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Nunca pensó que llegaría el día en que volvería a casa para pedir ayuda a sus padres, pero parecía no haber otra opción más disponible.

Apenas se hizo de día y la habitación se iluminó por completo, Jisung estaba sentado en la cama mentalizándose para lo que iba a decir cuando el hombre a su lado despertara de su sueño.

Se sentía tan ansioso que no pudo seguir durmiendo a pesar de que era un día sábado temprano por la mañana, todo su cuerpo estaba comprometido y sentía ganas de salir corriendo de casa del sólo nerviosismo que le causaba.

Un pequeño quejido sumado a un Minho que cambiaba de posición acurrucandose hacia él, abrió ligeramente los ojos encontrándose al asistente esperándolo, como pudo Minho se echó ánimos para despertar, sentía sus ojos pesados y se preguntaba qué tan temprano podía ser para que le costara tanto trabajo levantarse.

El pianista se sentó en la cama y con voz baja preguntó "¿Algo anda mal?" Mientras se frotaba los ojos adormilado, sintiendo el peso de su gato caminando hacia él sobre la cama, tomando su atención mientras el pianista intentaba despertar "Es fin de semana ¿Por qué estás despierto?" Soltó aún sin recobrar su conciencia al cien por ciento, una parte de Minho seguía durmiendo mientras acariciaba su mascota.

—Iré a la casa de mis padres —contestó Jisung bastante seguro y vió como Minho abrió los ojos de par en par al instante.

—¿¡Eh!? —soltó sin comprender.

—Lo siento, son las ocho de la mañana.. Puedes seguir durmiendo, yo me encargaré del resto —dijo levantándose, sintiendo la mirada confundida de Minho persiguiéndolo.

—Espera, no estoy entendiendo ¿Por qué regresarás? —preguntó preocupado dispuesto a levantarse, y vió como Jisung llegó rápidamente a su costado, agachándose al lado de la cama.

—No regresaré, sólo le pediré un favor a mi madre.. Creo que ella nos puede ayudar a sacar a Nari del orfanato —dijo tomando las manos de un Minho que apenas volvía en sí.

—Entonces iré contigo —se apresuró en decir emocionado y vió como la mirada de Jisung cambió.

—Aún no sé cómo enfrentarlos, primero me fui de casa desobedeciendo sus órdenes y me quedé con un chico en vez de casarme con una mujer.. Y ahora iré a pedir ayuda sin una pizca de vergüenza en el rostro —dijo mirando sus manos unidas.

Jisung tenía una sensación de pesadez y no se sentía en posición de hacer peticiones a sus padres.

—Debí causarles vergüenza frente a sus amistades, no fuí el hijo que esperaban tener.. Por eso no quiero que ellos te levanten a la voz y te culpen por la persona en la que me convertí —dijo con voz ligera, alzando su mirada encontrando sus ojos cafés.

Al oírlo hablar tan seriamente, Minho se quedó en silencio comprendiendo, eran demasiadas cosas las que habían de por medio al haber huido de esa manera, para sumarle a él irrumpiendo en su casa presentándose como su pareja.

—Entiendo.. No volveré a insistir, estaré esperando tu regreso —respondió el pianista en voz baja.

Jisung pensó que estaría bien al oír esa respuesta, no llevarlo significaba saltarse muchas explicaciones y contratiempos, pero de alguna forma una sensación disconforme apareció, y no fue capaz de levantarse y seguir con su plan, mucho menos cuando vió su rostro sin muchos ánimos.

—De acuerdo, vayamos juntos —soltó arrepintiendose de pensar así, diciéndose a si mismo que debía ser valiente a partir de ahora.

El asistente se levantó jalando la mano del contrario, que lo miró confundido ante sus cambios repentinos de opinión.

Until The Last Note | minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora