Capítulo 23

312 42 0
                                    

Sirius Orión Black

Cuando salí de juicio lo primero que quería era ver los ojos de Lily y escuchar la voz de James, pero a la primera persona que vi fue Thomas, ese hombre parecía ser tan brusco cuando se trataba de mi, no lo culpo, seguramente fui una total molestia para el. Thomas parecía preocuparse solamente por el niño que tanto me recordaba a mis amigos.

- El lord vendrá pronto, mientras debería llevarte a ver algún sanador- dijo Thomas.

- No creo que haga falta- dije intentando no despegar mi mirada de la suya.

- Realmente no tienes opción, si piensas que me parare ante el lord para decirle que con todo el tiempo que tuvo no pensé en tu salud estas muy equivocado- dijo Thomas con una mirada desafiante- Sabes- se rasco la cabeza- no se lo que piensas, pero si crees que eres una molestia ten en cuenta que mayor molestia serás para mi si no vas con los sanadores.

Yo quería denegarme, pero Thomas no me dio tiempo de reacción, con un solo toque me transporto a una sala totalmente blanca, con azulejos tan limpios que podía ver mi reflejo, en años nunca había visto algo tan limpio, yo no me merecía algo tan limpio.

Un sanador esperaba en ese lugar detrás de un escritorio, no parecía sorprendido, solamente me miro y agarro unos papeles antes de acercarse a Thomas.

- ¿Es el Sirius Black?- preguntó el sanador.

- Si, necesita una revisión, la más completa si es posible- contesto Thomas.

- No hay problema, pero recuerde que el monto aumentara- dijo el sanador.

- Esta bien, solo revíselo- dijo Thomas.

Fueron esas palabras las que luego me transportaron a realizar una variedad de estudios que ni sabia que existían. Cuando por fin terminaron termine en la misma sala donde comenzó todo, realmente me sentía muy cansado solo pude escuchar algunas palabras mientras cerraba los ojos, entre ellas escuche desnutrición.

Me desperté, sinceramente pensé que solo habían pasado unos minutos, pero mirando la nueva habitación en la que me encontraba parecía que habían pasado horas.

- Al fin abres los ojos al maestro le alegrara saberlo- dijo un elfo domestico acercándose al área mas iluminada.

- Tu eres un elfo domestico- dije confundido.

- Y tu eres un mago- dijo el elfo.

- Me alegra que sepan de que especie son, pero debemos llevarlo ante el maestro-  dijo una elfina.

- ¿El maestro?- pregunte.

- El lord Black, el niño que vivió, Harry Potter. Como lo conozcas, pero llámalo Andrew- dijo la elfina- a mi puedes llamarme Mimi y el es Mat. 

- El maestro debe estar conviviendo con la manada, no quiero...

-  El maestro debería saber que el mago ya despertó. Mago antes de bajar debes tomar tus medicinas, están encima del estante. 

Me sorprendió bastante la forma en la que esos dos elfos domésticos se aparecieron, pero hice caso a la orden de la elfina, aun cuando no sabia exactamente si todo esto era real me tome las repugnantes medicinas con dos vasos de agua totalmente llenos para intentar quitar el horripilante sabor que se quedaba en mi lengua.

- Perfecto- dijo Mimi.

- Al maestro le gustaría ver que se encuentre bien acondicionada- dijo Matt hablándole a Mimi.

- El maestro estaría encantado si se toma un baño antes de bajar, sus ropas están en ese mueble, puede llamarnos por nuestros nombres para guiarlo- dijo Mimi.

El camino continuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora