Capítulo 30

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-¿Cuántos años tiene ella?-Preguntó Taehyung tratando de acariciar la cabeza del bebé, pero su intento fue fallido, ya que la línea entre el mundo terrenal y el espiritual era gruesa y a su vez fina.

-Ha cumplido dos el mismo día que Siam.-Le respondí con una sonrisa.

-¡Mami!-Dijo Siam corriendo hasta donde yo estaba.-¿Puedo jugar en el jardín con mi hermanita?

-Por supuesto, cielo.

-Es preciosa.-Continuó diciendo la entidad.

-¿Sabes? Me recuerda mucho a ti.

-¿Si?

-Luna es cabezota y muy inteligente, le gusta analizar todo a su alrededor y va un paso más allá que el resto. En cambio, Siam es más impulsivo y se deja llevar mucho más por lo que siente.

-Siam me recuerda a Jungkook.

-Así es.

-Había soñado en su día con tener esta familia contigo... Creí que tenía todo bajo control y sin quererlo, lo eché a perder.

-Todo está bien, Taehyung, deja de preocuparte.

-Amber...

Miré su pálido rostro y unas lágrimas casi invisibles empezaron a caer por su rostro. Mi mundo se paralizó, sabía que nada bueno se vendría en cuanto le vi tan triste.

-Sé que no podrás evitarlo... Pero ten cuidado, por favor.-Susurró.

-¿De qué hablas, Taehyung? ¿Qué ocurre?

De golpe, dos figuras masculinas atravesaron las ventanas de mi casa, haciendo que los niños gritaran aterrados. Pude diferenciar al segundo a Jimin de los dos, el cual corrió hasta Siam y hasta Luna para cogerlos en brazos.

-¡Escóndete, Amber! ¡Corre! ¡Yo me encargo de los niños!-Me gritó a punto de salir de mi casa.-¡Todos te queremos, Amber! ¡Pase lo que pase! ¡Recuerda que lo hemos dado todo por ti!

-¿¡Qué está pasando, Jimin!?

Empecé a temblar de tal manera que fui incapaz de salir corriendo a esconderme como él dijo, ya que mis piernas flaqueaban y entré en pánico. La otra figura masculina se acercó hasta mí a paso lento y con un enorme tronco de madera en la mano, fue ahí cuando finalmente supe lo que estaba a punto de pasar: moriría en cuestión de minutos.

-¿¡Qué haces aquí, Derek!?-Grité intentando escapar.

-¿Qué crees que hago aquí?-Murmuró.-¿Es que no te han dicho tus amigos que la muerte es la única forma de salir de esto?

-¡Ni se te ocurra ponerme ni un dedo encima!

-Déjame hacerte este favor, ¿vale? Yo me libro del plan y tú te despides de esta vida.

-¡Tengo dos hijos, joder! ¡No lo hagas!

Derek rio antes de darme el primer golpe con el tronco en la cara, haciendo que cayera al suelo y gritase desesperada. Continuó golpeando mi cuerpo con fuerza hasta que mi respiración dejó de ir como debía y charcos de sangre bañaron las baldosas del salón. Estaba a punto de marcharme, de la forma más dura y dolorosa en la que una persona podría irse.

Conseguí diferenciar a Jungkook entrando en la casa y disparando el pecho de Derek. El cuerpo del enemigo cayó al lado del mío, pero yo no era capaz de moverme. El criminal gritó mi nombre entrando en cólera y empezó a sacudirme para que pudiera reaccionar.

-¡Amber!-Gritó en mi cara, mientras su rostro se bañaba con sus lágrimas.-¡No te vayas, joder! ¡Aguanta! ¡Quédate conmigo!

-No puedo...-Dije en un hilo de voz.

-¡Estamos a punto de casarnos el mes que viene, Amber! ¡Tenemos dos hijos juntos! ¡No me dejes, por favor! ¡Resiste, joder, resiste! ¡Debemos seguir unidos! ¡No puedo perderte a ti también, por favor!

-No siento las piernas...

-¡Aguanta, te lo ruego!-Dijo arropándome con una manta y cogiéndome en brazos desesperadamente.-¡No puedes irte todavía, joder!

-No aguanto...

Sujetó mi cara entre sus manos y observó mi rostro sin poder creer lo que estaba sucediendo. Rápidamente, sentí cómo más personas entraron en la casa y, por sus voces, supe que se trataban de mis amigos.

-¡Amber!-Gritó Olivia asustada.

-¡Amber, aguanta! ¡Ya hemos llamado a la ambulancia!-Chilló Jasper, era la primera vez que el menor de los Jeon se ponía de los nervios.

-¡Eres mi mejor amiga, Amber! ¡No me dejes solo!-Dijo Garnet asustado de acercarse a mí.

-¡Siempre has luchado hasta el final, tía! ¡Resiste un poco más hasta que llegue la ambulancia, por favor!-Insistió Amatista.

-Os quiero...-Susurré notando cómo mi corazón cada vez palpitaba menos.

-¡No digas eso, joder!-Dijo Jungkook apretándome contra su cuerpo.-¡Eres muy fuerte!

-Te amo, Jungkook...-Dije mirándole por última vez a los ojos y, finalmente, dejando que mi alma saliera del cuerpo que había tenido hasta ese momento.

Todos se quedaron mudos y el criminal empezó a gritar sin dejar de sostener mi cuerpo entre sus brazos. Estaba desgarrándose la garganta, pero en ese instante lo único que le importaba era yo. Ninguno de los presentes fue capaz de dejar de llorar por un buen rato. Incluso el sonido de las sirenas de la ambulancia y de los policías se escuchaba menos que los gritos de Jungkook.

-¡Manos arriba!-Gritaron los policías.

-¡ME RINDO!-Sollozó levantando ambas manos frente a ellos.-¡ME RINDO, JODER! ¡NO PUEDO MÁS!

Los médicos corrieron hasta mi cuerpo y, después de haber mirado mi pulso, miraron con pena a todos y dijeron un suave "Lo siento" antes de tapar mi cadáver. Jungkook continuó gritando sin parar y empezó a golpear una pared impulsivamente, lo que hizo que su propio hijo corriera hasta él y agarrara sus brazos para que no se hiciera daño. Ambos estaban deshechos, pero se unieron en un abrazo en el que el criminal seguía dañando su garganta.

Mi alma se encontraba sin palabras viendo toda la escena, realmente me había ido del mundo terrenal y me encontraba en el plano astral justo como Taehyung. Ojalá tuviera la posibilidad de abrazarles y decirles que todavía estaba con ellos, que no les había abandonado completamente y que no estaba sola. Garnet cayó de rodillas al suelo y lamentó sus últimas acciones y conversaciones conmigo y con su padre. La historia de la vida de Lee Agata había sido toda una tragicomedia, pero no me sentía mal, simplemente no sentía nada.

Por algún motivo, era consciente de que volvería a verles. Sabía a la perfección de que nos reuniríamos de nuevo y que, seguramente, tendríamos la oportunidad de ser todos felices al fin. Justo como Taehyung había dicho en el momento de su ida, yo también sospeché que mi historia no acababa ahí. Por un segundo, el sonido de las sirenas, de los gritos de Jungkook y de los llantos de mis amigos dejó de ser tan fuerte y escuche un suave "perdóname, hija mía" en mi oído seguido de una brisa cálida que parecía abrazarme.

En un acto reflejo, giré mi cuerpo flotante y vi a la mujer que había conocido cuando Taehyung había muerto. Ella se encontraba mirándome con una sonrisa y me extendió su blanca y brillante mano.

-¿Lista?

GLASS II {JJK & KTH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora