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||CUANDO EL TEQUILA CONOCE A TOMMY||

Una semana después…

Cuando Tommy y Jackson se daban entre ellos su dulce favorito y el abrazo de la paz, la psicóloga estaba presente y tenía que separarlos cuando fingían pelear frente a ella. Situación que no era desapercibida por los demás estudiantes que sabían que todo era actuado y la pobre señora estaba preocupada por el "odio" que se tenían esos dos.

Y ese día, no sería la excepción.

–Buen día, chicos. –les dijo a ambos, interceptándolos en la puerta que daba hacia el patio, donde acordaron reunirse.

–Buenos días. –contestó Tommy dándole una sonrisa a ella, pero a Jackson lo barrió con la mirada y miró hacia otro, fingiendo no darle importancia a su presencia.

–¿Qué me ves, cara de guanábana? –se indignó el chino, adoptando una posición de diva y retorciendo un poco su cadera, dando los perfectos aires de feminidad.

–Tu cara fea, chango mugroso. –contestó ella sacándole la lengua, tal cual niña chiquita.

–¿A quién le dices chango mugroso, escuálida mal peinada? –se acercó amenazante hacia ella, pasando delicadamente por el cuerpo de la psicóloga.

–Escuálida mal peinada tu abuela, piedra sucia. –dijo en voz alta ella, lanzándose hacia él y colgándose de su cuello, comenzando a fingir una riña entre forcejeos, gritos, insultos y lloriqueos sobreactuados, pero que la mujer frente a ellos creyó reales.

–¡Niños, niños, basta, ya, por favor! ¡No se hagan daño! –trató de separarlos, pero el chico optó por salir corriendo de ahí cargando a Tommy, dejando atrás a la mujer que se quedó en su lugar, llevando una de sus manos a su cabeza y otra a su cintura. Ya no sabía qué hacer con esos muchachos; realmente se odiaban.

Entre risas, los chicos se adentraron al plantel, viendo y escuchando a muchos reír y comentar la situación; en realidad toda la escuela ya los conocía y no podían evitar relacionarlos y suponer que se gustaban, les parecía la pareja más tierna y divertida que pudiera haber en el colegio, y tal vez la que más cariño sincero tenía.

Tommy seguía encima de Jackson y él la cargó hasta que encontraron a JB y Mark y se sentaron frente ellos, todavía con amagos de risas.

–Se pelearon enfrente de ella otra vez, ¿verdad? –inquirió Mark enarcando su ceja más de lo necesario.

–Sí, ya estamos pensando hacerlo pan de cada día. –respondió tranquilamente la chica, recortando su cabeza en el hombro de Jackson y abriendo su dulce.

–Pobrecita, ella se preocupa por ustedes y juegan con ella a cambio. –regaño Jaebum negando con su cabeza.

–Eso sonó feo. –dijo un preocupado Jackson. Las palabras “juego” y “persona” relacionados no le gustaba para nada. –Mejor ya hay que portarnos bien, ya me dio cosita.

–Sí, ¿verdad? Ahora que lo pienso la podemos hacer sentir feo con las peleas actuadas.

–Fue tu culpa, Tommy. Tú me dijiste que lo hiciéramos.

–También tuya porque no te negaste, ¿o acaso te puse una pistola en la cabeza? No, no, no.

–Bueno, como sea, mañana le decimos que en realidad nos amamos y que sólo estábamos haciéndole una bromita. –comentó Jackson sin pensarlo dos veces y sintió la tensión de la chica a su lado.

Tommy terminó de comer su dulce y se despidió de los tres chicos rápidamente y sin esperar respuestas. No quería que la vieran nerviosa y menos roja por el repentino comentario del chico que le gustaba.

3:00 a.m «Jackson Wang» (complete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora