80 | Heart on fire in mexico

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80 | Heart on fire in mexico

Viernes 20 de Octubre de 2023
Ciudad de México, México

Un firme toque en la puerta de su habitación de hotel la quitó de su concierto mental que se estaba montando al estar tarareando una y otra vez una canción que tenía pegada por culpa de la radio, teniendo que dejar su maquillaje sobre la encimera del baño que es donde se encontraba para ver de quién se trataba. Abrió la puerta y un enorme ramo de girasoles fue lo primero que vió, formándole una sonrisa de lado a lado seguido de sentir cómo su corazón se estrujaba en su pecho al saber exactamente de quién venían sin siquiera tener que ver la carta que se posaba entre medio de ellas.

-Acaba de llegar esto para usted, señorita Simmons.- la voz de la botones vestida de un traje azul la regresó de su emoción, con ésta sin poder evitar sonreír con cierta tontera al ver la reacción de la pelinegra que tan contenta se había puesto con facilidad. -No han dado nombre en la recepción.- aclaró con un leve acento latino, entregándole el precioso ramo en sus manos.

-No pasa nada.- asintió sonriente, siendo invadida por el delicioso y peculiar aroma de los girasoles que tan amarillos y prolijos se encontraban. -Muchas gracias... Estela.- comentó luego de leer rápidamente el cartelito con su nombre que tenía en el bolsillo delantero de su traje, ganándose una genuina sonrisa de la muchacha que se retiró con amabilidad.

Se adentró a la habitación y a paso rápido se encaminó hacia la cama prolijamente tendida con sus sábanas blancas, donde no dudó sentarse para dejar el ramo delicadamente a un costado y leer la carta que había entre ellas pues le consumía la intriga. Se sentía como una adolescente, tontamente entusiasmada por un ramo de aquellas flores que tanto significaban para ella, con mil emociones recorriendo por sus venas mientras desataba el pequeño lazo dorado que envolvía a la carta con extrema delicadeza, sin poder evitar sonreír impresionada al ver que estaba escrita a mano.

-"Para mi rayo de luz, mi faro, mi motivación para levantarme cada día, mi novia, mi vida entera... a la que extraño demasiado y por supuesto que amo con todo mi corazón."- leyó en un susurro y con una estúpida expresión en su rostro que por cierto no había terminado de maquillar, teniendo que morderse el labio inferior para evitar chillar al convertirse en la mujer más enamorada del planeta tierra. -"Tuyo, Max Verstappen."- pronunció por último al leer el final de la pequeña carta, ya sin poder controlar sus impulsos cuando se dejó caer hacia atrás, quedando recostada boca arriba sobre el colchón mientras sostenía el trozo de papel en sus manos entre tímidos sonidos femeninos de coquetería y amor.

Era un simple ramo, un regalo espontáneo de los pocos que él le hacía, pero cabe destacar que sus regalos siempre habían sido detallistas; desde la cámara polaroid, la cajita medicinal y ahora este precioso ramo de sus flores favoritas que obviamente se debían a lo sucedido hace unos pocos días en la granja. El corazón le latía con fuerza, sin éxito de dejar de sonreír como una boba como tampoco de leer una y otra vez la carta, sabiendo que seguramente había escrito miles de borradores antes de hacer la definitiva porque así era él, cuando su mente rápidamente viajó hacia la granja al medio del campo de girasoles donde tenía millones de recuerdos. Pero esta vez no había tristeza o culpa que la hiciera lagrimear, ahora sentía paz, todo era distinto y no podía creer que hubiese sido capaz de superar sus traumas y dolencias, agradeciendo en gran parte a Max por ello.

POLAROID | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora