~Caricia VI~

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La mujer siguió con la subasta haciendo que sus joyas posaran y se lucieran delante de sus clientes habituales, y luego de bastantes pujas, le llegó el turno del pecoso.

Izuku paso saliva y vio a varios hombres mirarlo de manera sexual y sonreírle de manera lasciva, camino al centro del escenario, empezó a lucir con movimientos lentos y sensuales, dejando salir todo su erotismo. 

Varios de los hombres se miraron entre sí para juntar todo el dinero necesario para poder comprar a Esmeralda y poder tenerlo para su disposición cuando ellos le ordenaran.

- ¡Caballeros la subasta va a comenzar!- Grito Nemuri mientras caminaba por el escenario mientras veía a cada uno y se relamió los labios, poso su mirada en el cenizo y su acompañante pelirrojo, pudo ver una sonrisa burlona en la cara de Katsuki, cosa que la tenso pero a la vez le alivio. 

Izuku se puso al lado de la mujer y miraba a cada hombre mientras acomodaba mejor su mascara para que nadie viera quien era, pero las palabras de su madre llegaron a la cabeza. 

" Mi niño, da igual lo que hagas si la razón es que la hagas para el bien tuyo y los demás, pero siempre deja que tu cabeza y corazón guíen tu camino."- Sonrió de manera triste y miro hacia sus manos viendo esas cicatrices provocadas por los clientes a los cuales atendían y algún que otro castigo por esa mujer cuando estaba demasiado ebria. 

Los pasos de la mujer a su lado lo sacaron de sus pensamientos y la miro.- Lo siento mucho Esmeralda.- Se disculpo la mujer en un pequeño susurro para que él solo pudiera escuchar.- Pero lo tengo que hacer para poder pagar las deudas.- Le informo la mujer la razón por la cual hacia eso. 

Izuku bajo la cabeza y jugo con sus dedos sin poder decir nada, ya que las palabras de su garganta no eran capaces a salir para poder consolar a la mujer, pero le dolía mucho lo que le estaba haciendo a cada uno de sus compañeros, la miro y solo le dedico una sonrisa triste. 

Nemuri suspiro y agarro mejor el micrófono mientras lo apretaba un poco por la impotencia y la culpa, ya que lo que estaba haciendo le parecía inmoral pero los gastos eran demasiados y no era capaz de pagar las facturas que le debía a ese hombre hermoso de ojos carmines.- ¡Bien la subasta comenzara por 200.000.000 de yenes!- Anuncio la mujer saliendo de sus propios pensamientos al escuchar varias quejas de algunos de los hombres, que tiraban sus bebidas al suelo provocando que los vasos rompieran en varios pedazos y salían del local de manera enojada cerrando la puerta de un portazo. 

Nemuri suspiro de manera pesaba por el comportamiento de varios de los hombres, miro de reojo al pecoso y lo pudo ver mirando sus manos, paso saliva al ver las horribles cicatrices que ella misma le había provocado en sus momentos de embriaguez. 

- 300.000.000 de yenes.- Se escucho una voz ronca, tosca y dura de un hombre de tez morena, cabello negros, ojos azules y con varias cicatrices por el cuerpo y las manos, alguna que otra adornaban sus ojos.- Si esa perra se viene conmigo le haré todo lo que ella desee.- Se relamió los labios mientras miraba hacia el peliverde quien se tensó, siempre pasaba lo mismo los hombres de allí pensaban que era una mujer, paso saliva de manera dura y rezaba por que un rayo de luz le salvara. 

...

Se escucho en el local como una silla era arrastrada de manera lenta haciendo un ruido estridente y demasiado agudo, pudieron ver como una persona se ponía de pie mirando a cada persona del local con una sonrisa de superioridad y se acercaba a la mujer con su copa de wiski y la mirada de manera frívola.

- Te doy 500.000.000 yenes por él y te perdono la deuda que me debes.- Dijo el cenizo mirando como el pecoso se sorprendía y lo miraba.- Además es un buen pago muy bueno.- Sonrió con mucha superioridad y no apartaba la mirada del peliverde.

La mujer paso saliva y miro de reojo al peliverde quien negaba de manera sutil pero ella cerro los ojos y suspiro.- Trato hecho, Esmeralda es suyo.- Dijo la mujer sin mirar al pecoso quien bajo la cabeza y empezaba a murmurar cosas inetendibles paro los oídos de los demás, se sentía culpable por hacerle eso al joven al cual consideraba como su hijo pero las deudas le consumían y le daban dolor de cabeza hasta el momento en el que se emborracha y pegaba a todos sus trabajadores, no se daba cuenta que estaba divagando en su cabeza hasta que vio como un fajo de billetes se mostraba ante sus ojos.

- Tómalos y dame a esa joya que tú dices que es buena.- Le dijo el cenizo de manera fría mientras miraba al pecoso el cual se encogió en su sitios y jugaba con sus manos, Katsuki sonrió con soberbia le gustaba ver a ese chico como le tenía miedo pero algo en el interior que le decía que sería una fiera en la cama y él lo comprobaría esa misma noche.

ºº ¿Por qué me compro si no me conoce? ºº- Se preguntaba el peliverde mientras apretaba un poco sus manos sin mirar al cenizo.

Nemuri al ver el fajo de billetes dudo pero decidió cogerlo para no hacerle el feo al cenizo, suspiro y miro al pecoso.- Espero que disfrutes de tu nueva vida... y lo siento.- Dijo la peli-azul mientras caminaba hacia el interior de su oficina y guardaba el dinero y sacaba otro poco más para pagar el alquiler al cenizo, salió y pudo ver como el rubio la miraba, paso saliva y se acercó a el extendiéndole el dinero.- Lo que te debo.- Le dijo la mujer y el cenizo cogió el dinero de mala gana y se lo extendió al pelirrojo, quien lo tomo y se lo guardo. 




Caress SellerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora