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65 | Father and son
Jueves 14 de Septiembre de 2023 Wijk aan Zee, Países Bajos
Esa tarde, toda la familia se encontraba en el patio de la enorme casa disfrutando de otro día de sol y mucho calor, con los pequeños jugando en la piscina, Victoria y Sophie cerca del mismo por precaución entre más charla y risas; Jos y Felipe estaban haciendo una barbacoa a unos metros, mientras Max y Julie se encontraban acurrucados juntos en una gran reposera y bajo una sombrilla algo alejados del grupo, pudiendo oír igualmente la música que sonaba en los speakers. La tranquilidad rodeaba a la pareja que llevaban incontables minutos en silencio, pero no era incómodo en lo absoluto mientras la muchacha leía aquel libro que la tenía atrapada, con un hombre a su lado un tanto pensativo al tener su mirada perdida en el paisaje que el jardín permitía.
-Jul...- sonrió tonto luego de haber regresado a la realidad al oír un tímido suspiro escaparse de ella, notando su boca entreabierta que expresaba asombro, seguramente por algo que acababa de leer. -¿Qué ha pasado? ¿Se ha puesto interesante?- preguntó curioso, acercándose sutilmente mientras era incapaz de borrar la sonrisa en su rostro al verla tan ruborizada y tímida a su lado, suponiendo lo que estaba pasando. -Vamos... ¿Qué?- rió insistente.
-Se está poniendo interesante...- corrigió tonta, cerrando llamativamente el libro para dejarlo a un costado sobre la pequeña mesita ante la mirada confusa del holandés. -Y voy a dejar el siguiente capítulo para más tarde, pues parece que por fin va a suceder algo entre ellos...- susurró como si estuviese hablando del peor tema del mundo, ganándose una expresión pícara por parte del rubio que la sonrojaron aún más. -Ya... deja de mirarme así...- pidió entre nerviosas risas, regalándole un suave empujón para alejarlo de su cercanía al empezar a acalorarse en su interior.
-Tonta...- negó con su cabeza, regresando a su posición para exhalar con relajación, aunque su intensa mirada no se quitaba de la preciosa mujer en bikini a su lado a quién empezaba a admirar y quizá a saborear en su mente al verla acomodarse con curiosa sensualidad sobre aquella reposera; pues le era inevitable no caer rendido ante sus pensamientos instintivos un tanto alborotados. -¿Tus pechos están más grandes o es la posición?- preguntó casualmente luego de estar observando aquella parte de su anatomía por unos largos segundos, los cuáles subían y bajaban levemente por su respiración, ganándose la atención de la chica que no pudo evitar reír impresionada por sus palabras.
-Es la abstinencia que tienes por ellos...- respondió coqueta y por lo bajo en forma de broma para seguirle el estúpido juego, provocando una risa picarona en el hombre que no dudó en volver a acercarse un poco más a ella, viendo cómo su expresión se modificaba con rapidez a una divertida pero también lasciva, llenándola nuevamente de nervios.
