A World That Unites Us [Spreen x Juan]

Tormenta

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𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗝𝘂𝗮𝗻

Ya amaneció y yo desperté algo agitado ya que tuve una pesadilla, no me e sentido muy bien estos días y creo que es por toda esta situación que me tiene tan estresado. Gire mi cabeza a la izquierda para ver a Spreen pero mi sorpresa fue que no se encontraba en la habitación, parece que se despertó primero que yo.

Me levanté y estire un poco mi cuerpo, el cielo parece estar despejado así que creo que seré un día soleado y agradable, me dirigí al baño para tomar una ducha y terminar de despertarme, me pregunto que estará haciendo Spreen, el no es de levantarse temprano.

Al entrar al baño no pude evitar ver mi reflejo en el espejo; tenía unas ojeras enormes y parecía un zombie, no puedo creer que me descuide tanto.

Entré a la ducha y dejé el agua correr para ajustar su temperatura, sentir como todo tu cuerpo se relaja con el agua tibia cayendo por tu piel es una sensación increíble, el hecho de tomar una ducha cuando te sientes mal te despeja la mente a unos niveles inimaginables.

Creo que tomar una ducha era lo que necesitaba para sentirme mucho mejor, al salir y ponerme algo salí de la habitación y baje las escaleras para dirigirme a la cocina, todo estaba en silencio y al revisar bien Spreen no estaba en casa, ví en la barra de la cocina un plato con una tapa puesta y a su lado una nota, adónde habrá ido? Tome la nota para poder resolver mi duda.

"Juan, salí a explorar un poco el lugar, no quería despertarte porque parecía que necesitabas descansar un poco más, te deje el desayuno listo pero si está frío mételo en el microondas, no te preocupes por mi okey? Volveré pronto. No cometas ninguna tontería mientras no estoy boludito.  -Spreen"

Supongo que pasaré la mañana solo... no quiero perder tiempo así que voy a ir al sótano para investigar más cositas, tal vez encuente un libro para mejorar mis poderes de hechicero supremo.

Solo espero que no le pase nada malo a Spreen allá afuera, no me gusta pensar en que si le pasa algo no voy a poder saberlo y no podré hacer nada para ayudarlo, aunque confío en que puede cuidarse solo, siempre tuvo un control muy bueno con la espada.

[...]

Estás horitas de lectura me han ayudado mucho, mi mente se siente despejada y además encontré un hechizo que te permite lanzarle múltiples rayos a un enemigo, eso tengo que ponerlo aprueba cuando tenga la oportunidad.

No sé cuánto tiempo había pasado desde que leí la carta que dejó Spreen pero ya me estoy preocupado mucho.

Deje el libro que estaba leyendo en una mesita y me levanté en dirección a las escaleras, al subir me dirigí a la cocina y salí por la puerta que daba al patio.

Me senté en el pórtico que tenía el patio viendo con preocupación el bosque, el clima ya no era como el de la mañana, las nubes eran de un tono gris oscuro y el poco sol que había lo estaban tapando. Parece que habrá tormenta.

Un sonido proveniente de unos arbustos llamo mi atención así que me levanté algo asustado, espero que sea el oso tonto, seguro me está jugando una broma.

Me acerque poco a poco a los arbustos ya que no paran de moverse, asome un poquito mi cabeza para observar mejor lo que podía llegar a ser.

-AAAYH- Grite asustado ya que había saltado una sombra encima de mi haciéndome caer al suelo.

-Te asuste? Jeje- Abrí los ojos rápidamente al darme cuenta de que era Spreen.

-Pues claro imbécil- Dije haciendo puchero. Quería provocarme un infarto este bobolon.