Caress Seller

~Caricia XXVIII~

Las balas seguían sonando pero con menos intensidad, pudo ver como Kirishima le disparaba a Tomura y le daba en una de sus piernas escuchando como un quejido de dolor le salía.

Camino de manera lenta disparando en alguna ocasiones, protegiendo al peliverde quien respiraba de manera lenta pero suave, Katsuki lo protegía ignorando el dolor de su brazo, camino y le entrego al pelirrojo a un Izuku inconsciente.

Kirishima lo cargo con cuidado y miro al rubio.

- De este hijo de puta me encargo yo.- Dijo el rubio de manera seria mientras cargaba su pistola y le disparaba en los brazos a Tomura.

- ¡AHHHHH!- Soltó un grito desgarrador mientras se arrastraba por el suelo llegando hasta la cocina, Bakugo le siguio el paso de manera pesada mientras le volvía a propinar otro disparo en el otro brazo.- ¡AHHHHH!- Soltó otro grito de dolor mientras se dejaba caer al suelo sintiendo como la sangre abandonaba su cuerpo ocasionando que quedara inconsciente. 

Bakugo se rio y miro a Kirishima.- Me tan los cuerpos de los que hayan muerto aquí y préndale fuego, y los que viven también.- Le quito al pecoso de los brazos con cuidado y salió de allí, caminando hacia su coche para empezar a conducir dirección al hospital.

...

Kirishima salió al jardín, mirando a varios de los cuerpos de los suyos inertes, se mordió el labio inferior, se acerco a los cuerpo de los enemigos sin vida y los empezó a arrastras hasta el interior de la mansión con ayuda de los suyos.

Al terminar la orden dada por el rubio, agarro una garrafa con gasolina y la empezó a verter en el interior de la casa, saco su ciper y lo lanzo haciendo que las llamas se hicieran gigantescas, los gritos de las personas que quedaban vivas y las tablas estallar por la calor era música para los oídos de los miembros Bakugo.

Saco su teléfono y le informa a Denki a través de un mensaje de que ya habían rescatado a Izuku, ya que después de las palabras en ese mismo día el rubio lo llamo llorando rogándole que lo salvara. 

Kirishima le dijo que estuviera tranquilo de que lo salvarían, cosa que calmo al rubio, quien caminaba de un lado a otro en la habitación del pelirrojo, tenia ganas de ver al pelirrojo pero mas a su querido amigo, ex y además hermano.

...

Katsuki se bajo del carro y cargo al peliverde llevándolo al interior del hospital, las enfermeras que lo conocían no duraron en traer una camilla y llevárselo a la sala de urgencias, Katsuki suspiro de manera temblorosa y se sentó en la sala de espera, pudo ver como la enfermera que le había dado la información se acercaba a el con utensilios de sutura. 

- Hola señor Bakugo.- Saludo la mujer mientras se sentaba al lado del rubio con una sonrisa cálida.- Voy a curarle la herida.- Le informo la mujer mientras alzaba la manga y miraba la herida de bala. 

- Hágalo sin miedo no me duele.- Dijo el rubio mientras mantenía la mirada fija en la sala donde se encontraba el peliverde.

La mujer asintió de manera lenta empezando a curar la herida del cenizo con paciencia, con cuidado y con calma, de vez en cuando miraba al rubio.

La mujer al terminar con la cura, lo vengo y se levanto llevando lo usado a un carrito para que fuera esterilizado.- Tiene que esperar aquí, hasta que el doctor te de el permiso para entrar.- Le informo la mujer de manera tranquila mientras se alejaba de allí empujando el carrito de manera tranquila. 

Bakugo ante las palabras de la mujer se limito a mirar la puerta con tranquilidad mientras recordaba todos los momento vividos junto al peliverde, en las veces que lo tomo en su cama, las veces que lo besaba, etc.

Su teléfono empezó a sonar sacándolo de sus pensamientos, miro la pantalla y soltó un suspiro cansado, respondió la llamada.

- Dime vieja bruja.- Respondió la llamada de manera tranquila mientras escuchaba la voz de su madre, junto a las maldiciones y los miles de insultos que le llegaban a su persona, soltó un suspiro y corto la llamada.

...

Las horas pasaban y el doctor que revisaba a Izuku salió de la habitación con una cara de cansancio pero de orgullo.

- ¿Acompañantes del joven Midoriya?- Pregunto de manera tranquila y al ver como un rubio se levantaba de manera rápida y lo miraba.

- Soy yo, soy su pareja.- Dijo de manera rápida mirando al doctor con preocupación que se ocultaba de una manera abismal.

- Su pareja esta estable, fue abusada y tiene un desgarro en el recto.- Le informo de manera calmada pero con preocupación en la voz.- Pero ya despertó.- Dijo mirando al rubio.

- ¿Lo puedo ver?- Pregunto de manera rápida, mirando al doctor y calmado sus ganas de matar de nuevo al bastardo de Shingaraki por abusar del pecoso.

 - Claro.- Dijo el doctor de manera calmada, dejando pasar al rubio a la habitación del pecoso.

Bakugo al entrar a la habitación se acerco de manera lenta hacia un peliverde que miraba hacia la ventana.

- ¿D-deku?- Llamo un cenizo de manera nerviosa mientras miraba al peliverde.

Las esmeraldas del peliverde se clavaron en los carmines del rubio y le sonrió.

- Kacchan has venido.- Sonrió de manera debil el peliverde mientras se reincorporaba en la cama.

Bakugo se acercó y lo beso, en un cálido, tierno y necesitado beso por parte de ambos.

- Sal conmigo Deku.- Le dijo el rubio cenizo de manera suave mientras lo miraba.

- Claro que si Kacchan.- Izuku lo volvía a besar uniendo sus labios en una danza suave, cálida y muy fogosa.

Ambos se separaron del beso jadeando y se sonrieron con complicidad.

- Bienvenido a la familia Bakugo, Izuku.- Le dijo el rubio cenizo mientras le daba un beso en la frente y se sentaba al lado del peliverde.

Izuku ante las palabras del rubio sonrió y lo miro con alegría.

- Gracias por aceptarme, Katsuki.- Dijo el peliverde con una sonrisa en sus labios.

Ya que daba comienzo a una nueva relación de dos.

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Espero que les guste esta historia ya que me llevo bastante escribirla, espero que la apoyen bien.