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81 | Beach, sun and fun
Miércoles 25 de Octubre de 2023 Cabo San Lucas, Baja California Sur, México
Un hermoso día soleado y caluroso los acompañaba, resaltando tanto los colores vibrantes de la frondosa vegetación, como también de las blancas arenas de las playas y su océano cristalino que rompían las olas con calma esa mañana, mientras el grupo de pilotos y amigos llegaba al alojamiento donde pasarían unos maravillosos días de relax y distensión de su ajetreada vida, luego de un vuelo de dos horas en el jet privado que Max había predispuesto. Todos estaban asombrados, haciendo comentarios halagadores y entusiastas por usar las instalaciones que el lugar ofrecía; pues consistía en un gran bungalow que contaba con la cocina, el comedor y la sala de estar, mientras que en el exterior podían disfrutar de la fabulosa piscina, jacuzzi, sitio para fogones y por supuesto que toda la playa privada. Hablando de las habitaciones, éstas se encontraban separadas por la extensión del terreno, unidas por pasarelas de madera para que cada pareja o grupito tuviera su privacidad correspondiente, incluyendo un baño en suite en cada una.
-¡Wow! ¡Esto es bellísimo!- exclamó impresionada Meghan, la mejor amiga de Kika que también se había unido a la salida por invitación de la portuguesa, mientras dejaba su maleta a un costado de la habitación junto a las de Julie y Camila que también estaban ingresando ansiosas, pues serían compañeras. -¡Es mejor que mi departamento!- comentó graciosa y todavía atónita, haciendo reír a las otras dos que no dejaban de observar todo a su alrededor.
-¡Parece sacado de una revista!- añadió la pelinegra que portaba un piluso color salmón a juego con su vestido, deteniéndose a curiosear el pequeño regalo de bienvenida sobre una de las tres camas prolijamente tendidas, el cuál consistía en una bandeja de madera con todos los elementos de higiene y baño que fuesen necesarios, algunas velas aromáticas y preciosos detalles artesanales propios de la zona, seguido de un folleto con los sitios turísticos y las reglas del establecimiento.
-¿Dice algo de que esté prohibido traer hombres?- comentó graciosa Camila, provocándoles unas sonrisas traviesas a las demás, para luego dejarse caer en la cama del medio y boca arriba en señal de relajación. -Le quitan lo divertido a la vida...- añadió frustrada luego de que la pelinegra leyera justamente ese renglón en el folleto de reglas que impedía las visitas al alojamiento.
-Dice personas ajenas...- recalcó burlona la nueva integrante de corta cabellera rubia y ojos marrones claros. -Osea que los propios que vacacionan están permitidos... y les recuerdo, señoritas, que hay tres pilotos guapos que están solteros en el bungalow junto al nuestro...- habló sugerente y con un tono sensual, ganándose las miradas asombradas de las dos restantes que no pudieron evitar ruborizarse ante la insinuación, mientras que cierta pelinegra carraspeó su garganta un tanto incómoda y nerviosa. -Estoy bromeando...- revoleó sus ojos al ver su reacción, sentándose en el borde de su cama que se encontraba junto al amplio ventanal. -Aunque el español es lindo...- confesó en un susurro a la vez que se encogió de hombros, recibiendo unos genuinos silbidos tontos de las otras.
