~Caricia XIII~

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Ante esa respuesta que le dio el rubio de hermosos ojos carmines, Izuku le sonrió de manera tímida con un ligero color carmín en sus mejillas mientras seguía con las manos en el hombro del mayor y se sonrojaban ambos por la cercanía de sus rostros. 

Bakugo al notar la cercanía del rostro del menor cerca de la suya se sonrojo de manera ligera y cargo al menor como costal de papas sacándole un pequeño grito al menor.

- ¡Oye bájame de aquí! ¡Es vergonzoso!- Le dijo el pecoso mientras pataleaba y golpeaba la espalda del mayor con toques suaves pero. 

Bakugo lo ignoro de manera olímpica y lo llevo al interior de la mansión, la gente que trabajaba allí los miraron de manera incrédula, ya que nunca habían visto a un joven entrar a la mansión con su jefe o menos ver a su jefe con alguien desconocido en la casa. 

Izuku pataleaba avergonzado pero de repente le llego una nalgada.-  ¡Ay!- Se quejo el peliverde sonrojándose más, podía sentir el agarre del mayor en su trasero. 

- Si sigues pataleando te daré más nalgadas pero cada vez más duras, mocoso.- Le advirtió el mayor afianzando mejor el agarre en el trasero del pecoso y siguiendo el camino hacia su habitación, el lugar más silencioso y acogedor para él y ahora su nuevo acompañante pecoso. 

Izuku lo ignoro y volvió a patalear recibiendo una nalgada más fuerte.- ¡Ay! ¡duele!- Se quejo el peliverde mientras refunfuñaba sacándole una pequeña risa al rubio.

...

Ambos llegaron a la habitación del rubio y el peliverde fue aventado de manera rápida pero suave a la cama, de color rojizo con sabanas finas, se sorprendió por lo grande que era esa habitación y por lo bien organizada que estaba.

- ¿Estas listo, pecoso?- Le pregunto el mayor con voz ronca mientras daba pequeñas mordidas en el cuello del menor sacándole varios suspiros y gemidos ahogados.

Izuku sentía eso de una manera agradable y no era malo, no le daban nauseas cuando se tenía que acostar con otros hombres del bar, se dejó llevar quería olvidar su pasado, rodeo el cuello del mayor con sus brazos y lo atrajo hacia un beso necesitado siendo correspondido de manera inmediata, bajo sus pequeñas manos al pantalón de mayor y lo empezó a desabrochar.

Bakugo se sorprendió por lo que hacía el pequeño pecoso debajo de su cuerpo, él solo pensó que era una mierda inútil, temblorosa y nerviosa, mejor conocido como un chihuahua pero ahora parecía una pequeña pantera desesperada, jamás pensó que le estaría desabrochando el pantalón de manera firme, sin temblar ni nada, eso le encendía de sobre manera.

Izuku coló su pequeña y fina mano en el pantalón junto a la ropa interior del hombre que tenía arriba de él y empezó a masturbar de manera lente el miembro del mayor escuchando un pequeño gruñido de placer, separándose del beso. 

- ¿Le gusta Bakugo-san?~- Le pregunto Izuku de manera sensual cerca del oído de Katsuki, pudo sentir como el miembro del mayor daba un pequeño brinco en su mano y aumento el ritmo de sus movimientos de la mano colocando su pulgar en el glande del mayor impidiendo que se corriera. 

- Mierda mocoso~ déjame correrme~ -Jadeo bajo el rubio mientras apretaba su mandíbula se sentía frustrado gracias al mocoso que no le dejaba correrse y bombeaba más rápido su miembro y mantenía tapado su glande junto a su uretra.

Izuku al escuchar las palabras del mayor saco su mano de las ropas del mayor lamiendo un poco el líquido preseminal que se había quedado en sus manos pero recibió un gruñido de molestia, sonrió de manera inocente mientras seguía limpiando su mano. 

- Bakugo-san no se enoje solo pruebo lo que me voy a comer~- Le dijo el menor mientras aprovechaba a salir de debajo del rubio y lo miraba de manera coqueta.

Katsuki al ver como el menor salió de debajo de él se sorprendió y lo miro de manera seria son una pequeña sonrisa ladina. 

- ¿Sabías por qué me llaman Esmeralda en el bar?- Le dijo de manera j juguetona mientras miraba al rubio y sonreía con inocencia y placer. 

Katsuki se acomodó en la cama mientras veía al pecoso y sonrió de manera ladina mientras miraba con detalle al pecoso. 

- No tengo ni puta idea del porque te llaman así, mocoso.-Le dijo el rubio cenizo de lo más sincero y vio como el pecoso se acercaba a él gateando por la cama y se sentaba en su regazo a horcajadas y movía de manera lenta su cadera. 

- Pues porque te puedo hacer venir con tan solo dos sentones~ - Le dijo el menor mirando al rubio y se acercó más a su rostro.- ¿Lo quieres comprobar?~- Le pregunto el menor mientras veía al rubio y le lamia la mejilla. 

- Claro que lo quiero probar y así sabemos si es verdad o no~- Le dijo el rubio mientras simulaba una pequeña embestida por encima de la ropa de ambos, sacándole un pequeño jadeo al menor. - ¿Qué ya te vas a correr?- Se burlo el mayor del más bajo e Izuku lo miro mal y le fulmino con la mirada.

- ¿Crees que podrás tú hacerme correr?- Le dijo el peliverde con tono juguetón mientras se quitaba la parte de arriba dejando a la vista su fina silueta, su abdomen poco marcado, sus pectorales finos pero turgentes y sus brazos finos con varios músculos marcados pero lo más característicos de él eran que estaban bañados de pecas de varios tamaños. 

Katsuki al ver el pequeño cuerpo del pecoso encima suyo se mordió el labio inferior y llevo sus grandes y callosas manos a los pezones rosados y duros del menor y los empezó a tocar sacando varios suspiros al menor junto con varios jadeos. 

- Ah~- Gimió el pecoso mientras miraba al rubio mordiéndose el labio.

- Ves pequeña perra estas muy duro por aquí abajo ~- Le dijo el rubio en tono ronco mientras sacaba el pequeño miembro de menor y lo empezaba a masturbar de manera lenta.











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