vi.

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Ahora con la cabeza fría, se da cuenta de que estuvo buscándolo de forma inconsciente toda la noche.

Porque no existe otra razón lógica para que ese chico de cabello negro y ojos azules aparezca en más de la mitad de las fotos.

Aunque en ninguna otra pudo conseguir que ese chico pudiera verlo de la misma forma que antes, en todas las demás siempre estaba mirando en otra dirección o con los ojos cerrados. Y en cada fotografía estaba cada vez más cerca.

En una estaba sentado en el sofá con un chico de cabello negro con amarillo, otro peliblanco, un pelirrosa, y Reo, el anfitrión de la fiesta que ni siquiera sabía de dónde lo conocía su hermano.

Más cerca...

En otra estaba bailando con el mismo chico de cabello negro con amarillo, que reía colgado de su hombro.

Más cerca...

En la siguiente estaba solo con un vaso de cerveza en la mano, mirando al vacío mientras parecía pensar sobre algo.

Más cerca...

La próxima foto no la tomó, o al menos no tuvo la intención de hacerlo, ya que la cámara no enfocaba a ningún lado en particular y la lente apuntaba en dirección al suelo. En esa imagen podía verse su pantalón azul, su cinturón y sus zapatos marrones.

Hay varias fotos borrosas después de eso, lo cual solo logra aumentar su frustración. Rin era extremadamente cuidadoso con sus cámaras, aún cuando la que llevó a esa fiesta no era la más costosa, ni la más profesional, era algo muy fuera de sí mismo el haberse acercado tanto a otra persona al nivel de que la cámara pudiese haberse disparado sin querer.

La última, la única foto de ese estilo, es la que vió (desgraciadamente) el insecto insufrible que Sae tiene por pareja.

Es ese chico, del cual desconoce el nombre, la edad, y la procedencia.

Un chico que nunca en su vida había visto.

El chico que de alguna forma, llamó su nebulosa atención.

El de ojos azul oscuro, cabello negro, piel clara, y sonrisa divertida.

Es ese chico, acostado en la cama, las sábanas cubriendo su cuerpo, sin dejar ver demasiado pero mostrando lo suficiente.

Es una foto de un chico que, indudablemente está desnudo, aún cuando en la imágen no sea visible pero si comprensible, con un par de marcas amoratadas en su pálida piel.

A Rin le incomodaba este tipo de fotografías, no eran su estilo y aunque le gustaba fotografiar personas, prefería que tuvieran la mayor cantidad de ropa posible.

Rin no hacía fotos de desnudos, pero lo hizo, o algo así.

Y por alguna razón, la imagen en el pequeño rectángulo de papel entre sus dedos, no le causó incomodidad.

Así que rasgó el papel, hasta convertirlo en trizas.

No quería darle más vueltas al asunto, ni al porqué tomó esas fotografías, y mucho menos, al chico de ojos hermosos que merodeaba por su cabeza.

Monocromático. |RinSagi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora