Capítulo 7 - Amigos y citas

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EVELYN

Me siento sedienta. Supongo que ya hace un rato desde que me terminé el vaso y por eso ahora me acerco a la barra.

Mientras espero me giro hacia Val y Amy que no me quitan ojo. No sé por qué se preocupan. Ni que me fuese a pasar nada.

Esa no sueno como yo misma.

- Buona notte bella - dice una voz a mi lado -. ¿Puedo invitarte? - Termina señalando el vaso.

Antes de que tenga tiempo de responderle Val y Amy ya están a mi lado.

- Lo siento mucho, pero ya está con nosotras. - Dice Val y Amy me señala mi vaso y algo que esfervece en él.

- Qué pena. -Responde el hombre mientras nos alejamos.

- De verdad que no controlas Eve.

- Nada de nada.

- ¿Qué harías sin nosotras?

El sonido de mi móvil me despierta. Me he quedado dormida encima de la mesa mientras escribía.

Antes del accidente era una imprudente.

Echo un rápido vistazo a mi reloj, antes de contestar: 16:07.

- Buenas tardes, ¿cómo está mi bella psicópata? - No puedo evitar sonreír. Esa voz consigue que se me vayan los problemas de la cabeza.

- Hola, fiestero. ¿Preparado para la mejor cita que hayas tenido en toda tu vida?

- Te advierto psicópata, he tenido muchas citas y muy entretenidas - noto el verdadero significado de sus últimas palabras y ruedo los ojos- . Además, ¿mejor que la anterior?

- Oh, pero es que sólo has tenido tres citas conmigo. No hemos hecho más que empezar.

- ¿Más que empezar? – Pregunta poniendo un tono de voz que ni siquiera sé si me gusta.

- Confía en mí, te va a encantar.

DAMIANO

Sandra nunca se hace esperar y tampoco le gustan que la hagan esperar, así que me pongo el jersey a toda velocidad para después correr a cambiarme el pendiente que llevo que me pesa demasiado.

- ¡Damiano Mancini! – Grita Sandra desde el otro lado de la puerta. ¿He mencionado que las hormonas de su embarazo ayudan muchísimo menos a controlar sus nervios?

Pues en resumen, no puedo aguantar las ganas de que nazca ya el bebé.

Y es lo primero en lo que pienso cuando salgo del cuarto. Mi mirada se dirige directamente a la ecografía que enmarcamos esta misma mañana justo al volver de que se la hiciesen. Sinceramente esperaba que Jack tuviese la decencia de presentarse, pero sigue sin dar señales de vida. Incluso después de que le haya escrito unas diez veces. Sí, soy el orgulloso y entrometido tío de un hermoso niño no nato. ¿Algún problema?

- ¿Me explicas por qué, con la de hombres que hay sobre la faz de la Tierra me he tenido que hacer amiga del que más tarda en arreglarse? – Pregunta Sandra vestida con un hermoso vestido azul que pronto no podrá lucir.

Oficialmente, a sus 20 semanas de embarazo podemos asegurar que mi mejor amiga ha entrado en la fase de vestir todo lo que no podrá llevar durante lo que queda de embarazo.

Ignorando su gesto fruncido y sus brazos cruzados le doy un beso en la mejilla.

- Yo también te quiero. – Le digo y me dirijo a la puerta. Ella rueda lo ojos pero me sigue.

Tenemos un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora