Nicole Russell.
—Que linda habitation.
—No te burles. —le digo.
Coloco mi bolso en un gancho y retiro ropa que tenía encima de mi cama.
—Disculpe el desorden su majestad.
—¡Oye! —se queja. —no lo vuelvas a decir. —yo sonrió divertida y el saca su jacket. —donde la dejo.
Tomo su jacket en mis manos y la pongo en mi closet.
—Wuaoo, que inteligente.
—Con lo despistada que soy, tal vez mi madre la mire. —el da unos pasos hacia a mí y me sujeta de mi cintura.
—Gracias.
—No hay de que, no quiero que pases frio por mi culpa.
—Nena, no es tu culpa.
—Si lo es. —le digo.
—Entregaste tu fortuna a cambio de que tu padre no metiera a la cárcel al mío, y es injusto.
—Nena, sé que es injusto todo lo que mi padre me hace, pero tú me haces que sea más fuerte ante la tormenta. —yo lo abrazo y el coloca su quijada sobre mi cabeza.
—Te amo. —suelto de un solo soplido.
—Y yo igual nena.
Su abarzo me hace sentir segura y eso me tranquiliza.
Mis padres llegaron por lo cual tuve que encerrarlo en el closet, no tenia de otra así que él solo obedeció.
Estoy colocándome la pijama y puedo sentir su mirada encima de mí. La puerta da tres toques por lo cual doy un suspiro coloco mi short y abro la puerta.
—¿Creí que dormías?
Era mi padre.
—Estaba por acostarme.
—Hija puedo hablar contigo.
—Claro, dime. —me siento en una silla y tomo el cepillo de cabello y me lo empiezo a pasar por la cabeza.
—Sabias el problema que tenía con Preston ¿no es así? —yo asiento y él se sienta en el filo de cama. —el problema se ha arreglado. —me dice. —creo que lo ha hecho Aidan.
Siento que mi bilirrubina va subiendo queriendo explotar.
—¿A sí? ¿por qué? —mi semblante esta serio, pero estoy por insultarle y olvidarme que es mi progenitor.
—Coincidimos hoy día, y prácticamente me dijo que el arreglo todo con Preston.
—Y le creíste.
—Si...y creí que sería bueno que él y tu tuvieran una cena.
—¿Como? ¿Planeaste una cena antes de consultármelo? —mi padre asiente. —Está bien, dile que acepto. —miro a mi padre abrir sus ojos e indicarme su mejor sonrisa.
—Creí que te pondrías berrinchuda y no aceptarías.
—Cómo crees papá, solo dile que iré acompañada. —me pongo de pie.
—¿Llevaras a Hannah? —mi padre pregunta.
—No, a mi novio.
Y bam, golpe bajo.
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Treat you better
أدب الهواةNicole Russell fue una niña muy consentida por mamá y protectora por papá. Nicole era de esa persona tan dulce y tierna con cualquier persona que lo conocía y eso era el encanto que tenía ella. Al cumplir sus 18 años su amiga Hannah le prepara una...