⊱ 05 ⊰

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Sino fuera por la hora se hubiera quedado más tiempo, Jisung debía regresar a casa y enfrentar a sus padres por desaparecer una noche, se despidió de Minho en la misma esquina de siempre, hubiera deseado tener que doblar con él pero esta vez debía avanzar solo.


Su casa no estaba tan lejos, abrió la pequeña reja blanca sin dificultad, el pequeño caminito con flores violetas por los bordes le daban la bienvenida una vez más, la puerta de la entrada apareció frente a él y fue abierta desde el interior como un mal presagio.

—¿¡Dónde estuviste!?

La voz preocupada de su madre resonó en su oído, Jisung la saludó y trató de escapar a su cuarto situado en el segundo piso, siendo torpemente retenido por el agarre suave de su madre.

—¿Sabes lo preocupada que estuve? ¿Tienes una mínima idea? Tu padre estaba como loco esta mañana, ¿Se reunieron no es así? ¿Que fue lo que hablaron?

—Me hizo las mismas preguntas..

—¿¡Y no piensas respondermelas!?

Y qué iba a decir, que pasó la noche en la casa de un pianista que le regaló las notas más dulces sin pedírselo, que conoció a su mascota y despertó gracias a sus patitas peludas sobre su pecho, y que en definitiva había sido la noche más tranquila y agradable de su vida?

—Sólo me quedé trabajando.

—Tú padre volvió molesto, ¿Sólo fue eso lo que le respondiste? Él salió de casa furioso diciendo que eras un irresponsable y que debía arreglar tu comportamiento esta misma noche.

Una vez más papá se había molestado, era fácil hacerlo perder la cabeza, por ser hijo único la presión de tener que honrar a sus padres y darles en el gusto era inmensa, tal vez esa misma razón lo hacía ser un tanto "rebelde".

Pero Jisung no era del todo mal portado, más bien se inclinaba por gustos que "no enriquecían de ningún modo su futuro", papá quería que estudiara los números para ser bueno en finanzas, o que se preparara en medicina y se convirtiera en un médico reconocido, o tal vez un puesto en el gobierno o en la corte judicial les daría más prestigio a su apellido.

Pero Jisung sólo quería tocar la guitarra, aprender de la música, ser amable con la gente y buscar su vocación tranquilamente mientras su corazón se sintiera feliz, tal vez no avanzaba como quisiera y sus ingresos no bastaban para mantenerse sólo, pero creía que lo estaba haciendo bastante bien, a no ser por las constantes quejas de sus padres.

Jisung suspiró mientras se dispuso a subir las escaleras, aunque ahora era la voz de su padre que acababa de salir de su habitación el que lo estaba llamando a dar un paso más.

—Será mejor que te pongas un buen traje, tendremos una cena con tu futura prometida.

Apenas lo escuchó Jisung se afirmó de la varanda, girándose con un rostro desconcertado a su encuentro, podía sentir como su presión bajaba mientras preguntaba qué demonios acababa de decir. La señora Han se veía igual de sorprendida y llevó una mano a su pecho, el señor Han se veía orgulloso de su hazaña, confiado que sería el fin de los comportamientos insolentes de su hijo.

—Ya lo dije, su familia vendrá a cenar esta noche y servirá para que se conozcan entre si, ahora desaparece de mi vista y ve a cambiarte.

Until The Last Note | minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora