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"¿Recuerdas el día que nos conocimos? Aún te estoy amando hasta el día de hoy, sin tener la seguridad si el día de mañana seguiré aquí" Escribió con tinta negra Chan en un papel, una pequeña carta, casi parecida a una canción que le dedicaría a MinHo por si algo ocurría.
"Cierro mis ojos, sabiendo que estamos respirando el mismo aire de manera momentánea" Estaba inspirado, vaya que sí, quería dejarle un último recuerdo a aquel chico que conquistó su corazón, ya no estaba pensando en la posibilidad si fue recíproco el sentimiento o no, ya nada coherente pasaba por su cabeza más que Lee MinHo.
Limpió con el dorso de su mano cualquier rastro de lágrimas. No era tiempo de llorar hasta caer dormido cuando sabía que posiblemente en unas pocas horas, debería cerrar sus ojos por la eternidad, hasta que el dios del que todos hablan, le de una segunda oportunidad...Una la cual, con esperanza cree que se reencontrará con MinHo y vivirán felices.
"Puedo decir con solo mirar tus ojos, somos uno mismo, el reflejo del otro. Te amo, y nunca digas adiós porque esto...es un hasta pronto" Finalizó, dejando un corazón.
Y otro recuerdo vino a su memoria...El día que se dio cuenta de su enamoramiento hacia MinHo.
Tímidas sonrisas y la luz del sol cayendo sobre ellos, recordando el día pesado que habían tenido, principalmente Lee Know, quien había estado tratando de llevar a cabo un día común y corriente dejando de lado su segunda vida.
"Hey, ¿Estás bien? Sabes que cualquier cosa puedes venir conmigo. Sin importar si sonríes o estáscansado, yo te protegeré" Murmuró Chan, revolviendo ligeramente los cabellos rubios del menor.
"Gracias, sé que siempre puedo confiar en ti. Sin importar lo que ocurra, iré en contra del tiempo por ti si es necesario" Ambos, se sonrojaron levemente mientras se posaban bajo ese árbol del cerezo en busca de un poco de sombra.
"¿Sabes? Me he dado cuenta que el mundo cambia constantemente... Tal como mis sentimientos por ti...Creo que te amo" Confesó finalmente el australiano, tragando saliva con nervios.
Él se sorprendió, más no dijo nada. Christopher decidió seguir hablando ya que creyó que se quedó sin palabras u algo, no le culpaba ya que fue repentino.
"Si llegas a sentir algo por mi, porque yo lo creo...¿Puedes prometerme en este hermoso lugar, bajo la luz algo cubierta por este bello árbol del cerezo, que no cambiarás?, ¿Podríamos prometer que no cambiaremos? No quiero que mis sentimientos destruyan esto, nuestra amistad y cercanía"
"Lo prometo" Contestó sin dudarlo dos veces, sin siquiera razonarentremedio porque ambossabían lo que querían.
