Cautivada Por Sus Mentiras

capitulo disiete.

Conan.

—Mira Connan lo que hagas con mi hermana me importa poco. Jürgen bebe un trago de su copa. —Tu haz visto mejor que nadie lo habil y malvada que es.

Laini, la caliente y mala sangre de Laini Cofman mi prometida.

—¿Que haras con ella?

—Mandarla lejos de mi mujer. Dice. —Asesino a ese maldito, algo que le agradezco, me ahorro el trabajo, pero es obvio que no lo hizo por mi.

—Queria manchar tu imagen con Paulette.

Aun no entiendo porque decidi enredarme con esa chiquilla berrinchuda, es cierto es una fierecilla en la cama, pero es tan fria y desalmada, es justo como yo.

—¿Que quieres que haga yo? Cuestiono mientras miro a mi amigo, lo bueno de conocer y tener a Laini en mi cama, fue conocer a su hermano, Jürgen Cofman, un gran empresario sin manchar sus manos de la porqueria que yo manejo.

—Por unos meses quiero que la tengas cerca, necesito que la mantegas vigilada, voy a ponerle una trampa para quitarle el poder que tiene, la dejare como lo que es: una estupida muñeca berrinchuda.

Pienso en Cassidy, tan hermosa con esos ojos tan transparentes e inocentes, me daña tanto tenerla cerca, es como ella.

Y nadie es como ella.

Maldita Cassie.

Me ama tanto, y yo solo puedo engañarla, yo no la amo, solo la uso, cuando termine con ella la dejare en el mismo lugar donde la encontre siendo nada.

—Lo hare. Digo sin más. —Viajare hoy mismo para arreglar tu asunto en Italia, aunque la mafia no este involucrada en ese asunto debes moverte con cuidado Cofman, al esa niña reclamar sus pertenencias puede haber gente planeando matarla en otros lugares.

—Por eso te mando a ti a terminar con ellos, nadie es mejor que tu.

Sonrió friamente, soy un asesino, soy una escoria.

—no lo negare, comenzare la caza ¿Donde esta la chica?

—Edimburgo, esta con Petrov.

Petrov es un lobo viejo, es un excelente aliado, un hombre integro dentro del mundo de porqueria donde nos movemos.

—Pues me pongo a trabajar.
Me levanto y tomo mi sacó. —te avisare cualquier cosa.

—Cuidate Connan.

—No dejes que Paulette te ablande más.

Digo cuando me levanto de la mesa. Salgo del bar.

El viento templado choca contra mi rostro mientras camino hacia mi auto.

Un porshe negro, subo y arranco, esta tarde viajare a Italia, me llevare a Cassidy conmigo para que calme mis ansias y mi estrés.

Esa niña tiene algo que me enloquese, no se si sea su ingenuidad, o su dulzura pero tiene algo que la hace muy atractiva para mi.