Eran la una y media del mediodía cuando Olivia ya tenía su maleta de mano lista y estaba tomándose un café mientras esperaba a Lucas. La forense ya tenía el hotel reservado para unas noches en Londres y había quedado con Lucas que la iría a buscar a casa y la llevaría al aeropuerto. Su vuelo al aeropuerto de Londres- Gatwick salía a las cuatro y treinta y cinco de la tarde, con la compañía Easyjet, por lo que al ser un vuelo internacional, debía estar dos horas antes de la salida del avión.
Olivia no sólo estaba muy nerviosa, por el cambio que había decidido dar y por lo que se le avecinaba, además no le gustaba ir en avión. Pero también le influía el haber decidido separarse de esa manera tan abrupta de Vanesa. Ella creía que había sido una decisión acertada. Sabía que si seguía en Madrid, acabaría coincidiendo con ella en algún caso que tuvieran en común, una como forense y la otra como inspectora. Y prefería superarla no viéndola. Igual era una decisión inmadura, pero en ese instante ella no estaba para pensar en otras alternativas. Además sabía que lo de Londres era una buena oportunidad laboral para ella. Así que prefirió no pensar si había hecho lo correcto y decidió dejarse llevar e ir viendo por ella misma si se había equivocado o no.
Pero en ese momento le embargó la nostalgia. Vanesa no salía de su cabeza, y además se veía con ella cenando, riendo, compartiendo ambas aspectos de sus respectivos trabajos, y eso a ella le fascinaba. Y ya cuando se imaginó con Vanesa amándose, no pudo evitar entristecerse y echarse a llorar. ¿Cómo haría para olvidarla? Si Vanesa era su primer y último pensamiento que tenía en el día. Estaba bien jodida.
Lucas tocó al timbre para que Olivia bajara ya. Estaba esperándola con el coche en doble fila. La forense echó un último vistazo a su casa, a su hogar, y se fue de allí más triste que nunca. Si al final se prolongaba su estancia en Londres tendría que pensarse en alquilar su vivienda de Madrid, o no, ya vería, pero lo tendría que pensar.
Vanesa llegó muy nerviosa al anatómico forense. Creía que Olivia estaría trabajando, o quizás fuera la hora de su almuerzo, por lo que se dirigió a paso decidido a la sala de autopsias. Cuando por fin estaba ya en la puerta, acercó su oído para poder escuchar algo de música clásica y con ella relajarse. Tenía que decirle a Olivia que por fin sabía lo que quería y con quién lo quería, por lo que si había música clásica de fondo seguro que la ayudaba a controlar los nervios que llevaba encima. Pero cuando no escuchó nada, se asomó por el cristal de la puerta y vio de espaldas a otro forense trabajando sobre un cuerpo. Le pareció raro, entonces pensó que Olivia estaría almorzando.
Vanesa tocó a la puerta, y el forense se dio la vuelta, a pesar de estar muy concentrado en lo que estaba haciendo. Cuando vio que se trataba de la inspectora, la hizo pasar.
-Hola inspectora, buenas tardes. ¿A quién busca?- El hombre ya la conocía, y estaba seguro que a él no lo estaba buscando.
-Busco a Olivia Ferrer, doctor. ¿Hoy no trabaja?¿O está comiendo?
-Vaya,¿No lo sabes? Ella se despidió. Se va a Londres a trabajar. Además se va hoy. Pensé que te lo había dicho.
Vanesa palideció. Se quedó paralizada en la entrada de la sala. No podía mover ni un dedo de la mano. Hasta que por fin reaccionó.
-Gracias, doctor. Hasta luego - Vanesa sabía que debía llamar a Marco para pedirle explicaciones. Por lo que salió corriendo de allí y una vez afuera, llamó rápidamente a su amigo. Estaba tan nerviosa que el teléfono estuvo a punto de caerse al suelo.
-Vane…¿Qué pasa? - Preguntó Marco algo preocupado, seguramente Vanesa ya sabía que Olivia se iba, y tendría que hacer frente a un posible enfado de su amiga.
-Joder García, ¿Dónde está Olivia?- Le preguntó desesperada la inspectora.
-Vanesa…Ahora estará ya en el aeropuerto. Su hermano la llevaba. Se va a Londres a trabajar, lo siento.
-¿Por qué no me has dicho nada antes? Pensé que eramos amigos, García. No me esperaba ésto, la verdad.
-Vanesa, y lo somos, por eso mismo no te lo dije. Porque te vi ilusionada de nuevo con Sara, y porque no quería que la decisión de Olivia de irse, te influyera negativamente en la decisión que debías tomar tú.
-Joder, García, quiero a Olivia, la necesito en mi vida. Y ahora ella se va…No sé si podré aguantar otro abandono. No sé si estoy preparada para ello, ya tuve suficiente con Sara, maldita sea...-Dijo Vanesa sollozando.
Marco deseó en ese instante estar al lado de Vanesa. Él mismo la llevaría al aeropuerto en un santiamén si pudiera, pero ya no le daba tiempo de acompañarla.
-Vanesa, su vuelo sale a las cuatro y media. Son las tres y media casi. Estarán a punto de embarcar, si te das prisa aún estás a tiempo…¡Corre!- Marco se sintió culpable por no haberle hecho caso a Rosa cuando le dijo que Vanesa debía saber que Olivia se marchaba. Ahora sólo esperaba que Vanesa llegara a tiempo y pudiera arreglar algo con la forense, aunque lo veía difícil si Olivia estaba a punto de subirse a un avión.
Vanesa colgó la llamada y corrió hacia la moto. Se puso su casco y la puso en marcha en unos segundos. Sabía que si no corría con la moto, iba a perder a Olivia, y si la perdía, sabía que iba a volver a pasar por lo que pasó con Sara, e incluso sabía que esta vez sería peor, porque estaba muy enamorada de la forense y quería ser su pareja. Necesitaba darle un beso de buenas noches y despertarse con la pelirroja todas las mañanas a su lado. Quería compartir con ella cómo le había ido en el trabajo, como también perderse con ella los fines de semana por la sierra madrileña o por los Pirineos. No se podía ni imaginar no tener a Olivia en su vida, por lo que puso la moto a una velocidad no permitida, pero está vez tenía una buena excusa para hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
Malasaña I. (5° Historia)
Mystery / ThrillerVanesa Ramírez Malasaña se enfrenta al peor caso de su corta carrera como inspectora de policía. Aparecerá el cuerpo de una joven que llevaba seis meses desaparecida y el tiempo corre en su contra para encontrar al asesino, por lo que será una carre...