11 | I saw the light

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11 | I saw the light

Jueves 29 de Diciembre de 2022
Zermatt, Suiza

Habían pasado ya unos días desde aquella bonita cena de Navidad, donde Julie había vuelto a trabajar con mayor intensidad y eso le estaba consumiendo todo el tiempo posible, impidiendo poder verse con Max nuevamente. Su mente repetía una y otra vez todo lo sucedido aquella cena; rememoraba su perfume y esa preciosa sonrisa que tenía mientras la observaba abrir ese estupendo regalo, y todo lo que había sentido en ese momento. Su corazón se aceleraba y una boba sonrisa se formaba en la comisura de sus labios al recordar sus ojos, su graciosa risa y sus manos en su cintura que tan nerviosa la ponían.

-¡Ey! ¡Julie!- habló Richard mientras chasqueaba los dedos delante de sus ojos con burla, devolviéndola a la realidad y dejando escapar un quejido fastidioso. -¿Ya has bajado de Marte o te tengo que ir a buscar?- rió sorprendido por su distracción.

-¿Qué sucede?- respondió algo irritada mientras se incorporaba de encima del mostrador con pesadez y lentitud, para luego apoyar su rostro en una de sus manos denotando malestar.

-A tí que te pasa, muchacha...- contestó preocupado y con el ceño fruncido, al mismo tiempo que se cruzaba de brazos delante de ella con muchas sospechas. -¿Todo bien?- insistió ante su falta de atención, tratando de que lo mirara pero ella le esquivaba un tanto tímida.

-Sí... sólo estaba pensando...- dijo desanimada y tratando de sonar tranquila, pero su sonoro y largo exhalar hizo suspirar al hombre enfrente suyo que rodeó sus ojos en respuesta, mientras la mente de la muchacha se volvía a perder en aquellos pensamientos intrusivos.

-¿En un hombre guapo y alto llamado Max?- habló por lo bajo con una sonrisa picarona, sacándole apenas una tímida sonrisa de labios juntos a la chica que no pudo evitar jadear, dándose a entender de que sí era por el holandés. -¿Qué pasa con él?- continuó con mucha intriga, un tanto preocupado y desesperado por su silencio.

-Creo que me gusta... y mucho...- exhaló completamente sonrojada, mientras volvía a esconderse en sus brazos bastante avergonzada al oír las risas y el festejo del hombre que tenía del otro lado del mostrador. -Ya... no quiero que se entere todo Zermatt...- rió con tontera mientras intentaba tomar sus manos y callarlo, pero él sólo reía y la miraba con sensualidad.

-¿Ha pasado algo entre tú y él...?- comentó por lo bajo, recibiendo una expresión de asombro en ella por la forma en la que sus ojos se abrieron como platos, para luego notar cómo reía llena de nerviosismo y timidez. -¡No puede ser!- exclamó impresionado.

-¡No!- interrumpió al verle sonreír con tontera, para luego bajar la voz. -No ha pasado nada...- murmuró mientras tomaba sus manos de forma amistosa y graciosa, notando un semblante decepcionado en el hombre que hizo un pequeño puchero que le provocó una tímida risita, aunque no dejaba de recordar ese casi beso mientras bailaban. -Pero me ha hecho un hermoso regalo para navidad...- confesó, volviendo a verle reír y casi patalear.

POLAROID | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora