus Mentiras
AcakEn los cuentos de hadas te cuentan como una princesa se enamora del príncipe sin conocerlo. ¿Y si te digo que el príncipe no es tan bueno como lo pintan? Esta es mi historia, yo seguí los consejos de las princesas de cuentos baratos y tan azucarados...