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67 | Last day of summer
Sábado 16 de Septiembre de 2023 Wijk aan Zee, Países Bajos
-Dios... aquí están...- exhaló levemente relajada Sophie al verlos entrar por la puerta principal de la casa. -¿Por qué no contestabas mis llamadas, Max?- cuestionó un tanto molesta y en su idioma natal; era una madre preocupada y quizá algo protectora, y era cierto que el menor no había dado señales de vida durante toda la noche ni tampoco esa misma mañana, siendo ya pasado del mediodía. -Estaba muy asustada de que les hubiera ocurri...- continuó hablando con rapidez, notando cómo la chica se peinaba el cabello con timidez al estar bastante nerviosa por el claro regaño, al contrario de Max que sonreía con tontera.
-Tranquila, mamá... ya somos lo suficientemente mayores como para pasar la noche en un hotel...- interrumpió con firmeza e incluso picardía en el idioma que su novia pudiera entenderle, sin soltarse de la mano de la muchacha que se había ruborizado bastante por la contestación y también por la tensión que se había formado, dejando callada a la mujer mayor que sólo supo levantar sus cejas al entender lo que había hecho la pareja. -Buenas tardes, hermanita...- le guiñó un ojo a Victoria que estaba llegando también a la conversación, notando un rostro de asco de su parte ya que había logrado oír su respuesta anterior.
-Muy buenas tardes para ti también, hermanito...- contestó burlona y con notorio tono picarón, provocando que su madre rodara sus ojos con incredulidad y quizá bochorno por lo que sus hijos hacían, mientras la pelinegra sonreía de labios juntos con bastante timidez. -Arréglense y preparen sus cosas porque en unas horas salimos hacia el muelle... papá ha organizado un fin de semana familiar en el yate junto al tío Stephen...- comentó entusiasta aunque con cierto temor al saber lo mucho que podría llegar a molestarle al rubio, viendo cómo él exhaló con desgano aunque no acotó nada al respecto como pensaba que haría, comenzando a caminar los dos hacia las escaleras.
Pero por supuesto que le había enfadado aquella propuesta de la que nadie le había consultado con anterioridad, pues no estaba en sus planes tener que convivir con su padre en un espacio más pequeño donde prácticamente no había escapatoria, pero no quería discutir con ellas ni tampoco incomodar a su novia quién ya bastante estaba haciendo el esfuerzo por conocer a su familia. La relación con su progenitor no estaba para nada bien últimamente, pero sería capaz de soportar la tensión sólo por ella, aunque no significaba que iba a pasar tiempo con él si era lo que el mayor esperaba pues no le daría esa satisfacción, pensando todo esto mientras se encaminaban hacia su habitación escaleras arriba, pues tenían puesta la misma ropa de ayer y ciertamente debían darse un baño y cambiarse.
-¿Está todo bien?- no resistió a preguntar la muchacha una vez que llegaron a su dormitorio, cerrando la puerta a su espalda mientras el holandés comenzaba a buscar ropa limpia en la maleta con notorio malestar por la forma rápida que tenía de impacientarse por las prendas que no podía sacar con facilidad. -Max...- volvió a llamarle, posando sus manos en sus brazos para calmarle, deteniendo enseguida sus movimientos mientras un pesado suspiro se escapaba de sus labios.
