Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]

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Ivar pidió perdón, apenas Frida despertó. Esa historia él no la conocía, estaba tan hundido en su propio dolor, que nunca se interesó por lo que su prometida había vivido después de que él acompañó a su padre a Inglaterra. La chica lo entendía, a pesar de ello aceptó las disculpas, después de abrazarlo y prometerle que jamás volvería a intentar asesinarlo.

Una semana después llega la noticia que Ivar esperaba.

—¡Los sajones se acercan lento, pero con un gran ejército! Llegarán en tres horas.

Ivar sonríe. Recibe esta noticia en presencia de Frida.

—Avisen que todos vayan a sus posiciones, quiero que todo salga exactamente como lo planee.

Frida comienza a correr, para mantener a salvo a los más débiles, azotados por la enfermedad, mientras los vikingos saben que hacer, que papel tomar y como prepararse. Hvitserk ayuda a Frida.

Cuando los sajones visualizan York, notan todo ese humo que sale de él. Frida observa atenta, escondida. Su vista privilegiada ha sido de gran ventaja para las estrategias de Ivar, también su forma de interpretar todo. Después de algunos minutos, ella lo sabe.

—¡Van a atacarnos! —lo grita y todos los vikingos quieren gritar de alegría, no lo hacen para no hacer ruido. Pasan algunos minutos para expresar su felicidad entre ellos—. ¡A sus posiciones, ya!

Todos de mueven a esos túneles subterráneos que Ivar encontró, gracias a la sugerencia de Frida de revisar hasta en el último pozo. Los barcos fueron movidos, y en menos de dos minutos no hay vikingos en la ciudad, y cientos de ratas han salido a la superficie, siendo desplazadas por los hombres en esos túneles, y comenzando a comer toda la carne que se quemó para simular que han realizado ritos funerarios en York. Los sajones han caído en la trampa, creen que los vikingos se han ido.

—Son muchos, pero no suficientes —susurra la chica al oído de su prometido—. Puedo decirte que recuperaron a los que matamos la última vez, y se hicieron de unos cuantos más. El factor sorpresa será clave para su derrota. Tienes ganada esta guerra, Ivar.