GLASS II {JJK & KTH}

Capítulo 22

-Estarás esposada a mí, no puedo dejar que escapes.-Dijo mirando mis labios.

-Haré lo que tú desees.-Susurré.

Esa misma noche, Jackson me llevó sigilosamente hasta una de las terrazas del lugar, la cual daba con el mar. No tenía ni la menor idea de en dónde podría estar, pero tenía la impresión de que estaba más lejos de mi casa de lo que creía. Tuve grandes ganas de llorar, pero preferí seguir adelante con mi plan de hacer que el chico se pusiera de mi parte.

-Está amaneciendo.-Dije mirando hacia el sol, que empezaba a asomarse entre el mar.

-Así es, espero que esta imagen ayude a que te sientas mejor.-Respondió con una sonrisa.

-Eres muy amable... Pero mi vida lleva años jodida.

-¿Por qué dices eso?

-Taehyung y Jungkook han sido los culpables.

-Esos hijos de puta...

-Exacto... Los desprecio con toda mi alma.

Jackson parecía estarse creyendo mis palabras, por lo que seguí metiéndome en el papel. Vaya imbécil, era cierto eso que había leído en el diario de mi madre... Todos los hombres son idiotas y son más fáciles de cautivar de lo que parece.

-Me han hecho tanto daño...-Suspiré.

-Amber.-Dijo el chico dándome un fuerte abrazo.-Siento mucho todo por lo que has tenido que pasar, no merecías vivir todo esto.

-A veces la vida es así...

-Vámonos.

-¿Cómo dices?

-Vámonos de aquí, te llevaré a conocer el mundo y haré que seas feliz.

Era una propuesta de lo más loca, no podía aceptarla, pero estaba totalmente desesperada y necesitaba huir de ese sitio. Sabía que el irme con él me traería problemas, pero al menos no rozaban la muerte como el hecho de seguir ahí metida. No dejaba de mentirle, pero debía pensar en mí misma, por mucho que doliera.

-Sácame de aquí, Jackson.-Murmuré mientras le miraba con ojitos de cervatillo.

De esa manera, agarró mi mano y empezamos a correr. Mientras nuestras piernas corrían y corrían, mi cerebro trajo una visión en la que Jackson y yo nos encontrábamos en un enorme barco abrazados. Por algún motivo, tenía miedo, pero no pude descifrar el por qué de ese miedo.

Lo único que le pedía al universo era que todos se encontraran bien, ya que algo me decía que no les vería en mucho tiempo. De todos modos, ellos seguían con su plan en mente y llegaron al escondite de Ruby dos días después de mi ida con Jackson.

-¡Guerra!-Gritó Jasper dándole una patada a la puerta de madera que adornaba la entrada del lugar.

-¿¡Eres idiota!?-Le gritó Amatista.-¿¡Quién te ha dicho que debías darle una patada a la puerta!?

-Relájate, gatita, quería sentirme poderoso tirando la puerta abajo pero la muy cabrona ha decidido reírse en mi cara.

-Déjate de tonterías, no debemos cagarla.-Dijo el criminal.-Todos debemos salir de aquí sanos y salvos.

-Llegáis tarde.-Rió Jimin apareciendo de golpe.-Amber lleva dos días sin estar aquí.

-¿Cómo dices?

-Ha escapado.

-¿Amber? ¿La mosquita muerta que comía mis cereales de miel a escondidas?-Preguntó Jasper.-Pésimo chiste.

-Os sorprenderá saber que ha sido más astuta de lo que creéis.

-¿Cómo lo ha hecho?-Preguntó Garnet.