84 | No one needs to know

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84 | No one needs to know

Domingo 29 de Octubre de 2023
Cabo San Lucas, Baja California Sur, México

Un rasposo quejido salió de la garganta de Max mientras se arropaba somnoliento aún más al cuerpo desnudo de la muchacha, la cuál se notaba que dormía plácidamente por la tranquilidad de su respiración, oyendo la suave brisa mover la vegetación a su alrededor como también el incesante cantar de las gaviotas cerca de las olas que rompían más adelante, haciendo que su mente se llenara de confusión. Abrió sus ojos rápidamente al recordar, o eso intentó pues la intensa luz solar de la mañana se lo impidió, sin poder evitar insultar por lo bajo al darse cuenta de que no habían regresado al alojamiento y todos comenzarían a sospechar, o aunque sea a preguntarse en dónde se encontraban; sin saber qué excusa usar.

-Jul... Julie...- empezó a susurrar apurado y aterrado, sin intenciones de asustarla mientras golpeteaba suavemente una de sus nalgas para despertarla, obteniendo únicamente unos roncos sonidos de su parte pues parecía que estaba muy cómoda entre sus brazos. -Tenemos que irnos... despierta...- continuó, comenzando a removerse en su posición con cierta dificultad al estar adolorido, pues la arena no era el mejor colchón para dormir pese a su suavidad.

-Mmhhh...- se quejó somnolienta al sentir su repentina ausencia, queriendo más de su calor corporal del cuál no quería distanciarse por nada del mundo, sin percatarse aún de la situación tan comprometedora en la que se habían metido. -Ven aquí...- suspiró con ronquera y un tanto demandante en señal de capricho, ignorando la extraña sensación de la arena contra su piel desnuda mientras el holandés comenzaba a recoger las prendas esparcidas en aquel rinconcito de rocas que ya no les daba la misma privacidad que la noche anterior.

-¡Jul! ¡Que estamos en medio de la playa!- recalcó pero sin elevar demasiado el tono de su voz por temor a ser escuchados, logrando que la muchacha abriera sus ojos y enseguida se alterara al darse cuenta de la curiosa escena, cubriéndose torpemente la desnudez ante la única persona que se encontraba en kilómetros sin saberlo.

-¡Oh, por Dios!- exclamó, llevándose una mano a la boca de la sorpresa y ese sentimiento de travesura y nerviosismo que la invadió mientras el hombre seguía buscando las distintas prendas con cierta torpeza, cuando sin saber por qué, ella empezó a reír a carcajadas, obteniendo la atención del rubio que la miró con confusión. -¡Hemos pasado la noche en la playa!- añadió entre risas, contagiando apenas al hombre que trataba de apurarse. -¡No puede ser!- continuó tentada, sonrojándose con rapidez de la tontera que todo eso le causaba, haciéndole reír por fin aunque éste no entendía de dónde sacaba esa actitud tan llamativa en ella.

-Anda... tonta... vístete...- comentó sonriente pero inquieto a la vez, revoleándole su vestido para que impactara directo en su rostro, riendo aún más ante esa escena y deleitándose por su preciosa carcajada tan tierna como el mejor sonido del mundo, aún incrédulo por lo sucedido.

POLAROID | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora