xxiii.

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—Te invité un café. ¿Eso significa que ahora puedo decirte cariño?

Sus palabras fueron como una bomba estallando en medio del silencio. Obviamente era algo que Isagi no se esperaba, así que hizo lo posible por no reírse de él cuando lo vió ahogarse con el frapuccino que estaba tomando.

Yoichi lo miraba con total sorpresa en sus rasgos, limpiándose la comisura del labio con una servilleta mientras que Rin se aguantó las ganas de limpiarle los labios con su pulgar para avergonzarlo un poco más.

—¿Qué es lo que te sorprende? —Rin fingió inocencia, desentendido del asunto. —Me dijiste que para hacerlo, debía invitarte un café, eso hice, así que ¿Ya puedo?

—Hasta donde entiendo, creí que yo pagaría lo que estoy comiendo. —contestó incrédulo el de ojos azules.

—Si eso es lo que hace falta, no tengo problemas con pagar.

Un nuevo trazo.

Isagi desvío la vista de nuevo a su cuaderno, mientras hacía trazos rápidos y firmes, tomándose su tiempo antes de contestar.

—Yo pagaré por mi parte. No es eso lo que quiero.

—¿Qué es lo que quieres entonces, Isagi?

El mencionado parpadeó, elevando su vista en dirección a Rin quién había abandonado su pose perfecta para ahora estar recostado contra el respaldar de su silla con los brazos cruzados.

¿Qué es lo que Isagi quería? Era una duda que se había mantenido en la mente de Rin desde el principio, porque su mente no podía concebir que la curiosidad que Isagi sentía era algo tan vano e inocente como la atracción que un artista siente al ver a su musa. Porque eso sería demasiada casualidad, porque era imposible que ambos estuvieran sintiendo lo mismo, porque eso era inconcedible.

—¿Qué estás dispuesto a dar? —respondió Yoichi, sonrojándose a los pocos segundos que las palabras escaparon de su boca. Una risa suave se escapó de la garganta del Itoshi antes de sonreír de costado. Aunque tuviese la duda latente en el cerebro, sus divertidas respuestas eran un bálsamo que le permitía preocuparse un poco menos.

—Me encantaría escuchar tus propuestas. —contestó Rin.

Monocromático. |RinSagi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora