Capítulo 22. Una charla entre hermanos.

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-Lucas, ¿Qué tal?

-¿Quién eres? No te conozco...

-Venga, no te hagas el tonto. Estoy haciendo la cena y no puedo hablar mucho así que vamos al grano.

-Joder Olivia no me llamas nunca, y cuando te llamo yo, no me devuelves las llamadas. Y me llamas ahora porque estás haciendo la cena y tienes prisa.

Olivia se sintió culpable con las palabras que soltó su hermano. Éste tenía toda la razón. Tenía a su familia olvidada y sólo se acordaba de ellos cuando tenía un hueco libre, y a veces ni eso.

-Lo siento Lucas. Sé que tienes razón, pero te lo recompensaré.

-Lo mismo dijiste hace un mes y todo sigue igual. Pero tranquila, los papás y yo sabemos que te casaste con tu trabajo. Tienes treinta y dos años y ya no vas a cambiar, lo tenemos asumido.

-Eh, Lucas, voy a cambiar. Tenéis razón. No quiero vivir sólo para el trabajo, quiero hacer otras cosas. Igual los fines de semana me apunto con algún grupo a hacer senderismo.

-Espera, Olivia, ¿Reconoces que pasas de tu familia y que sólo vives para trabajar?

-Sí, eso mismo he dicho. Sabes, los años pasan rápido, y no quiero plantarme en cincuenta años y pensar que lo único que he hecho es trabajar. Quiero empezar a vivir.

-Me parece estupendo. Mamá no se lo creerá.

-Tengo que empezar de cero, eso sí. Esta noche voy a salir, Lucas.

-Ah, pero, ¿Sales sola?

-No, con Fabiana. Su marido está de viaje. Y bueno, también me voy a encontrar con Marco y Rosa.

-Joder, ese tipo si era bueno para ti. Lástima que seas lesbiana.

-Sí, y que él esté casado con Rosa y por cierto, no sé si lo sabes pero tienen tres niños.

-Vaya, de eso te has librado entonces. Me alegro mucho que salgas esta noche. Pero espero que empieces a salir más noches. No sólo hoy.

-Lo sé Lucas. Esa es mi intención. Bueno y tal vez venga también la inspectora que trabaja con Marco.

Cuando Olivia nombró a la inspectora, se hizo un silencio nada molesto entre los hermanos. Hasta que por fin Lucas retomó la conversación con Olivia.

-¿Es guapa? Y mejor dicho ¿Es lesbiana?

Ahora la sorprendida fue Olivia. Su hermano al parecer la conocía demasiado bien.

-No sé a qué viene esas dos preguntas. Pero sí, es lesbiana y es muy atractiva.

-Vaya, ¿Hace tiempo que la conoces, Olivia?

-No, la he visto tres ratos. Ellos están investigando el asesinato de una chica que desapareció hace seis meses. Y bueno, yo hice la autopsia del cuerpo.

-Joder, ¿la chica es Pilar? En las noticias sólo hablan de ella.

-Sí, la misma.

-Y ¿Se sabe algo más?

-Lucas, no puedo compartir contigo esa información. Lo siento. Pero ya hice la autopsia del cuerpo y ya compartimos impresiones acerca de lo que encontré en ese cuerpo. Ahora sólo les falta a Marco y su compañera encontrar al asesino de la chica.

-No sé cómo te puedes dedicar a abrir cadáveres, en serio.

-Pues ya de pequeña lo tenía bien claro.

-Peor me lo pones. Ya de niña eras algo macabra. Mamá me contó una vez que viste un gato muerto en la carretera y te lo querías traer a casa para abrirlo.

-Es verdad, pero quería abrirlo para ver qué tenía adentro. Yo nací para ser forense. Lástima que estuviera el pobre todo chafado y no se pudiera hacer nada con él.

-Lo sé. Joder, ¿No serás tú una psicópata asesina encubierta? Bueno, entonces, volvamos a la inspectora. Me dijiste que es atractiva y lesbiana. ¿Te gusta? ¿Tiene ella algo que ver en tus repentinas ganas de querer vivir la vida?

Olivia y Lucas tenían mucha confianza el uno en el otro. Lucas tenía un año más que su hermana y siempre habían sido muy próximos. Para él, su hermana era lo más importante en su vida. Y la forense necesitaba ser sincera con su hermano. Así que se abrió y le dijo lo que estaba comenzando a sentir por Vanesa.

-Pues Lucas. Quiero serte sincera pero vamos a hablar en serio. No de cachondeo ¿Vale? Creo que sí me gusta. Desde que la vi la madrugada que apareció el cuerpo, me llamó mucho la atención.

-¿Cómo es ella?

-Es alta. Más o menos como yo. Fuerte, es muy guapa. Tiene el cabello oscuro, como sus ojos. Cuando la vi por primera vez recuerdo que me gustó. De hecho no he dejado de pensar en ella. Así que estoy mal, lo sé.

-¿Es femenina? Porque tú lo eres demasiado.

-Femenina como yo...No. Siempre que la he visto lleva su chupa de cuero y sus vaqueros negros raídos. Ajustados a sus divinas piernas, eso sí. Porque tiene un trasero, que no me importaría para nada tocarlo. Tiene buen físico, vamos.

-Vaya, y ¿Desde cuándo te gustan las mujeres así, Olivia?

-Sé a qué te refieres. Es verdad que me gustan las mujeres femeninas pero Vanesa me atrae tal como es. También tiene pinta de estar hoy con una y mañana con otra, y como comprenderás yo no voy a ser una más en su vida. Así que me gustaría hablar con Marco y preguntarle sobre ella. Es su compañero de trabajo y tiene que conocerla mejor que bien.

-Tiene bonito nombre. Y en eso tienes razón. Pregúntale y así sales de dudas. ¿Qué tal si te dice que es mujer de una sola mujer?

-Pues que entonces tengo a la mujer de mi vida ante mis ojos y no puedo dejarla escapar.

-Olivia, si eso lo tienes claro, sí tiene que gustarte mucho esa mujer. Porque nunca antes has salido con alguien. Definitivamente esa mujer te está cambiando para bien. Y eso que aún no habéis tenido nada. ¿No?

-No, nada de nada. De hecho al principio de conocerla reconozco que fui antipática con ella.

-Típico en ti. Bueno, tú cuéntame cómo va todo con ella, porque con lo mucho que vales, dudo que esa mujer no haga por conocerte si sabe que tú también eres lesbiana.

-Gracias Lucas. No sé, pero creo que sí le puedo gustar. Lo digo por cómo me mira. Y a veces cuando la tengo cerca se queda sin palabras. No sé si eso es normal en ella. Le preguntaré a Marco.

Por cierto, ¿Qué tal tú con Yasmina?¿Se llamaba así?¿Aún sigues con ella?

-No hermanita. Esa chica hace tiempo que no la veo. Ves, llevamos mucho sin hablar. Tenemos que cambiar ésto e intentar hablar más o quedar a tomar algo cuando acabes de trabajar.

-Te juro que lo voy a hacer. Ya lo verás, Lucas. Bueno, te tengo que dejar que ya he hecho la cena. Gracias por acompañarme en este rato. Ceno, me arreglo y me voy.

-Está bien Olivia. Pásalo bien, y cuéntame, por favor.

-Te contaré. Te quiero y gracias por estar ahí para mí.

-Eso siempre, Olivia.

Los hermanos colgaron la llamada y Olivia se puso a cenar rápidamente porque al final con la llamada a su hermano se le hizo algo tarde.

Malasaña I. (5° Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora