||MAMÁ||
–Su madre biológica apareció de la nada, tiene papeles, actas de nacimiento, todo. –explicó manteniendo sus ojos cerrados. Su cuerpo estaba cubierto completamente por su cobija.
Después de gritar y llorar sin parar por dos horas, se había desmayado y sus padres la llevaron a su habitación para que descansara, se quedaron a su lado, compartiendo el mismo dolor.
Y al día siguiente Tommy no parecía viva. Se mantenía inmóvil, viendo hacia un punto invisible, pero existente. Si no fuera por su respiración lenta y profunda, cualquiera hubiera pensado lo peor. Pero no; solo estaba triste y desganada.
–Dijeron que por ley ella tiene la custodia completa, a pesar de abandonarlo en un orfanato. Ni siquiera lo conoce, Jae. –dijo con voz neutra y dura. –Ella no sabe que le gustan las galletas de chocolate, el pastel de chocolate, el agua de manzana… ni siquiera sabe si le gustan los dibujos animados o las películas… ni siquiera sabe que el quiere ser como Will Smith, ¡¿con qué puto derecho dice ser su madre?! –no pudo gritar, pero su voz sonaba enojada. Y lo estaba.
–Tranquila, Tommy… tranquila. –le dijo JB con voz suave, recostándose a su lado y escondiéndola en su pecho, protegiéndola, o tratando de hacerlo.
–El estúpido gobierno cree que Thomas estará mejor con ella porque tiene mucho más dinero que mis padres. Pero yo no dejaré esto así… yo sí quiero a Thomy, yo sí lo conozco… él es mi hermano y ella no puede venir a reclamar algo que ella misma no quiso. –dijo entre sollozos, arrugando la camisa del chico entre sus manos hechas puños.
Quería pegarle a algo, pero estaba lo suficientemente consciente como para no golpear a su amigo.
Una semana después…
–Tommy… –Hank la movió suavemente para que despertara, ella se removió solo un poco y su padre la sacudió un poco más fuerte. –Mi niña, despierta… pasó algo con Thomy.
–¿Qué? ¿Está bien? –se levantó rápidamente y dejo que su padre le pusiera los tenis.
–Está en el hospital… esa mujer estaba manejando borracha y chocó, tenemos que ir, corre.
–Esa hija de puta se va a arrepentir.
Fueron un par de horas largas; esa mujer tenía su casa en otra cuidad vecina de la que ellos vivían, así que el camino fue largo, así como la espera. Tommy fue la primera en salir de la camioneta cuando llegaron al hospital, ya casi era de noche, pero no detuvo a los Miller para saber del estado de su pequeño integrante.
Dentro de la sala de espera, estaban la directora del orfanato, la mujer del servicio social y otra mujer que no tenían el gusto de conocer.
–¿En dónde está? –no saludó, ni se dio el tiempo de darles una buena cara.
–Tommy…
–¿En dónde está? Dije. –dijo con voz dura, tratando de calmar su respiración.
–Habitación 21, tercer piso. –le dijo la mujer desconocida, calmada y hasta con voz amable.
Tommy no le agradeció, ni se avisó a sus padres que iría con su hermanito, solo fue. Parecía ir en cámara lenta, sus manos temblaban, su corazón pedía a suplicas salir de su cuerpo, pero no lo dejo, lo necesitaba para brindarle sus latidos al único ser que podría querer por toda su vida, que quizás nunca la dejaría y nunca la lastimaría.
Cuando llegó a la habitación y lo vio en esa camilla, no controló sus lágrimas, tampoco su felicidad, mucho menos controlo el coraje hacia mujer. ¿Cómo pudo ser capaz de hacerle esto a su hermanito?
Él no lo merecía, maldita sea.
Fue hasta él y tomó su pequeña manita libre de vendaje. No se veía grave, pero aun así se notaba lastimado, y cómo no iba a estarlo, es sólo un pequeño niño, no era impenetrable ni de acero. Aquel choque debió herirlo, pero esperaba que no fuera demasiado.
–Lo siento… no te cuide, no te protegí ese día… lo siento… –le susurró dejando salir todas sus lágrimas, besó su pequeña mano y recostó su cabeza a un lado de su cuerpo, queriendo estar todo el tiempo con él hasta que despertara y se diera cuenta que ella no lo dejaría solito, nunca.
–No nos dimos cuenta que tiene problemas con el alcohol, creemos que consume alguna droga también... el juez le quito la custodia y puso una orden de alejamiento. –explicó la mujer de traje elegante, aquella que no conocían, pero ahora sabían que era una representante de la gubernatura de la presidencia.
–¿Qué va a pasar con Thomas? –preguntó Charlie sorbiendo su nariz y limpiando una lágrima que salió sin su permiso.
–La custodia es suya, señores Miller. –senteció la directora del plantel, y la representante asintió confirmando.
–¿Y… qué pasara con ella?
–Pasara unos meses arrestada, pero todo es un proceso, todo puede pasar… pero Thomas se queda con ustedes. –afirmó con seguridad la mujer trajeada, sonriéndoles amablemente y con emoción.
–¿Cuándo podemos llevarnos a Thomy? ¿Son graves sus heridas? –preguntó de la nada Hank, tomando la mano de su esposo y entrelazando sus dedos.
–La doctora menciono que en tres días le darán de alta, pero en casa deben cuidarlo.
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*uno para ser feliz por un ratito ♡*
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3:00 a.m «Jackson Wang» (complete)
FanfictionLlamada perdida de "Jackson♡" a las 3:00 a.m