~Caricia XXIII~

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Izuku se levanto de manera rápida de la cama escapando de los fuertes brazos del rubio cenizo que tenia como amante de todas las noches, caminaba de un lado a otro agitado, recogiendo algunas de sus prendas y llevándolas al baño para lavar, que era un milagro que no estuviera haciendo un escandalo por las veces que tropezaba con las mantas.

Se acerco al armario sacando un par de prendas cualquieras, se las coloco de manera rápida, le daba bastante igual si combinaban o no lo mas importante ahora era saber que le harían ahora a su madre, no se tomo su ducha matutina y salió del cuarto cerrando la puerta en el proceso sin hacer ruido y bajo a la cocina tomo una manzana de manera rapida y salió corriendo sin descanso. 

No se había fijado de que Kirishima lo había visto a través de la ventana de la oficina del rubio cenizo, además de que su amigo lo había también visto desde la habitación del pelirrojo, pero siguió corriendo sin descanso, devoro la manzana en cuestión de minutos y siguio cruzando las calles sin mirar, con el único objetivo de llegar al hospital en el cual se encontraba su madre, choco con varias personas en el proceso y disculpándose a gritos con ellas mientras seguía con su carrera.

Algunas personas lo miraban de manera rara, otras lo veían con preocupación, otros se reían por la vestimenta del pecoso y algunos con enojo al sentir los empujones del peliverde.

- ¡Niño camina no corras!- Regaño un hombre de mediana edad mientras lo miraba con enojo y lo empezaba a perseguir para darle un buen escarmiento con su cachaba.

- ¡Lo siento pero tengo prisa!- Se disculpo el peliverde con una pequeña reverencia continuando con su carrera, con la respiración agitada y sintiendo que su corazón saldría en cualquier momento de su pecho. 

...

Por otro lado un pelirrojo subió rápido a su cuarto al ver que Denki se había despertado y de paso para coger su pistola, se acerco a la cama donde estaba un rubio soñoliento y con los pelos alborotados, se sonrojo ante esa imagen y lo beso. 

- Buenos días hermoso.- Dijo el pelirrojo mientras besaba de nuevo los labios rosados y tentadores del rubio de ojos ámbar, que lo miraban con sorpresa y correspondiendo el beso de manera torpe pero algo ansiosa.

- Buenos días Eijiro.- Dijo el rubio con un leve sonrojo en sus mejillas y se separo del pelirrojo para mirarlo.- ¿Dónde fue Izuku? Lo vi salir de este lugar a toda pastilla.- Le pregunto Denki con curiosidad, conocía bien al peliverde y sabia que había ocurrido algo importante como para que saliera así de la mansión. 

Eijiro ante esa pregunta suspiro y lo miro.- No se a donde fue, pero lograremos saber a donde fue.- Le dijo Kirishima para calmarlo, cosa que consiguió de manera rápida recibiendo un beso en sus labios.

- Traerlo sano y salvo.- Pidió de manera suplicante el rubio mientras se volvía acomodar en la cama. 

- Puedes pedir lo que quieras abajo, pero no salgas de la mansión.- Informo el pelirrojo guardando su pistola en su funda y acercándose a la puerta de su habitación.- Traeremos a Izuku sano y salvo.- Dijo el pelirrojo saliendo de su habitación para empezar a caminar hacia la de Katsuki.

Al llegar a la habitación del rubio cenizo, el pelirrojo no dudo en abrir la puerta de una manera estrepitosa provocando que el rubio diera un pequeño brinco en la cama y lo mirara de manera amenazante.

- ¡Katsuki, Izuku se fue!- Grito el pelirrojo todo sudoroso y jadeando con un leve rubor que adornaban sus mejillas por caminar y subir las escaleras de manera veloz sin recordar que tenia que recuperar el aliento y además de que los besos de Denki le habían dado fuerzas.

Katsuki proceso lo que le dijo Kirishima mediante ese grito, lo empezó a procesar de una manera veloz, haciendo que su cabeza empezara a doler, además de que al final lo entendió y   no dudo en saltar de la cama y coger ropa visitándose de manera rápida.

- ¡¿POR DONDE PUTAS LO VISTE CORRER?!- Le pregunto en un grito el rubio cenizo mientras salía del cuarto siendo seguido por el pelirrojo, sus pasos se hacían cada vez mas rápidos. 

- En dirección al hospital de varias cuadras alejado de aquí.- Le explico Kirishima acordando al peliverde correr de manera desenfrenada y se sorprendió por la agilidad además de la velocidad que alcanzaba el peliverde, como un conejo huyendo de la muerde. 

Bakugo al oír eso chasqueo la lengua enojado, agarro su típica pistola, con el logotipo de su banda y además de que la llevaba todos los días con él por si tenia que sacarla y acabar con la vida de algún bastardo que quería su cabeza.

Salió de sus pensamiento acomodando su pistola en el bolsillo trasero de su pantalón, salió de la mansión y no dudo en tomar las llaves del primer coche que tenia aparcado en la entrada de la mansión. 

- Kirishima tu vete en otro, esto me da muy mala espina.- Dijo el rubio mientras se subía al coche, abrochándose el cinturón de seguridad, abrió las puertas con el mando a control remoto y empezó a conducir de manera rápida haciendo rugir el motor del coche. 

Kirishima acato la orden si rechistar, corrió de manera veloz hacia el garaje subterráneo encontrándose con unas personas que trabajaban allí y les ordeno que salieran, pudo ver como las personas salían de allí. 

- Todos vayan para el interior de mansión y estén atentos al teléfono, por si el jefe da una orden.- Dijo Kirishima de manera seria mirando a las personas que salían de allí de manera lenta.

Camino donde se encontraban muchos mas autos, saco las llaves de su coche lo abrió y se monto de manera veloz, encendió el motor saliendo de la mansión haciendo rugir el motor de su carro de manera feroz y empezó a seguir el auto del rubio cenizo. 













Caress SellerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora