GLASS II {JJK & KTH}

Capítulo 19

-¡Jasper!-Exclamó el criminal mirando a su hijo a través del retrovisor.-¡Deja de lanzarle palomitas a los peatones!

-¡Mira, papá! ¡A ese le di en un ojo!

-No es el momento.-Respondió Garnet tratando de silenciar su teléfono.

-Tampoco es momento de que tu novia la tóxica guarra te llame.

-¿Qué pasa, Emily?-Preguntó el mayor de los Kim respondiendo a la llamada.-Escúchame... Emily, quiero que me escuches. ¡Emily, joder, basta! ¡Me tienes hasta los cojones con tus putas tonterías! ¡No estoy para tus mierdas! ¡Esto se acabó! ¡Búscate a otro que te soporte!

-Díselo, mi rey.

-¿Acabas de dejar en vivo y en directo a Emily?-Preguntó Amatista emocionada.

-Sí.-Suspiró su hermano.-Estoy demasiado preocupado por Amber como para escuchar sus gritos.

-Entonces, ¿de qué conocéis a Amber?-Preguntó Olivia, todavía desubicada.

-La conocí una noche en la que hubo un incendio y la policía creyó que lo habíamos provocado nosotros, estuvimos años juntos en la cárcel.

-¿¡Qué!?

-El incendio fue provocado por mi.-Añadió Jungkook.

-¿¡Por qué!?

-Esa es otra historia que sabrás más adelante, cariño.

-¿Y cómo conociste a Amber?

-Intenté secuestrarla en el incendio.

-¿¡Perdona!?

-Después maté a los Kim, descubrí que era la chica que intenté secuestrar y ese día la secuestré de verdad.

-¿¡Jungkook os había matado!?

-Adoro verte cada vez más sorprendida.-Dijo Jasper entre risas.

-¿¡Y qué pasó después!?

-Me enamoré.-Confesó el criminal entre una pequeña risa nerviosa.

-Ah, genial. ¿Y ya está?

-Eres una borde cuando quieres, menos mal que eres un amor.

-¡Perdona, no me mates!

-No digas tonterías.

-¿Qué pasó después?

-La verdad es que descubrimos que la había criado hasta que ella cumplió cuatro años. También supimos que era hija de mi primer amor.

-¡No entiendo ni jota! ¡Pero lo que sí sé es que eres un criminal y todos vosotros lo sabíais! ¡Lo teníais bien escondido, cabrones!

-En resumen.-Cortó la conversación Garnet.-Jungkook siempre ha estado destinado a reencontrarse con Amber.

-Eso sería muy bonito si hubiéramos omitido toda la verdadera historia que hay detrás.

-Tampoco es que le quede otra opción.-Respondió Jasper.

-¿A qué te refieres?

-Hemos llegado al escondite, bajad del coche.-Dijo Jungkook desabrochando su cinturón.

Los Jeon, los Kim y Olivia bajaron del coche apresurándose para entrar en el escondite. Todo el lugar estaba bañado de una tenue luz morada de unas luces led que decoraban el apartamento y, de golpe, una persona salió del baño tambaleándose.

-Ay, ¡hola!-Dijo Lucas con la típica sonrisa tonta que le salía cuando iba emporrado.-¿Y estos niños qué hacen aquí?

-¡No somos niños!-Se quejo Garnet.

-Ay, ¿sigue naciendo gente después del año 2000?

-Lucas, por favor.-Suspiró Jungkook.-¿Tenías que fumar justo hoy?

-Hoy y siempre, mi pibe.-Rió.

-¡No me jodas que el buenorro este también es un criminal!-Se quejó la pobre y desubicada Olivia.

-No, yo soy el amigo criminal del criminal.

-Acabas de decir que también eres criminal.

-Ah.

-Lucas, Namjoon ha muerto.-Dijo de golpe el otro criminal.

-¿En serio?

-Sí, Ruby está de vuelta.

-Joder, macho, sí que es verdad que mala hierba nunca muere.

-Tienen a Amber y tenemos que salvarla.

-¿Otra vez? ¿No debería saber ya salvarse sola?

-Es cierto.-Respondió Jasper.-¿Por qué no dejamos que se muera de una vez? Salimos victoriosos, así no tenemos más dolores de cabeza.

-¡Jasper!-Le riñeron todos menos Lucas al unísono.

-¡Era broma!

-Sabes qué es lo que quiere Ruby, así que eres consciente de que Amber no debería estar metida ahí en medio y que su jugada ha sido sucia.-Continuó hablando Jungkook.-Así que debemos plantarle cara todos juntos.

-¿Nosotros formamos parte de ese "todos juntos"?

-Por supuesto, James.

-¡Bien! ¡Días libres sin trabajar!

-¿¡Perdona!?-Se quejó Olivia.-¡Me he enterado de una parte de la historia hace menos de una hora! ¿¡Y pretendes que os ayude en vuestras batallas!? ¡No tengo ningún tipo de experiencia!

-¡Qué bien! ¡Tu primera experiencia matando a gente! ¿No estás emocionada?

Olivia gritó asustada ante la broma del menor de los James y todos rieron, era obvio que ella no sería la encargada de asesinar a nadie si era necesario.

Mientras todo eso ocurría, yo rompía en mil pedazos delante de Alice o, más bien, la verdadera asesina de mi madre. Me ardía todo el pecho cuando descubrí que Taehyung llevaba todos esos años cubriéndole las espaldas y ocultándome la verdad desde los comienzos de nuestra relación. Lo único que tenía en mente era que lo más probable sería que todavía tenía conocimiento del iceberg de toda la historia, algo en mí me advertía de que sufriría cada día más allí metida.

-No sabes cuánto lo siento, Amber.-Respondió la mujer empezando a tartamudear.-Si no hubieras vuelto a nuestras vidas, podría salir todo a la perfección. Pero no podía seguir mintiéndole al mundo sobre lo que he hecho, mucho menos estos años en los que has estado con Taehyung y tan unida a mis hijos.

-Eres una hija de puta.

-¡No sabes la razón por la que decidí hacer eso!

-¿¡Es que tienes una razón tan buena que explique el por qué de haber matado a mi madre!?

-¡Sí, joder, sí!

-Envidia.

-¡No!

-¡Ella quería tener a Taehyung y tú no podías soportarlo!

-No te atrevas a hablar de mis inseguridades durante mi juventud.

-¿Estás compinchada con ese Ruby?

Alice estaba a punto de decirme algo, pero se calló de golpe. Probablemente confesaría algún detalle más del que no tenía ni la menor idea, pero lo más seguro es que ella saldría dañada si hablaba.

-Tengo que irme.-Dijo apresurándose hacia la puerta.

-Siempre serás una cobarde.

-Y tú siempre serás una muñeca desgraciada, Lee Agata.

La mujer salió de la habitación para dejar entrar a un hombre con una máscara negra. Mi piel se puso de gallina y las lágrimas seguían cayendo por mi rostro, el terror cada vez me comía más mi cuerpo, lo que hizo que no dejara de temblar.

Era él, le tenía en frente después de tantos años. Cada noche que pasaba en el orfanato en mi infancia soñaba con él: ese hombre enmascarado que, exactamente, me encerraba en una habitación y me torturaba hasta que mi alma muriera de pena. Tenía el presentimiento de saber quién se escondía detrás de la máscara, pero no quería saberlo. Lo único que quería era volver a casa y seguir una vida normal.