32

174 58 7
                                    

     Tus amigos tampoco sabían nada.

     Me los encontré de camino al club de natación. Dos de ellos estaban cerca y me llamaron cuando me vieron a lo lejos.

     Se sorprendieron al verme.

     –¿Qué te pasó? Estás enorme –exclamó uno de ellos, alzando las manos y midiendo el ancho de mis hombros con ojos impresionados.

     Yo no había crecido tanto en altura, pero iba tres veces por semana a natación y había hecho una visita al nutricionista y al dermatólogo. No es que quisiera cambiar mi apariencia de un momento para el otro, pero se sentía bien estar ocupado y hacer cosas que me gustasen.

     Tu ausencia había dejado mis días vacíos y yo me daba cuenta de lo mucho que podía invertir en mí mismo.

     Me preguntaron si estaba en contacto contigo. Les dije que hace un mes y medio no sabía nada de ti. Ellos me dijeron que les pasaba igual.

     Entonces mi enojo dio paso a la preocupación.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora