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88 | Heaven or las vegas?
Jueves 16 de Noviembre de 2023 Las Vegas, Nevada, Estados Unidos
-¿Cómo la has pasado en tu cumpleaños, por cierto?- preguntó intrigado Max, regalándole una sonrisa malvada y expresión santurrona al suponer lo que habría estado haciendo por la actitud tímida y sonrojada de Lando, que era incapaz de disimular en lo absoluto sus emociones que lo delataban a kilómetros. -Supongo que bien...- comentó riendo, recibiendo al instante un golpe en su brazo por su parte pues creía que los estaban escuchando todos en aquel reducido salón junto a los demás pilotos que hablaban entre sí, divididos en grupos en aquellas hileras de sillas.
-Ya... déjame en paz...- jadeó incómodo y completamente ruborizado el inglés que también sonreía y miraba a su alrededor para asegurarse de que nadie les estaba prestando atención. -¿Y tú qué? ¿En dónde has estado esta última semana?- preguntó entre risas nerviosas al sentir la mirada burlona del holandés que seguía haciéndole caras para molestarle, sin dudar en darle otro empujón en venganza con su codo, apenas moviéndole de su posición.
-Pues he estado de fiesta a decir verdad...- respondió dejando ver un puchero en sus labios mientras asentía, viendo cómo el menor de rizos alzó sus cejas con curiosidad y cierto asombro. -He bebido como un loco y comido infinidad de delicias en la boda de la hermana de mi novia...- continuó explicándose para luego bajar la voz para no llamar la atención, mientras reposaba su espalda contra el respaldo que apenas llegaba a sus omoplatos, esperando a que los directivos se hicieran presentes para la reunión de la federación.
-Eso explica tus largas horas en el gimnasio éstos últimos días...- comentó divertido, golpeando suavemente su estómago de forma burlona donde obviamente fue echado por el rubio que odiaba que le hicieran eso, entre tontas risas. -¿Qué harás esta noche luego de las sesiones?- cuestionó luego de imitar su accionar, aunque desviando su mirada hacia el frente donde un púlpito se encontraba vacío y con el micrófono acomodado a la espera de ser utilizado.
-No lo sé...- se encogió de hombros con indiferencia, cuando se quitó la gorra y comenzó a rascarse el cabello por unos cuántos segundos. -Depende de cuánto demore el trabajo post y eso, supongo...- añadió un tanto dudoso, pues la realidad era que no tenía otro plan que irse de vuelta al hotel y en lo posible, poder pasar tiempo con Julie con la que lamentablemente no compartía habitación esa vez.
-Buenas tardes, muchachos...- la voz rasposa y imponente del director de la federación se hizo presente en aquel salón, haciendo que todos los que allí se encontraban guardaran silencio para así dar por comenzada la reunión mensual entre los demás equipos donde discutirían distintos temas, algo que agobiaba al holandés que no pudo evitar resoplar con desgano al saber que se venían unas muy largas dos horas.
