UN ALTO AL FUEGO

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MARIO

Termino de limpiar el tatuaje dando las ultimas recomendaciones a mi cliente y me levanto. Tengo que meterme en el cuarto de baño para lavar y desinfectar mis manos a pesar de haber llevado los guantes, y, sobre todo, para echarme agua fría en la cara.

No puedo creer que me he cogido a Rosana en mi estudio.

Tenerla en la camilla era todo un poema, la manera en que soportó el dolor, el sonrojo en su rostro, era algo que yo veía solo cuando estaba dentro de ella.

Lo estaba disfrutando el dolor que causa la aguja.

Me había pedido que le hablara y lo hice, expuse parte de mi que no solía decirle a cualquiera, solo mi grupo de amigos sabe mi mierda familiar y lo que tuve que pasar para pagarme la carrera, no soy el primer ni el ultimo humano que trabaja para darse estudios, y como todos los que lo hemos hecho me siento orgulloso de ello.

Pero no suelo decir mis pensamientos en viva voz, para eso tengo el arte, para eso me expreso a través de él.

La mayoría de mis obras son oscuras, personajes sin rostro, sangre, la muerte abrazando con un manto.

Eso es lo que veo en mis sueños, dolor, decepción, muerte, una mente caos constante: culpa.

No creo poder contarle esa parte de mi a Rosana, no cuando ella está llena de vida, tanta que me embriaga.

Me encanta verla sonreír, que bromee conmigo hasta que saca carcajadas de mí, amo a mis amigos, pero incluso con todos los años que tenemos de amistad, hay cierto grado de complicidad que no puedo entender cuando bromeo por todo y por nada con Rosana.

Pero una parte de mi siente que ella lo ha comprendido, cuando expresé que tenía la necesidad de crear algo que durase para siempre. Algo que no pudiese ser arrebatado fácilmente. Y eso es algo que no se lo he dicho a nadie, ni a Christian. Es muy jodido de mi parte pensar de esa manera.

Pero cada vez que cierro los ojos y veo a mi madre muerta, tengo la necesidad de crear, de sentir que puedo hacer que algo dure más que su vida.

Hemos compartido algo más que la cama ayer, lo siento de esa manera, dos personas que conversan de una forma tan normal y a la vez dejan tanto de sí mismos colgando en el aire.

Nuestras visiones de un mundo mejor, mi anhelo por crear algo que dure para siempre con el arte, su sueño de crear algo para las personas que como ella tienen un poco de miedo a ser como son.

No importa si fue la pequeña puerta abierta entre nuestros deseos para el presente y el futuro o lo mucho que la deseo lo que me llevó a lanzarme sobre ella y romper cualquier código de sanidad que había seguido como una religión los últimos diez años de mi vida en mi trabajo.

Pero tomarla dónde y como se me antojara me pone la verga dura.

Christopher esta en su área.

Ese tipo es una clase de genio, pudo haber utilizado su intelecto para algo como la medicina, en cambio, ha decidido que su conocimiento de la anatomía es mayormente aprovechado para hacer perforaciones, expansiones y pearling, cualquier cosa que tenga que ver con agujeros en la piel y músculos, él es el experto.

He perdido la cuenta de la cantidad de personas que he visto entrar con caras comunes y salido de aquí con cuernos gracias a los implantes subdérmicos.

Ahora él esta perfeccionando su técnica para crear lenguas bífidas y orejas puntiagudas. Si no lo conociera mejor creería que este tipo extraño que goza de alterar el cuerpo humano con algo más que un tatuaje es un completo sádico.

El chico de al lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora