33 | Ain't my fault

935 50 19
                                    

•••

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•••

33 | Ain't my fault

Viernes 30 de Junio de 2023
Spielberg, Austria

-¿He interrumpido algo esta mañana?- preguntó curioso Lando que se encontraba sentado enfrente suyo en el restaurante del hotel, desayunando tranquilamente aquella mañana soleada siendo sólo ellos dos, obteniendo un ceño fruncido por parte de Max que se había quedado algo confundido. -Es que en la llamada hace un rato te he oído suspirar y quejarte, creí que...- continuó dudoso mientras cortaba sus huevos revueltos.

-No...- negó con su cabeza al instante algo avergonzado. -Sólo me has despertado de una pesadilla...- contestó desanimado, pues era verdad y siempre luego de uno de aquellos episodios se despertaba agitado y alterado por lo que veía.

-Oh...- suspiró apenado, bajando la mirada hacia su plato de comida. -Ya me había alegrado de que por fin estuvieras con alguien...- continuó algo tímido y con su boca llena, con cierto arqueo con sus cejas haciendo que el holandés se avergonzara y pronunciara su nombre incómodo y en forma de llamar su atención, esquivándole la mirada muy cohibido y ciertamente sonrojado. -¿Qué? Hace mucho tiempo que no pasas la noche con una chica...- continuó mientras se encogía de hombros a la defensiva, notando cómo el otro hombre negaba con su cabeza.

-¿Podemos cambiar el tema? Estamos comiendo.- interrumpió en súplica y algo cortante, bastante incómodo mientras el inglés asentía en comprensión aunque con algo de sospecha para luego continuar desayunando, donde desviaron el tema de conversación para pasar una mañana distinta lejos de sus asistentes y entrenadores.

•••

El día estaba soleado y caluroso, las gradas se iban llenando lentamente a medida que pasaban los minutos en el Red Bull Ring, mientras Max iba repasando en su mente el apretado itinerario que su asistente le había recalcado durante casi toda la semana, comenzando a agobiarse de sólo pensarlo. Se encontraba caminando por el paddock de camino al motorhome de su equipo, vistiendo su chomba como también su gorrita naranja mientras una pesada mochila colgaba por sus hombros, acompañado de su padre a su lado que no hablaba demasiado para su suerte. Ya había bastante gente andando por allí, entre miembros de la prensa y periodistas haciendo contenido con muchas expectativas para las sesiones de prácticas que serían dentro de poco.

-¿Quieres que tomemos un café antes de que tengas que ir a las entrevistas?- preguntó indiferente Jos; el mayor de los Verstappen en su idioma natal, mientras pasaban por enfrente del motorhome de Ferrari que bastante concurrido estaba, pues justo se encontraban filmando alguna actividad para un reconocido canal de televisión.

-No, tengo el estómago lleno y tengo que ir a cambiarme...- contestó el menor sin ningún tipo de remordimiento ni pena ante aquel pequeño gesto de cariño que había tenido su padre, pues no quería pasar tiempo con él sinceramente, recibiendo un asentir sin chistar por su parte, para esquivarse mutuamente las miradas y volver a caer en aquel tenso silencio que los venía acompañando desde que habían salido del hotel.

POLAROID | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora