La propiedad a la que llegamos esta aun más protegida que la casa anterior.
Hemos llegado y me han dejado en una habitacion, una solitaria habitación hay pocos muebles y son sencillos.
Hay una pequeña cama donde me acuesto para dormir.
Nadie se acerca a ver si estoy bien por las siguientes horas, a través de la ventana observo como el dia termina.
Aunque trato no puedo dormir, no dejo de pensar, de torturarme, podría estar en casa justo ahora. Estaria con mi hermanita discutiendo de cualquier cosa.
Una lagrima rueda por mi mejilla, se supone que yo seria un buen ejemplo para Kari, se supone que seria su imagen a seguir, siempre le indicaba que hiciera lo correcto.
Y aqui estoy por no seguir mis propios consejos.
—Sigues con esa actitud. Esa voz.
Ni siquiera note el momento en el que entro a la habitación.
—Estas aqui por tu culpa. Se ríe. —bueno quizas fue un poco mi culpa.Me levanto un poco para mirarlo.
—¿Acaso tu mami no te enseño a no confiar en desconocidos?
—Ya no eras un deconocido. Dije con amargura. —Solo mentiste, me hiciste creer en algo que no era real, me enamoraste de alguien que nunca existio.
Connan se queda en silencio sus ojos fijos en mi, pero no esta mirandome, ve más haya de mí.
Pero ya no puedo saber que piensa, me pregunto si alguna vez supe lo que penso.
Por supuesto que no. Todo él es un engaño.
Ya lo decia mi madre.
"Los rostros más bellos esconden las peores intenciones" y no la escuche.
—Tú eres un fraude. Le digo. —Dejame ir de aquí. Sus ojos ahora si se centran en mi. —Ya obtuviste lo que querias.
El sonríe.
—¿Quién te dijo que ya lo hice?—Ya me usaste a tu antojo. Le digo con coraje y tristeza. —Ya demostraste que puedes destruir a niñas estupidas como yo.
—Aun no he terminado contigo Cassidy. Comienza a caminar hacia mi.
—No te me acerques.
—¿Tu me vas a dar órdenes a mi? Dice con burla mientras se acerca a mi.
—Vete. Le pido.
Llega hasta donde estoy y tira de mi cabello obligandome a mirarlo.
—Hare lo que se me de la gana, y ni tu ni nadie me va a detener, tu eres mi muñeca, voy a divertirme contigo hasta que me canse de ti. Huele mi cuello, mi piel se eriza. —luego te botare como la basura que eres, pero no saldras con vida.
Connan sale sin más de la habitación, sin poder evitarlo me convierto en un mar de lágrimas.
Morire. Lo sé, pero no quiero morir.
Después de algunos minutos la puerta es abierta por un hombre.
Escucho sus pisadas fuertes y toscas.—debo reconocerle a Connan su buen gusto.
La voz es tosca y el acento ruso es tan marcado.Tengo tanta curiosidad pero no alzo la vista.
—Eres muy bella Cassidy, más bella que Laini y alguien me dijo que eres inteligente.—Yo ya no creo eso. Dije atreviéndome a mirar al hombre.
Es mayor, aunque sus rasgos sean toscos tiene el semblante amable que está totalmente fuera de lugar con su figura dominante.
—¿Dudas de tu inteligencia?
—Si fuera inteligente no estaría aquí señor.
—Algo de razón tienes niña, pero yo diría que eres solo muy ingenua. El me mira fijamente. —y conan es demaciado astuto, sigo sin comprender muy bien que haces aquí.
Sonrío.
—Bueno somos dos ahora. El me sonríe amigablemente.
—¿Sabes niña? Me recuerdas tanto a una mujer, la vi llegar así como tu, tan bella e inteligente, espero no verte terminar como ella. Su voz se torna triste.
Suspiro.
Puedo imaginar el final por su tono de voz.—no saldré con vida de esta ya lo sé, supongo que es un buen castigo para alguien que no hizo caso a sus padres y se dejó cegar.
—ah niña no siempre los padres tienen razón y yo te puedo prometer que vivirás tatos años como para ver a tus nietos crecer.
El hombre me asegura, y aunque se que no será así le sonrío.
—Gracias, es bastante amable.
El hombre sonríe y me tiende una barra de chocolate.
—siempre traigo una barra en la bolsa puede ayudar a recuperar un poco de fuerzas.
Tomo la barra de chocolate y la miro, no recuerdo ahora cuando fue la última vez que comí un chocolate, o cuando siquiera comí por última vez.
Me pierdo en mis pensamientos que no me doy cuenta de que me he quedado sola.
Abro la envoltura y muerdo un trozo de chocolate.
El sabor es amargo pero delicioso, cremoso, y un poco dulce al final.
Sonrio un poco, mi estómago agradece un poco el chocolate.
Gracias a la energía que me da el chocolate puedo explorar un poco la habitación y encuentro un pequeño baño, donde me meto a la ducha la cual es caliente.
Necesito un plan, necesito aclarar mi mente. Debo salir de aquí.
Y se que aunque salga de aquí con vida no podré volver con mi familia y eso me duele tanto.
Pero no quiero morir, quiero una segunda oportunidad.
Más tarde cuando ya me he vestido la puerta se abre y aparece la mujer rubia.
—¿Sabes? Crei que serías un rival para mi
Su voz suena hasta divertida. —pero mírate, no eres más que una niña estúpida, aunque demaciado bonita.Aprieto la mandíbula por el coraje.
—Yo no sabía que existía, yo no sabía nada sobre Connan, al menos no lo real.
Ella se ríe, mientras se acerca a mi, me mira fijamente, me obliga a la levantarme, ya que yo estaba sentada sobre la cama.
—Connnan y sus tretas ¿Te hizo sentir tan especial y única? Acaso te prometio un mundo color de rosa, como siempre lo mismo.
Me empuja contra la pared, quiero quitarme a esa mujer de encima, pero ella se encarga de que no lo haga con sus palabras.
—Lastima que no seas la primera, ni la última en caer.
Ella sonríe y me suelta. —Eso te pasa por zorra, por no ser inteligente.Me mira con desprecio.
—nunca una niña como tú tendrá a un hombre como Connnan.
La miro y lágrimas bajan por mi rostro.
—Me alegra ser la niña que no merece estar con un tipo como él.
Ella sonríe fríamente.
—debes desaparecer, vete, lárgate y déjalo, el vio algo en ti, por eso estás aquí. Ella parece un poco nerviosa. —por eso te defendió, y no dejo que te mataran.
Me asustó.
—Por favor vete.—No me iré hasta que sepas que yo le daré un hijo a Connan. Dice sin más, siento un profundo dolor en mi corazón. —Estoy embarazada, doce semanas, como lo imaginas, mientras Connan te juraba amor eterno a mi me follaba duro, me decía lo mucho que me deceaba.
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Cautivada Por Sus Mentiras
AcakEn los cuentos de hadas te cuentan como una princesa se enamora del príncipe sin conocerlo. ¿Y si te digo que el príncipe no es tan bueno como lo pintan? Esta es mi historia, yo seguí los consejos de las princesas de cuentos baratos y tan azucarados...