Capítulo 33 - Novedades

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DAMIANO

El tiempo parece haber pasado tan rápido como el ritmo que llevamos en el bar. Sí, en a penas un mes tras el incidente con Alberto, abrí oficialmente el bar y no sé si es mi fama o la comida, pero siempre estamos a tope.

Sobre Alberto, mi supuesto hermano, no hemos vuelto a saber de él. Val y Amy parecieron tener un encuentro con él, y por lo que les dijo, no creo que volvamos a verlo hasta el juicio. Espero que sea así.

- ¡Eh, Mancini! Una cerveza. – Sandra entra al bar, desviando todas las miradas de mí y se sienta en la barra.

Me parece increíble que siga dándome órdenes incluso en mi propio bar. Aunque no me quejo, es Jack quien tiene que soportarla más.

Desde que salió del hospital han estado viviendo juntos. Por lo que tengo entendido ambos siguen vivos, lo que es muy buena señal.

Vuelvo a entrar en la despensa, a por la cerveza de Sandra y otras cuantas más. Al salir me encuentro con Luca en cocina.

- ¿Otra vez por aquí? – Le pregunto.

Últimamente se cuela en cocina siempre que puede.

- Eh, déjalo tranquilo – dice Fabio, el cocinero jefe. He de decir que me costó mucho decidirme por quién contrataría para trabajar aquí, pero puedo aseguraros, sin duda, que Fabio fue mi elección más acertada -, es el mejor de la plantilla. – Veo a Luca sonreír y me voy antes de que me echen de mi propia cocina.

Antes de cerrar la puerta puedo ver a los dos hablando. Creo que a Luca se le ha quedado pequeña y demasiado tranquila la librería de su padre. Me temo que le encanta todo el estrés que se respira aquí dentro, así no tiene tiempo de pensar en John.

Sirvo las cervezas. John pasa de vez en cuando por aquí, entre la gente, lejos de Luca y en medio de toda la diversión, a la que creo que se está acostumbrando más de lo que me gusta. Especialmente esta última semana, en la que no para de ponernos excusas para evitar las reuniones de grupo. La única que ha conseguido hablar de verdad con él esta última semana es Eve, con la ayuda de Toby y sobornándolo con batidos. De donde sí que es imposible sacarlo es de su casa cuando está componiendo hasta quedarse dormido. 

Pensando en la reina de Roma, porque debería serlo, Eve aparece por la puerta.

Me abro paso hasta ella y salimos a la plaza donde podamos estar más tranquilos.

- Hola, mi bella psicópata. ¿Qué te trae por aquí? – Pregunto, ya sentados en la fuente.

- Tú, idiota. - Dice antes de darme un beso corto.

Esa extraña sensación cálida, a la que empiezo a acostumbrarme, vuelve.

- ¿Y qué tal la mañana? - Le pregunto.

- Echándote de menos - sonrío -. Mientras he escrito.

- ¿Y... eso de recordar?

- Nada. Llevo dos semanas sin soñar nada. Y de hecho mi psicóloga me ha dado de alta. Dice que no hay nada más que ella pueda hacer, y que si estoy bien, pues ya está. Pero cuéntame, ¿qué has hecho hoy?

- No he salido del bar hasta que has llegado.

- ¿Tampoco habéis ido hoy a la discográfica? - Lo sé, resultará raro, pero no lo hemos hecho.

- No, John dice que se encontraba mal. Pero entró hace unos minutos. La verdad es que no tengo ni idea de lo que le pasa.

- Parece que vamos a descubrirlo. - Me giro hacia la puerta del bar de donde sale John.

Tenemos un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora